THE GIRL | Klaus Hargreeves

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—Esto parece como una película de terror.—Comentó Seis entre un susurro sin dejar de mirar como todas las cosas del exterior de la cabaña se balanceaban de un lado a otro por si solas.

—Vamos. Vanya esta aquí.—Allison apresuro escuchando como era que de la casa salía una melodía compuesta por un violín.

—No nos vamos a separar, ¿oíste?—Seis le advirtió.

—Bien.—Asintió su hermana tomando de la mano de Seis.—¿¡Vanya?!

Seis jalo de Allison hasta la puerta y sin pensárselo dos veces la abrió de golpe.—Vanya.

—¿Vanya, que es lo que esta pasando?—Pregunto Allison cerrando la puerta y haciendo que Vanya dejara de tocar.

—¿Que están haciendo aquí?

—Buscándote, evidentemente.—Contestó Seis mirándola de arriba abajo, inspeccionando que estuviera sana.—¿Estas bien?

—Si.—Vanya asintió con confusión.

—Esta pasándo algo muy raro, ¿Que sucede?—Preguntó Allison mirando a su alrededor.

Vanya las miro con firmeza y seguridad.—Yo.

—¿A que te refieres con "Yo"?—Preguntó Seis soltando la mano de Allison para acercarse unos cuantos  pasos a Vanya.

—Me refiero a que yo provoque esto. Con mis poderes.—Confeso. Ambas la miraron con sorpresa y desconcierto.—Resulta que siempre los tuve todo este tiempo. Que raro, ¿no?

—Es... eso es... eso es increíble.—Balbuceó Allison ganándose una sospechosa mirada de Seis.

—¿Pero...?

—¿Podemos hablarlo en el auto?

—¿Por qué?

—Escucha, Vanya, esto no te va a gustar.—Mencionó Allison.

—Eso jamas te detuvo.

Seis torció la boca desesperada. Solo perdían tiempo con tantos rodeos.—Leonard Peabody.—Mencionó—No, Vanya. No es así como se llama. Su verdadero nombre es Harold Jenkins.

—¿Recuerdas cuando no encontré nada sobre Leonard en la biblioteca? Es porque Leonard Peabody no existe.

—Harold Jenkins, sí. Y déjame decirte que estuvo doce años en la cárcel. Estas en peligro Vanya. Ese loco asesino a su padre a los trece años.

—Eso es una locura.—Negó Vanya.—Su padre era ingeniero...

—Tengo su expediente en el auto, puedo enseñártelo.—Le interrumpió Allison.

—No... yo no entiendo.

—Leonard, Harold... se que no tiene sentido.—Dijo acercándose a ella.—Y se que es una locura, pero estuvimos es su casa. Tiene fotos nuestras con los ojos arrancados.

—¿Que? No sabes...

—Vanya, por favor. Prometemos contártelo todo en el auto, con lujo de detalle, pero vámonos de aquí ya.—Seis prometió dando un paso adelante. Tratando de convencer a Vanya y largarse de ahí.

Aunque ciertamente, ella no se iría de ahí sin antes acabar con la vida de aquel hombre.

—Vamos.—Asintió Allison tomándola del brazo.

—No, ¡paren ya!—Alzo la voz soltandose de Allison y sentándose en en sofá sin poder creer nada de lo que sus hermanas le decían.

Allison se arrodilló frente a ella.—No imagino lo difícil que debe ser para ti, oír todo esto, pero te quiero, te queremos y yo... solo quiero apoyarte como hermana.