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—Date prisa.—Le ordenó con severidad Seis, con los brazos cruzados y observando como Lance hurgaba en los archivos, sus manos temblaban con miedo y nerviosismo.

Lance asintió con efusividad y comenzó apresurarse, siendo sincero, aquella chica daba mas miedo que los otros dos. Seis bufo recargándose en medio de las piernas de Klaus, que por cierto, se encontraba sentado en la isla de la sala.

Después de unos pocos minutos, Lance saco el archivo correspondiente al ojo y de inmediato comenzó a ojearlo. Sus ojos se abrieron con sorpresa y sus labios se fruncieron con incredulidad, no había ningún informe sobre aquel ojo que traían los mellizos.

—Que raro.

—¿El qué?—Preguntaron los mellizos a la misma vez.

—Ningún cliente ha comprado el ojo aún.

—¿Que? ¿Que quiere decir?—Cuestionó Klaus alzando un poco su voz y bajándose de la isla, haciendo que Lance retrocediera unos cuantos pasos.

—Bueno, aquí pone que el ojo con ese numero de serie... tiene que ser un error.—Explicó con la voz temblorosa e intimidado por Klaus.

Seis quiso reír, pues parecía que Lance en algún momento se haría pis y era divertidos porque sabía que Klaus era un amor de persona

Seis parpadeo unos segundos apartando la mirada de Klaus y llevándola al archivó, sus labios se torcieron y una mueca de enojo apareció.—Si. Es evidente que es un maldito error.—Escupió Seis.

—Ni si quiera se ha fabricado.—Musitó el hombre. Su mirada se azlo y lleno de curiosidad observo a los mellizos.—¿De donde lo han sacado?

—Métete en tus asuntos gordo.—Le contestó Seis con molestia.

—Por supuesto, tenia que ser eso.—Musitó Cinco lanzándole una mirada cómplice a su hermana.

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—Esto va mal.—Admitió Cinco, caminando de un lado a otro.

—Bastante mal.

—He estado bien ¿No?—Preguntó Klaus con orgullo.—"¿Que hay de mi consentimiento? ¡Cabron!"

Cinco rodó sus ojos con fastidio antes de lanzarle una mirada de molestia a Klaus.—Klaus, eso no importa ahora.

—¿Por que están tan molestos, eh? ¿Díganme que pasa, por qué es tan importante el ojo?

—Klaus—Llamo Seis captando su atención de inmediato, Klaus hizo una mueca de disgusto por el tono tan serio en que lo había llamado.
—, alguien perderá un ojo en los próximos siete días...

—Y provocara el final de la vida en la tierra.—Finalizó Cinco interrumpiendo a su hermana.

Klaus asintió frunciendo sus labios, sin darle alguna importancia a lo que habían dicho y concentrándose en el vacío que sentía en su barriga.—Oye, ¿Me das mis veinte dólares o que?

—¿Veinte dólares? ¿Hiciste esto por dinero, Klaus?—Seis alzo una de sus cejas y con sus brazos cruzados, no podía creerlo. Al ver que Klaus no contestaba su rostro cambio de uno incrédulo a uno muy decepcionado, uno que hasta hizo sentir mal a Klaus.—Después de que te dije que el maldito Apocalipsis llegara en siete días, ¿Te importa mas unos mugrosos veinte dólares?

THE GIRL | Klaus HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora