Capítulo 48 "Nos casamos?"

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Dicen que todos debemos sufrir al menos una vez en la vida. Está en nuestra naturaleza… el dolor es parte de nuestra historia, es un factor fundamental en la construcción de nuestra alma. El amor, la alegría, la tragedia… todo esto nos convierte en lo que somos hoy en día… y nos hace fuertes.
Una habitación fría de hospital, un silencio tan inquietante como a la vez un ruido tan molesto. En medio de aquella oscuridad unos ojos verdes se abrían dando luz.
De  a poco la colorada se adaptaba al lugar donde estaba. Su cabeza daba vueltas, y sus párpados pesaban como si sostuvieran una tonelada de hierro. Juraba qué podía ver estrellitas dando vueltas a su alrededor.
Se trató de inclinar un poco, entonces fue cuando un leve dolor en sus muñecas le hicieron darse cuenta de las pequeñas agujas que ahora adornaban su piel y llenaban su cuerpo de cierto líquido.
Ahí lo recordó… estaba en el hospital, otra vez estaba atada a una cama de un maldito hospital ¿Por qué demonios le sucedían estas cosas?
Suspiró cerrando sus ojos, y al volver a abrirlos pudo adaptarlos a la oscuridad de la habitación.
Los ojos de Jazmín se abrieron con pesadez en medio de la noche.  Un leve dolor en sus muñecas le hicieron darse cuenta de que tenía puesto unos sueros en su piel.
Con dificultad se acostumbró a la oscuridad que ahora acompañaba la habitación y cerró sus ojos agitada al darse cuenta que seguía en aquella habitación de hospital.  Había vuelto a caer en aquella pesadilla,  y para su mala suerte había traído a Flor a rastras consigo.
No se lo perdonaba.  Se había jurado que nunca la haría sufrir,  sin embargo había fallado a su promesa rotundamente. 
Se llevó las manos a la cabeza y de sus delicados labios salió un suspiro lleno de frustración, se sentía una mierda por mentirle, se sentía culpable por haber arrastrado a semejante ser luminosa a tal oscuridad.
De pronto aquellos ojitos marrones comenzaron a abrirse con dificultad, se veía tan hermosa despertándose que Jaz no pudo contener aquella pequeña lágrima que yacía en sus ojos.
Sin darse cuenta de la situación que afrontaba internamente la colorada, Flor se despertaba de a poco, como si fuera una nena de cinco años despertándose para ir al colegio. Se estiró en aquel incómodo sofá, llevándose aquella cobija con ella, y de repente sus ojos coincidieron con el verde de los de Jazmín.
-Ey, amor- dijo con una sonrisa en sus labios mientras se levantaba del sofá y se acercaba a la cama -¿Descansaste? ¿Cómo te sentís?-
-Drogada- dijo Jaz tratando de parecer graciosa
-Ya, me imagino- dijo Flor acariciando su flequillo
-¿Y vos? ¿Estuviste toda la noche acá?- preguntó mirando como al lado del sillón había un gran bolso con todas sus cosas
-Obvio que sí ¿Cómo me voy a ir, Jazmín?- dijo Flor dándole un beso en la frente
Jaz se perdió en aquel mar de chocolate, que por muy imposible que pareciese la estaba volviendo a la vida
Ahí fue cuando recordó algo… saben lo que dicen las personas sobre cuando estás a punto de morir ven una luz al final del túnel o a alguien querido… sí, es cierto. Jazmín había estado al límite de la vida milésimas de veces, pero solo esta última vez pudo comprobar esa teoría…
Cuando cayó en aquella convulsión que amenazaba con arrebatarle su vida, Jazmín solo pudo sentir y ver una cosa… a Flor… ella había sido su luz… ella había sido el único motivo por el cual regresó a la vida
-Te vi- susurró levemente
-¿Qué?- dijo Flor sin dejar de adorarla. A pesar de estar toda débil y pálida, por mucho que pareciese Jazmín continuaba siendo la mujer más hermosa que había visto en su vida
-Cuando… cuando estaba a punto…-
-Sh…- la calló colocando su dedo en su boca –No lo digas-
Jaz asintió entendiendo su posición. No quería escucharlo, no quería admitir que un día no muy lejano ella moriría
-Cuando estaba inconsciente te vi… te vi en mis sueños- confesó de una y Flor la miró sin saber qué decir, pero muy pronto las lágrimas se formaron en sus ojos –Regresé por ti, mi amor-
Al oír aquello Flor se mordió el labio muerta de amor y a la vez de rabia, pero no rabia con Jazmín… no, nunca podría sentir semejante sentimiento por la colorada, no… sentía rabia con la vida… con aquella injusta vida que se la arrebataba de sus manos
-Quiero casarme con vos- dijo de una y Jaz la miró confundida –Quiero ser tu mujer-
-Flor, yo…-
-Jaz, sé que no será por mucho tiempo. Pero me da igual. Quiero casarme con vos, compartir mi vida con vos, que más da lo que dure. Me da igual, da igual si la vida contigo dura años o segundos… pero estoy segura de que sería la mujer más feliz del mundo-
Jaz la miraba con los ojos llenos de lágrimas. No podía creerse aún como una mujer como Flor podía ser real… era una especie de ángel, un ángel que le había devuelto las ganas de vivir
-Te amo- dijo Jazmín y con las pocas fuerzas que tenía la atrajo hacia su boca, fundiéndose en un beso lleno de promesas
Debido a la falta de aire, tuvieron que romper el contacto, pero no la conexión… Flor apoyó su frente a la de ella, acariciando levemente su nariz con su rostro y muy cerquita de su ser susurró
-¿Qué me dices, Del Río? ¿Nos casamos?-

Summer (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora