Capítulo 55 "Y si..."

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¿Por qué todo era tan difícil? ¿Por qué demonios nadie respetaba su decisión? No quería luchar, para qué… para quedar peor que antes.
Obvio que ella conocía sobre esa operación, había estado barajando la posibilidad de ir a verse con esa doctora durante mucho tiempo hace unos años. Pero al leer las consecuencias, el riesgo que podría traer… no, estaba mejor así. La muerte  parecía un destino mejor que el que le esperaba si se operaba y todo salía mal.
A parte, no era solo una operación sino varias, y con tratamientos agresivos de quimio, que la dejarían más muerta que viva.
Odiaba sentirse así, se sentía culpable, la mala de la película. Sabía perfectamente que Flor quería que ella se salvara, para poder vivir juntas y cumplir todos esos sueños, pero no podía arriesgarse. Es cierto que si se operaba y todo salía bien cumplir esos sueños con Flor sería posible, pero si salía mal y moría… o peor, quedaba hecha un vegetal en una cama… eso no, no podría ser un castigo para sus padres, para su hermano, para ella.
-Sos una cobarde- la voz conocida de su amigo la hizo saltar.
Llevaba casi media hora sentada bajo un porche lejos de la cabaña donde se hospedaba
-Gero, no estoy para sermones. No te lo tomes a mal- dijo sin ni siquiera mirarlo
-Me da igual. Vas a tener que oírme- dijo sentándose a su lado –No pensaba que fueras así, Jazmín del Río-
-¿Así cómo?-
-Cobarde… que a la primera se esconde de los problemas. ¿Dónde dejaste a mi amiga la loca, aquella que no le temía nada ni a nadie?-
Jaz lo miró de reojo y un suspiro lleno de derrota salió de sus labios
-Murió… esa amiga murió el día en que esta maldita mierda ocupó mi cuerpo-
-No, no murió. Solo que está escondida. Y tiene un miedo horrible a salir- dijo Gero acariciando su espalda –Ella está destrozada-
Al oír esto los ojos de Jaz se humedecieron aún más y una lágrima cayó en sus pies
-Y tú también- confirmó el chico
-¿Dónde está?-
-Se fue con la chica esa a la cabaña- le contestó
-Bien-
-Jazmín… ¿Por qué no te querés tratar, princesa?-
-Gero, no es tan fácil-
-Sé que no es fácil, pero debes hacerlo-
-¿Para qué? ¿Para que todo el mundo esté feliz?- dijo Jaz enojada
-No, loca. Para vivir- dijo Gero –No lo hagas por los que te rodean. Hazlo por vos. Hazlo por el simple hecho de que si todo sale bien, ya no dormirás con miedo de no despertar. Hazlo para volver a ser tú-
Jaz se quedó pensativa un momento, sabía que tenía razón. Todos tenían razón. Tenía que arriesgarse, luchar contra el inquilino del demonio que tenía dentro de su cuerpo, pero…
-Tengo miedo- susurró casi inaudible
-Lo sé, amor. Lo sé- dijo Gero acercándola a su cuerpo y abrazándola –Pero decime algo ¿Ya no estás cansada de vivir con ese miedo?- Jaz asintió levemente -¿Entonces? Vos y yo sabemos perfectamente cuál es la mejor forma de vencer los miedos… enfrentándolos-
Jaz apretó con fuerza la mano de su amigo que ahora estaba junto a la suya. Tenía razón, debía enfrentar todo. Podía contra esa enfermedad. Si, obvio que podía… con Florencia podía.
Se paró de golpe y Gero la miró confundida
-¿A dónde vas?- preguntó el chico al verla
Jaz se volteó a verlo, aún sin dejar de caminar y con una sonrisa, mientras se secaba las pequeñas lágrimas –A enfrentar mis miedos-

Caminó lo más rápido que pudo hacia la cabaña, donde sabía que estaría Flor, aunque no estaba sola. Al abrir la puerta, Jaz se topó con Elena sentada sobre su cama, mientras Flor lloraba sobre sus muslos.
Al sentir la puerta abrirse, ambas miradas se posaron en ella.
-Jaz…- dijo Elena con alivio
Flor no dijo nada, no hacía falta, en sus ojos se veía la desesperación y la tristeza que sentía
-¿Dónde te habías metido?- volvió a hablar la rubia
-Elena, ¿Nos dejas solas?- dijo Jazmín ignorando por completo a la chica
-Eh… sí, obvio, obvio, pero…-
-Elen, por fa- insistió Jaz y Elena asintió mientras se calzaba y salía por fin de la habitación
Una vez solas el silencio reinó de nuevo. No sabían qué decir, o más bien sí, pero no se animaban con temor a cometer un error. Flor solo la miraba, ni siquiera había abandonado la posición que tenía anteriormente. Mientras que Jazmín, no podía parar de jugar con el borde de su chaqueta
-Soy una imbécil- dijo por fin la colorada y Flor la miró sin hacer ningún gesto. Como confirmándole sus palabras –Y una egoísta. No debí… no debía pensar solo en mí-
-Jazmín, déjalo. ¿Si?-
-No,  fui una egoísta. No me puse a pensar en ningún momento en ti. En tu sufrimiento. Siempre he sido una egoísta. Desde el principio. Ahora es que me doy cuenta-
Flor siguió sin decir nada
-Yo te enamoré sabiendo que nuestro amor tenía fecha límite, yo te pedí matrimonio aun sabiendo que estaba a las puertas de la muerte. Y ahora… ahora que se presenta la oportunidad de salvarme… de salvarnos… la rechazo- dijo y ya sentía el sabor salado de sus lágrimas cayendo por su rostro
-No sos egoísta, Jazmín. Al menos no al principio. Se necesitan dos personas para enamorarse, y a parte, yo más que nadie quiso seguir adelante con la boda. No tienes toda la culpa de mi dolor… pero de lo que si tienes la culpa es de rendirte, de no luchar, ahí si eres egoísta… al no pensar que yo también te pierdo…- dijo Flor llorando por igual
-Perdón-
Flor negó con la cabeza –No tiene caso- dijo parándose y dirigiéndose al baño, pero antes de lograr entrar
-Acepto la operación- dijo Jaz de una y los pasos de Flor se detuvieron
-¿Qué?- volteándose confundida
-Que sí, que sí, que la acepto. Acepto operarme, acepto hacerme el tratamiento- dijo mirándola a los ojos
Flor la analizó con la mirada por unos segundos, aún estaba algo en shock
-Jaz, no- dijo haciendo que la colorada frunciera el ceño
-¿No?-
-No, no quiero que hagas algo porque yo lo quiera. Si vos no estás segura, no querés… no lo hagas. No quiero obligarte a nada- dijo Flor agobiada, y cuando se vino a dar cuenta ya tenía a su mujer a pocos centímetros de su cuerpo, sujetando con decisión sus mejillas
Sus rostros estaban tan cerca que casi podían respirar el aire de la otra. Los ojos de Jazmín la tenían totalmente hipnotizada, la habían hecho borrar cualquier pensamiento que pudiera estar pasando por su cabeza en esos momentos.
-Voy a hacerlo, no por ti, no por mí… sino por nosotras, Floppy- dijo más segura que nunca
-¿Estás segura?- susurró sin apartar los ojos de su chica
-Más segura que nunca- dijo Jaz dejando un leve beso en sus labios –Quiero vivir esta vida, Floppy, y quiero vivirla a tu lado-

Summer (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora