Capítulo 12

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Al salir de la universidad me encontré con Jane quien me miró un poco burlona. Claro que ver a tu mejor amiga con algodón en la nariz no era algo para que reírse, pero así estaba ella.

— Luces tan graciosa, G.

— Deberías estar preocupada por mi, perdí litros de sangre.

— No exageres muchacha, si así fuera no estarías caminando tan tranquila.

Sonreí mientras empezábamos a caminar, aunque segundos después la sonrisa desapareció en cuanto vi a James Clarke apoyado en su camioneta luciendo tan... él.

Estaba muy guapo con sus lentes estilo aviador y su cabello desordenado. Cuando me vió se quitó los lentes y frunció el ceño acercándose rápidamente a mi. Lo miré extrañada cuando me tomó del rostro y me miro preocupado.

— Cariño ¿qué te pasó? ¿estás bien?

Me eché para atrás alejándome de él cuando escuché a Jane soltar un "Aww, que tierno".

¿Y ahora qué le pasó a este? Me sorprendí un poco por su preocupación pero luego recordé que todo era parte de una farsa así que cerré mis ojos y simplemente le contesté.

— No pasa nada, sólo me golpeé y me salió un poco de sangre.

— ¿Estás segura? Tu nariz se está poniendo un poco morada, si te sientes mal puedes quedarte en casa y descansar.

— No —dije tajante—. ¿qué haces aquí?

— Las llevaré al trabajo -nos miró a ambas- quiero presentarles personalmente el lugar

— Podías esperarnos allá —dije incómoda al ver como algunos chicos miraban curiosos la escena—.

— Prefería venir a recogerte, ¿vamos?

Asentí y seguí a Clarke intentando no desviar mi vista a aquel trasero, claro que era algo difícil, me sonrojé al recordar lo que había pasado en casa de mis padres. Sacudí la cabeza intentando alejar cualquiera de esos pensamientos y subí a la camioneta en la parte de atrás dejando que Jane tomará asiento como copiloto.

Todo el camino me dediqué a escuchar la conversación de James y Jane, dándole poca o nada importancia mientras miraba el camino. Poco a poco nos fuimos acercando a un edificio de al menos veinte pisos, siendo el vidrio su mayor atractivo.

Al entrar nos recibió un lobby muy bien organizado, en tonos marfiles y muchas decoraciones en madera, me llamó mucho la atención el gran árbol en el centro del lugar, este medía al rededor de cinco metros de alto y estaba rodeado por un círculo de mármol que tenía la función tanto como un asiento de espera como de mantener las raíces y las hojas que caían en su lugar.

De pronto me sentí enamorada del lugar, era tal vez no lo más original pero me parecía extrañamente acogedor.

— Veo que te gustó el arce —su aliento en mi oído provocó que mi corazón bombeara más fuerte—.

— Ajá —contesté sin más—.

— Guao, este lugar es muy... no sé cómo describirlo —dijo Jane—. Me encanta el detalle del árbol, me parece que le da un toque especial.

— Gracias, cuando construyeron este lugar yo era aún muy pequeño, los encargados de la obra querían sacar el árbol pero le rogué a mi padre para que no lo hicieran, vi algo especial en este arbol, tal vez era el hecho de que estaba solo en medio de un lote vacío sin ninguna planta al rededor; le di esta idea y le gustó así que se quedó.

— Me gusta mucho —respondí—.

Me llamó un poco la atención su historia quería saber más al respecto pero del mismo modo no quería involucrarme más.

— Y tienen que ver cuando florece, es aún más hermoso, en dos meses es la época de florecimiento así que podrán verlo.

Asentimos y continuamos nuestro recorrido por los siguientes pisos los cuales tenían la misma paleta de colores que el lobby, cambiando algunas paredes en negro lo que lo hacía lucir más alegante; el lugar se sentía "familiar" todos conversaban con todos y parecían llevarse muy bien.

— Y bien, hemos llegado a su lugar de trabajo —dijo a penas se abrieron las puertas del ascensor al llegar al piso número doce—. En esta área están los arquitectos, cuya tarea supongo ya la conocen, los clientes se acercan y les explican qué desean en sus construcciones y ellos los ayudan con el diseño y la legislación del proyecto.

Al entrar observamos muchas personas en su mayoría chicas que se repartían en distintas tareas, unos estaban hablando con lo que suponía eran clientes, otros estaban en una mesa dibujando y algunos viendo pequeñas piezas de materiales que probablemente usarían.

Suspiré al sentir la mano de Jane apretar la mía, la entendía ella estaba emocionada y yo también, demasiado.

— Les presentaré al encargado del área.

Nos acercamos a un despacho al fondo del lugar, las paredes eran de vidrio así que podíamos verlo desde afuera y él a nosotros. Cuando entramos sonrió y se acercó. Era un señor de aproximadamente cuarenta y cinco años de cabello y ojos café.

— Ustedes deben ser las nuevas pasantes ¿no es así ?

— Thor, te dejo a cargo de ellas, debo hacer algo —Clarke habló luego de revisar su teléfono rápidamente—. Chicas, están en su casa —nos guiñó el ojo—.

Asentimos y lo vimos irse, luego "Thor" nos ofreció su mano en modo de saludo.

— Mucho gusto chicas, mi nombre es Erick Mikelson pero todos aquí me dicen "Thor"

— ¿Puedo saber por qué? —preguntó Jane—.

Uff, por favor, porque físicamente no se parece ni en las uñas.

— Tuve un día de mala suerte en una obra —torció los labios—. Estaba yo chequeando algunas cosas en el lugar que se estaba construyendo y no había notado un par de cables pelados y me electrocuté, al reaccionar rápidamente golpeé una mesa y me cayó un martillo en el pie.

Reímos sin poder evitarlo al imaginar la escena. Y yo que pensaba que tenía mala suerte.

— Y desde ese día me dicen Thor —dijo nostalgicamente—. Ustedes pueden llamarme como gusten, Erick o Thor, no tengo problemas, lo único que les pido es que no me digan "señor" me hace sentir viejo.

Sonreí encantada, este señor me parecía tan amable y dulce que me recordaba a mi padre.

— Ahora, cuéntame tu historia —me miró—.

No entendía a qué se refería hasta que tocó su nariz.

— Creo que también tuve un mal día —alcé los hombros—.

— Se chocó contra un casillero —aclaró Jane—.

Thor rió.

— Recuérdame tenerte los ojos encima en las obras, no quiero un accidente.

Sonreí avergonzada. Supongo que a veces era muy distraída.

— Bueno chicas, aclarado todo, ¡Manos a la obra!

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Empieza otra semana 🥰

Que todo les vaya súper bien.

Besos chocolatosos, bye 🌸

MATRIMONIO EN LAS VEGAS [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora