Suspiré al sentir el olor a mar que se impregnaba en el ambiente, el mar azul y la arena blanca frente a mí me recordó mi infancia, había pasado más tiempo en la playa que en casa.
Sentí la mano de James en mi hombro.
— ¿Lista?
Habíamos venido a pasar la navidad en la casa de mi abuela, muy cerca de la de mis padres pero mucho más grande. Estaba un poco nerviosa porque toda mi familia estaría aquí y conocerían a James.
— Debería preguntarte eso a ti, mi familia es algo... especial —por no decir que estaban completamente locos—.
— Lo estoy, si ya pude contigo, creo que podré con cualquiera.
— ¿Poder conmigo? Nunca, cariño —le guiñé el ojo—.
Seguí el camino de piedras hasta la entrada de la casa, la puerta estaba abierta así que simplemente ingresé con James tras de mí.
— ¡Pero miren que nos trajo la marea!
Me encontré con la mayoría de mi familia reunidos en la sala, mi tío abuelo Charles se acercó para abrazarme fuertemente.
— ¡Grace estás enorme! Bueno, en lo que cabe la palabra porque aún eres muy enana
— O tal vez tú eres muy alto —alcé los hombros—.
— Yo soy normal, tú no, pero dejando eso de lado... preséntame a tu amigo
— Tío, él es James, mi... novio —dudé—.
— Pero quién diría que podrías tener uno —.se acercó mi primo Denver—. Hola chico —le dió la mano a James—. Mis condolencias, debe ser una tortura tener a mi prima como novia.
Golpeé su brazo, era un exagerado. James se limitó a sonreír, toda la familia empezó a acercarse. Al final se acercó una pelirroja, mi prima Christina.
— Grace, te has conseguido un novio guapísimo -mordió su labio-
— Sí supongo -alcé mis hombros- Pero no lo mires mucho, que es mío -bromeé enserio-
— Lo sé -sonrió- Igual, primo -le dijo a James- si terminas con ella, ya sabes que estoy libre -le guiñó el ojo para después irse-
— Bien, eso fue demasiado extraño
— Un poco, espero que sólo esté bromeando, sería un problema para la familia -dije sincera-
— ¡Grace! -me sobresalté con el grito de mi abuela- Que bueno que llegaron, pensé que no vendrían, tal vez te asusté muchacho
— Nada de eso, Bertha, le prometimos que vendríamos y aquí estamos
— Me alegro por eso, ahora empezaremos a hacer la comida, ven a ayudarnos Grace, los hombres saldrán a jugar volley, puedes ir con ellos, James
¿Clarke jugando volley? Eso quería verlo, uno de mis primos, Peter se acercó y abrazó por los hombros a James.
— Vamos primo, que es una tradición jugar volley, espero que sepas cómo hacerlo, luego te lo devuelvo Grace
Asentí y después de unos segundos desaparecieron por la puerta trasera, esta daba a la playa, donde había una red y una cancha improvisada para jugar.
— ¿Sabe jugar? -preguntó mi abuela-
— No lo sé, nunca lo he visto jugar
— Lo harán pedazos
— Esperemos que no
...
Alrededor de dos horas después habíamos logrado dejar todo listo, el pavo estaba en el horno y los vegetales estaban picados.
— Vamos a ver a los chicos, hay que enseñarles como se juega -me jaló Elena, amaba jugar volley tanto como yo-
Cuando salimos donde estaban los hombres, pude ver a Clarke en uno de los equipos, no llevaba camiseta y estaba muy sudado, el balón cayó a lado de él y no lo cogió.
— ¡Pero si está cayendo a tu lado, debes buscar el balón, no esperar que te llegue a las manos!
Al parecer el tío Ronald estaba frustrado, dejé que una risita se escape de mis labios, sabía que sería divertido, cuando nos acercamos mi tío me miró.
— ¡Grace, no aceptaré este novio tuyo si no sabe jugar volleyball! -lo miró despectivamente-
— No sabía que jugar volley era un requisito para poder estar con ella -dijo cansado Clarke- pero sí es así haré mi mejor esfuerzo, aprenderé a jugar
Todos guardaron silencio y lo miraron.
— Eso fue asquerosamente cursi -dijo Denver- pero demuestra que amas a mi prima, así que bienvenido a la familia, aunque seas un asco jugando, sobreviviremos con eso
Todos rieron y se acercaron a chocar las manos con James, ya se los había ganado. El tío Ronald rodó los ojos y se acercó igual.
— Está bien niño bonito, te enseñaré a jugar, siéntete importante, no le enseño a jugar a nadie, Angeline -me llamó- ¿entras a nuestro equipo?
— Pero qué pregunta es esa -sonreí y me acerqué- obvio que entro
— Genial, tú -señaló a Denver- sal de la cancha, viene la reina del volley
— ¿Enserio? -bufó- sólo porque te amo saldré por las buenas -me dijo-
Elena se metió en el otro equipo para estar parejos e iniciamos el juego.
...
— ¡Mierda! -dije-
Me paré rápidamente, había tenido que tirarme a la arena para poder salvar el balón antes de que toque el suelo, James era malísimo, muy malo para este deporte.
— Perdona, cariño -dijo entre preocupado y divertido-
— Presta atención al balón -rodé los ojos-
Entre un par más de pasadas estábamos empate, y a un punto de completar el set.
— Balón de oro -dijo Elena- el que haga punto, gana, ya tenemos nuestra ficha -miró a James triunfante-
Me acerqué a mi tío y le susurré que debíamos intentar protegerlo y coger todos los balones para evitar que perdamos este set, era muy competitiva. Así lo hicimos, todos los balones iban hacia él pero antes de que pueda cogerlos nosotros lo hacíamos para que no lo arruine. Dos minutos después seguíamos con la misma estrategia, cuando el balón fue hacia él corrí pero al hacerlo me tropecé, el tío Ronald se lanzó a la arena y cogió el balón antes de que toque la arena, todo pasó tan rápido que no pude levantarme.
— ¡James!
Él era la salvación.
Prometo que fueron los segundos más lentos de mi vida, James se acercó y golpeó el balón, la trayectoria era muy baja y vi casi posible que cruce la red, la tocó se quedó en el filo y cuando vi nuestro juego perdido, cayó del lado del equipo contrario, los chicos no pudieron evitar que éste toque el suelo.
Todos los que nos veían celebraron, eso no lo veíamos venir, me levanté rápidamente y abracé a James quien me alzó y me dió vueltas.
— ¡Lo hice! ¡pasó! ¡ganamos! -dijo emocionado-
— ¡Sí! -grité-
Se acercó a mí y depositó un beso en mis labios, no pude evitar sonreír.
...
Un capitulo un poco diferente 🤪💜
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MATRIMONIO EN LAS VEGAS [✔]
Teen FictionGrace Davis sabía que perder la virginidad en una fiesta alocada en Las Vegas, borracha, con un completo desconocido no podía ser tan malo, a fin de cuentas, eso podía pasarle a cualquiera. Sin embargo, sí que se había echado para atrás cuando se d...