Capítulo 30 "Día 8: El mejor desayuno"

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Ya era casi medio día cuando Florencia había logrado salir de la cama de Jazmín.  Estaba arreglándose en el baño, después de también haber hecho el amor en la ducha,  y se miraba en el espejo sin creerse aún la noche que había pasado.  Nunca se imaginó que podría disfrutar tanto de una persona como disfrutó de Jazmín.  Había probado toda su piel,  sus labios,  inclusive aquel líquido que emanaba de ella,  que nunca se imagino que tuviera ese extraordinario sabor.  Quién la viera y quién la ve.  Aquel pequeño ángel de cabello naranja le había dado un giro de 360 grados a su vida,  y al contrario del pasado no le asustaba este cambio.  No,  al contrario,  deseaba que siguiera cambiando de a poco su vida.
Tomó una de las remeras de Jazmín que estaban sobre el toallero,  se la puso por encima para cubrirse hasta la punta de sus nalgas.  Sonrió al pensar el efecto que tendría este atuendo en Jazmín,  quién seguramente estaría esperándola para ir a por más.
Salió del cuarto con una sonrisa de oreja a oreja buscando a su chica,  pero se topó con un cuarto y una cama vacía.
En ese momento oyó el sonido de una radio encenderse en el piso de abajo,  y el olor de unos deliciosos panqueques se apoderó de su nariz
Casi como una nena bajo corriendo las escaleras,  esperando a hacer una gran entrada y cautiva a su chica con su look,  pero la que quedó cautivada y con la boca abierta fue ella al entrar a la cocina y encontrarse con  tan sensual escena.
Ahí frente a ella,  preparando el desayuno se encontraba Jazmín...  Pero esta tenía algo especial,  bueno,  en realidad lo especial era que no tenía nada,  excepto un pequeño delantal.  Jazmín estaba completamente desnuda bajo aquel fino delantal y movía sus nalgas al ritmo de la música.
Flor tragó en seco al ver aquel monumento moverse de forma tan sensual y tan desnudo.  Era perfecta,  era totalmente perfecta....  Su trasero al descubierto,  sus pechos casi saliéndose a través del delantal.  Sin  duda esa era una de las escenas más eróticas que iba a ver en su vida.
¿Se imaginan lo que es encontrarte a Jazmín del Río haciéndote el desayuno completamente desnuda?  Me muero
-Mmm...  ¿Te vas a quedar ahí todo el día o...? – dijo Jaz sin dejar de hacer lo que estaba haciendo antes de que esta bajara
Flor ni siquiera reaccionaba,  estaba estática.  Jazmín sonrió de medio lado sabiendo el efecto que había causado en Flor,  le encantaba sentirse deseada por ella.  Se volteó con una mirada pícara y le sonrió
-¿Qué pasa,  amor?  ¿Te quedaste muda? - dijo con un tono seductor -¿O es que te gusta el desayuno que te estoy preparando? -
-Creo que me gusta más quien prepara ese desayuno…  Jazmín...  Estas... – tartamudeaba de lo excitada que estaba ¿Quién no?
-Desnuda- completó con descaro  -Sí,  ¿tienes algún problema? - susurró
-No,  yo no.  Él que lo va a tener es mi corazón- confesó Flor y Jazmín río bajito,  dejando lo que estaba preparando encima de la mesada y caminando hacia ella
Enredó sus manos sobre el cuello de la Estrella y la miró directamente a los ojos.
-¿Te gané? - susurró casi contra sus labios
-¿Qué? – confundida y Jazmín la señalo de arriba a abajo
-Me querías provocar con ese atuendo y yo...  Te gané.  ¿O me equívoco? – en su cara se dibujó una sonrisa triunfante
Una risa casi inmediata salió de la boca de Flor.   No se podía creer lo especial que era Jazmín.  Era del tipo de persona que siempre te sorprendía,  cuando más crees conocerla más te sorprende.
-Estás loca- dijo risueña
-Lo sé...  Pero estoy loca por vos- y mordió el labio de la morocha halándolo un poco -¿Tienes hambre? -
-Me muero de hambre-
-Mmm...  Lo suponía por eso te preparé un manjar- dijo separándose y volviendo a la mesada
-Me gusta la forma en la que me preparas el desayuno.  Podría acostumbrarme- dijo Flor mientras se sentaba en su sitio y le seguía mirando el culo
Jazmín río bajito ante el comentario de la chica. 
-¿Le cocinas así a todos tus invitados? – dijo con un tono juguetón
Jazmín la miró risueña -No,  solo a vos...  Sos mi invitada especial-
-¿Ah,  sí?  ¿Y eso por qué? -
-Ya lo averiguarás- dijo con un tono misterioso que hizo estremecer a la morocha
Jazmín sirvió los panqueques y   Florencia casi salta sobre el plato a devorarlos cuando sintió las manos de Jazmín detenerla
-Ehhh-
-¿Qué pasa? Le iba a echar chocolate- dijo Flor con el pomo de sirope en la mano
-Vamos a hacerlo de una manera  diferente- dijo levantándose
-¿Qué? - confundida pero sus palabras desaparecieron al ver como Jazmín se quitaba el delantal y quedaba completamente desnuda  delante de sus ojos
-Jaz...  ¿Qué?  ¿Qué haces? – nerviosa y excitada
-¿Qué pasa?  ¿No te gusta? – dijo de la forma más descarada del mundo
-Me encanta pero... – sin entender
-Shhh... - dijo Jazmín tapando su boca con sus dedos -Déjame a mí- susurró haciendo que Flor perdiera toda su fuerza de voluntad
Flor sintió su cuerpo erizarse de arriba abajo ante aquel comentario
-¿Qué vas a hacer? -
-Te voy a enseñar a disfrutar de la vida,  Flor- y sin más tomó la botella de sirope de chocolate que la morocha tenía en la mano -¿Me dijiste que te gusta el chocolate? ¿No?-
-Sí… Sí… Me encanta-
-Pues ahora te va a encantar más-
Bajo la atenta e incrédula mirada de Flor,  Jazmín dejó caer aquel sirope de una forma demasiado lenta por su cuerpo.  Cubría sus senos,  su abdomen,  y se perdían en su centro.
Flor no decía una palabra.  Nunca se imaginó viendo tal escena,  nunca se pensó estar viviendo esto....  Pero eso era lo que tenía de especial Jazmín.  Con ella nunca se sabía que podía pasar.
La colorad cubierta de chocolate caminó hacia ella con una mirada que hacía temblar a cualquier ser humano. Se aferró a su cuerpo y mirándola directamente a los ojos dijo con una voz tan ronca que no reconoció como suya
-Cómeme,  Florencia... – Flor apretó sus manos, que descansaban en la cintura de Jaz -Yo soy tu desayuno-
Flor no supo que fue,  pero el hecho de tenerla de esa forma la hizo perder el control y se lanzó sobre su cuerpo para devorarla. Después de todo ella misma lo había dicho… era su desayuno ¿No?
Mordía,  y lamía su cuello con  devoción,  descubriendo un nuevo sabor favorito. Chocolate con Jazmín… un sabor único, el cual solo ella podía probar
Era demasiado deliciosa
Una de sus manos se posaron en el trasero de Jazmín,  y al alzó para llevarla hasta la mesada,  donde la colocó sin ningún cuidado.
-Mmm...  Me gusta...  Salvaje- dijo Jaz con una voz llena de lujuria -Cómeme,  Florencia-
Y así lo hizo,  Flor comenzó besar su clavícula,  luego bajó a sus pechos los cuales chupó con viveza.  Amaba el tacto con la piel de Jazmín,  su sabor,  sus gemidos.
La colorada ya estaba fuera de sí,  pero a su vez se le veía tan dominante.  Tan entregada.  Puede que Flor fuera la que estuviera devorándola,  pero ella era la que mandaba.  Ella era la que con solo una mirada hacia de aquella morocha lo que quisiera.
-¡Ah,  así! - gritó cuando Flor mordió uno de sus pechos
Lo mordía con devoción, como si realmente estuviera comiendo una torta de chocolate. Se apartó de ellos para seguir bajando por el cuerpo de Jaz
Jazmín mordía sus labios con fuerza tratando de contener sus salvajes gemidos, entonces fue cuando la vio y no pudo contenerse… Flor estaba bajando por su cuerpo y colocándose entre sus piernas.
La morocha le indicó con una sola mirada lo que quería hacer, y Jazmín abrió sus piernas para darle paso, dejando completamente su centro goteante al descubierto
-Flor... - la morocha la miró dudosa -Si,  hazlo- necesitada
Flor miró nuevamente  el centro de Jazmín y luego a sus ojos.  Estaba demasiado húmedo,  demasiado excitado...  Se moría por probarlo pero el miedo a no hacerlo bien era demasiado
-Jaz, yo...  No sé...  No sé cómo... -
-Haz lo que sientas,  mi amor.  Estoy segura de que me encantará- con la respiración entre cortada
Lentamente Flor se acercó a aquel lugar,  que tenía un aroma especial  afrodisiaco.  Sin apartar sus ojos de los verdes de Jazmín,  Flor lamió de arriba abajo sobre sus pliegues t deteniéndose en el clítoris,  haciendo que la colorada soltara un grito lleno de placer
Jazmín había hecho esto y le habían hecho esto millones de veces, para ella el sexo oral no era ninguna novedad…  pero el sexo oral con Flor era otra cosa. El solo hecho de imaginarse disfrutándola entre sus piernas la volvía loca. La lengua de Flor era la puta gloria, nunca se había sentido así.
Se aferró con fuerza a la esquina de la mesada, mientras su cuerpo se curvaba del placer. Flor movía su lengua con agilidad, se notaba que estaba disfrutando ¿Quién no?
-¡Si,  Si!! – gemía fuera de sí
-Mmmm...  Eres deliciosa…-
Flor clavó sus uñas en los muslos de la colorada y adentrándose más a su entrepierna.
Con uno de sus dedos penetró aquella zona tan íntima,  sintiendo lo caliente y estrecho que estaba el interior de Jazmín.
Dios,  sus gemidos.  Los gemidos de Jazmín se habían convertido en su melodía favorita.
Jazmín estaba tan excitada que no hizo falta mucho,  en menos de un minuto se sintió desvanecer sobre aquella mesada y se corrió sin pudor en la boca de la morocha,  la cual la devoraba como si realmente fuera su desayuno
De a poco salió de la entrepierna de Jazmín y se dirigió a sus labios,  haciéndola sentir su propio sabor.
-No lo sabía...  Pero hacerte eso...  Comerte de esa forma...  Era algo que siempre había deseado- confesó Flor haciéndola reír a Jazmín
-Y muchas veces más que lo vas a hacer,  Florencia.  Y muchas más... – arqueó la ceja provocativa tratando de mantener el aire en sus pulmones, y sin más se bajó de la mesada
Intercambió lugares, arremetiendo a Flor contra la mesada. Ahora era su turno de sentir el cielo
-Ahora me toca a mí- susurró la colorada
Y le partió la boca de un beso,  tan intenso que le daba un avance a Flor de lo que estaba por venir.

NOTA:
Hola, bebés. Este capítulo fue hot, súper hot… hasta ahora nada malo ha pasado, pero no ser acostumbren..
Ah, se me olvidaba. Me estoy quedando sin fan fic para leer. Por fa, recomiéndenme alguno para leer. Que sea Flozmín.
Los últimos que leí y que aún sigo leyendo son Creer para ver, ¨Que te apuestas¨ y ¨Porque vos vales la pena¨. Se los recomiendo.

Summer (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora