Capítulo 49 "Rompiendo las reglas de la vida" (Renovado)

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Florencia Estrella siempre fue una chica de bien, alguien que nunca rompía las reglas. Ni cuando era adolescente fue rebelde, la única de sus hermanas…
De chica se pasaba el día en casa o si no en la biblioteca, no tenía casi amigos, excepto sus hermanas, pero ellas no contaban… Nunca se emborrachó… nunca perdió el control… hasta que llegó una persona a su vida
Esa persona que funcionó como un pequeño interruptor que hizo click y sacó a la verdadera Florencia Estrella. A esa Florencia que ama, que se arriesga, que se libera, que siente… que se entrega por completo
Porque sí, eso había sido Jazmín en la vida de Florencia. Un interruptor… un impulso… una fuerza que la hizo desear la libertad… que la hizo amar de verdad
Si hace dos años atrás le hubieran dicho a Florencia que estaría haciendo esto ella no se lo creería, pero ahora la cosa era diferente… totalmente diferente
Las risas reinaban en aquel pequeño cuartito de autoservicio del hospital, donde dos chicas completamente locas se escondían de las enfermeras.
Sabían que era peligroso, más en el estado de la colorada, pero también sabían que debían hacerlo… que era su única oportunidad de ser libres
-¿Ya se habrán dado cuenta?- preguntó Flor mirando por la rendija de la puerta, mientras Jazmín se cambiaba de ropa
-Seguramente… pero me da igual- dijo Jaz encogiéndose de hombros y terminándose de poner el jeans negro
-Somos unas prófugas- dijo Flor mirando como las enfermeras caminaban de un lado a otro
-Sí, pero lo hacemos por amor- esto último lo susurró en su oído, mordiendo el lóbulo de forma lenta y sexy
Flor cerró los ojos ante esta sensación y se aferró con fuerza a la puerta, al sentir aquella delicadas manos envolver su cintura con una clara intención
-Jazmín…- su quejido salió demasiado lento
-Puede que esté totalmente mal de la cabeza, pero me están dando unas ganas incontrolables de hacerte el amor aquí mismo- dijo mordiendo su cuello y Flor no hizo más que soltar un gemido
La cosa iba a seguir color fuego, cuando de pronto una voz las hizo alejarse
-¿Cómo que no saben dónde está?- decía una voz que Jaz reconoció rápidamente desde el otro lado de la puerta
-No sabemos, hace un minuto que la enfermera las vio en la habitación y…- decía el médico confundido
-¿Ese es?- susurró Flor
-Sí, es Lucho- dijo Jazmín acercándose para oír mejor -¿Vos le avisaste?-
-No, no tenía ni idea de cómo localizarlo- dijo Flor tratando de oír más -¿Javo?-
-No, él no lo conoce- dijo Jaz
-¿Cómo qué no está?- esa voz, esa voz Jazmín la reconocería en cualquier lado
Al oírla se alejó un poco de la puerta y su mirada se perdió. Hacía años que no la oía fuera de sus recuerdos, pero seguía grabada en su ser… ¿Y cómo no hacerlo? Si era la voz que llevaba oyendo desde que nació
-Calma, Andrea- esta vez fue la voz de un hombre
-¿Cómo quieres que me calme? Mi niña- lloraba la señora
Jazmín se alejó de la puerta sin querer oír más… se sentía una mierda… una mierda por no ser capaz de darle la cara a las dos personas que le habían dado la vida
Se dejó caer en el suelo, donde se escondió haciéndose un ovillo. Flor se acercó de a poco y se sentó a su lado… se había dado cuenta perfectamente de todo
-¿Son tus…?- preguntó dudosa
-Mis padres- completó Jazmín –Sí, son mis padres-
Flor la miró pensativa
-¿Queres salir? ¿Ir a verlos?-
-No- dijo la colorada secándose las lágrimas y levantándose –Quiero ser libre, Flor. Quiero casarme con vos… y si ellos… no nos dejarían…-
-Ok, entiendo- dijo Flor abrazándola
-Esperemos ¿Sí?- dijo con voz débil aferrada a ella
-Obvio que sí, hermosa. Esperaremos-
Pasaron alrededor de treinta minutos y el cuerpo de la colorada logró calmarse, a la vez que se dejaron de oír aquella voces conocidas por los pasillos. Flor no movía ni un solo músculo, no quería asustarla… no quería interrumpir aquel hermoso silencio que la colorada había creado.
Acarició con delicadeza aquellos rojos cabellos… ¿Rojos? ¿Quizás naranja? No sabría bien que color ponerle. Jazmín cerró los ojos ante el contacto y se dejó caer sobre el cuerpo de su chica, refugiándose en él…
-Prometo contarte todo- susurró con voz débil y Flor simplemente asintió dándole un beso en la cabeza
-Te amo, hermosa- dándole otro pequeño beso en su frente -¿Vamos?- tomó su mano y buscó su mirada
Jazmín miró el agarre y entrelazando sus manos con una sonrisa tierna en su rostro, asintió, levantándose del lugar
Finalmente lograron salir de aquel hospital, que más que hospital se sentía como una prisión. Corrieron como si fuera un par de adolescentes enamoradas huyendo del colegio, por todo el estacionamiento, hasta detenerse en la plaza número 6, la cual la ocupaba un hermoso auto de color rojo
-Vamos- dijo Flor sacando un llavero con un ojo de turco de su bolsillo, estaba abriendo la puerta de su auto cuando se dio cuenta de que Jazmín la miraba sorprendida -¿Qué pasa?-
-¿Es tuyo?- sorprendida. Sabía que Flor tenía dinero, pero no tanto dinero.
-Sí, este es mi bebé. ¿Te gusta?- dijo Flor con un tono orgulloso, mientras pasaba su mano por encima del fuerte y elegante capó rojo
-¿Tu bebé?- preguntó la colorada con un tono burlón mientras alzaba una ceja
-Sip, lo cuido como oro-
-Mmm… ¿Me tengo que preocupar, señorita Estrella?- dijo mientras se acercaba a la morocha, la cual ya tenía una cara bastante pícara
-Para nada, señorita del Río- dijo Flor enredando sus manos sobre el cuello de la colorada –No la cambiaría a usted por nada de este mundo-
-Me alegra oír eso- dijo Jaz, pero las últimas palabras fueron selladas por la boca de la morocha, la cual las sumergió a las dos en un delicioso beso
El beso ya iba subiendo de temperatura cuando Jazmín se dio cuenta de la situación y decidió detenerla antes de que fuera demasiado tarde para ellas. Estaban en un lugar público, y no era porque le diera vergüenza ni nada por el estilo, pero podían ser vistas por su familia, los cuales sin duda no aprobarían la locura que estaban a punto de hacer y la enviarían de vuelta a aquel horroroso hospital
-Amor… Floppy… Linda- decía en medio del beso tratando de llamar su atención
-¿Mmm?- se limitó a expresar la morocha que no se sentía capaz de abandonar aquel sabor a vainilla de esos labios
-Nos tenemos que ir- dijo finalmente separando sus labios, pero dejando sus rostros bien unidos, tan unidos que podían respirar el aire de la otra
-Perdón, no me di cuenta- dijo Flor tratando de recuperar la respiración –No quiero perder tiempo sin ti- confesó y Jaz a pesar de que una parte suya se sintió dolida por la confesión, no pudo hacer más que dejar su dolor a un lado y aceptar.
Aceptar que sus días en la tierra estaban contados, que de un momento a otro su cuerpo se apagaría y sobre todo aceptar que no podía pasar esos días sola… no sin Florencia.
Una leve sonrisa se dibujó en su rostro, y tratando de evitar que aquella maldita lágrima escapara de sus ojos verdes, acarició con sumo cuidado la mejilla de Flor
-Lo sé…- dijo con la voz  débil –Yo tampoco quiero perder tiempo sin vos-
Sus ojos coincidieron con los de Flor, y ambos predominaban los mismos sentimientos… amor… y dolor…
¿Cómo se puede amar y a la vez sufrir tanto?
-¿Qué hacemos?- preguntó Flor rompiendo el silencio repentino que se había creado
-¿Ser felices?- preguntó Jaz alzando una ceja de forma juguetona
-Eso siempre con vos… pero hablo de ahora ¿A dónde vamos?- dijo Flor sujetando su mano y entrelazando sus dedos con los de la colorada
-No lo sé- dijo mientras acariciaba los rizos de la morocha –Solo sé que me quiero casar ya con vos, que quiero todo con vos… a pesar de que sea por poco tiempo-
-No lo será- dijo Flor
-Flor…- ese era uno de los miedos más grandes de Jazmín, la esperanza…
-Sí, ya sé- dijo bajando la cabeza –Déjame al menos soñar-
Jaz sonrió de manera triste, sintiendo como su corazón era ahora el que empezaba a fallarle, ¿Por qué le tuvo que pasar esto a ella? ¿Ahora?
-Te amo- simplemente eso salió de su boca, a pesar de que en su mente miles de frases estaban formándose para mejorar la situación… pero ese simple ¨te amo¨ bastó para robarle una leve sonrisa a su prometida
-¿Vamos?- dijo Jaz halándola hacia el auto con la intención de omitir el rumbo de la conversación y salir de ese lugar de una buena vez
Una vez dentro del auto, Jazmín observaba al bebé de Florencia de arriba abajo. Los asientos eran de un color gris y eran realmente cómodos, mientras que la guantera estaba sumamente organizada, cosa que le sorprendía
-No te tenía por tan organizada- dijo risueña al ver como estaba en su debido lugar
-Hay cosas que no sabes de mí, del Río- dijo con picardía
-¿Y me las mostrarás?- siguiendo el juego
-Mmmm… déjame pensarlo… eh… obvio que sí- dijo con voz de bebé
-Linda- se limitó a decir Jaz antes de dejar un sonoro pico en sus labios
-Ahora en serio, ¿a dónde querés ir?-
-Quiero casarme con vos. Ya te lo dije-
-Y yo con vos, ¿Pero dónde?- insistió Flor
Jaz se llevó la mano a la barbilla y fijó su vista a la ventanilla, mientras Flor arrancaba su auto aún sin tener un rumbo determinado -¿A los juzgados?- preguntó Flor y obtuvo una mueca como respuesta
-No, no me gustan. Quiero que nuestra boda sea algo lindo y íntimo… y creo que los juzgados no son el lugar más idóneo para eso-
-No, no son muy acogedores- concordó -¿Al Tigre?-
-Ahí es donde primero me buscará mi familia- aportó Jazmín y Flor asintió
-¿Entonces? Nos estamos quedando sin opciones- dijo Flor mirándola de reojo
Jaz estaba sumergida en una lluvia de ideas ¿Dónde se casarían? No había pensado en eso… siempre deseo casarse en la casa de sus padres, en aquel hermoso jardín… pero no podía… sería una locura ir a casa ahora… entonces ¿Dónde?
-Podemos…- aportaba Flor
-¡Ya sé!- dijo de golpe saltando en su asiento
-¿Si?-
-Sí, espera un momento- dijo buscando su móvil
Flor trataba de ver que marcaba pero no alcanzaba a ver por la rapidez de los dedos de Jazmín en la pantalla
Uno, dos tonos y…
-¿Gero?-
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Después de la llamada, y bajo las órdenes de la colorada, Florencia se dirigió hacia la estación de trenes, todo era demasiado confuso y Jazmín se negaba a decirle cual era su plan
-¿Una estación de trenes?- preguntó Flor confundida
-Sip ¿Qué pasa?-
-Pensé que nos íbamos a casar- dijo mirándola seria
-Y lo haremos- dijo encogiéndose de hombros
-¿Acá?- su voz salió un tanto aguda, entre lo confundida y espantada que estaba con la idea
-No, tonta, ¿Cómo acá?- dijo Jaz estallando en una carcajada
-No te burles, es que no te explicas- dijo Flor dándole un mini golpe en el hombro derecho, pero que Jaz logró frenar acercándola a su cuerpo y rodeándola por la cintura
-No, no nos vamos a casar. Nos casaremos en un lugar hermoso y lleno de recuerdos para mí-
-¿Dónde?-
-¿Alguna vez has ido a Córdoba?-
-¿Córdoba?-

⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Hola volví!!
Sorry por irme de esa forma. Espero q me sigan leyendo!!
Muakiss para todos!!
...
También quiero expresar mi dolor por la muerte del pobre Albóndiga. Me dolió un montón. Pobre Albon y Jula 😢😢😢😢

Summer (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora