42

2.7K 288 38
                                    

HACE MUCHO TIEMPO...

—Reggie. Te ves elegante.

Pensé que era correcto comprar algo especial para la ocasión—Le dijo a la mujer, tomando asiento en la orilla de la cama y abriendo el estuche nuevo del violín.—, como lo pediste.—Se giro para poder verla.—No me había dado cuenta de que querías tocar.

—No quiero.—Negó ella mirando aquel bonito instrumento.—Quiero que lo lleves contigo.

El hombre, inclinó su cabeza megando con tristeza.—No, mi amor.

—Por favor.—Suplicó poniendo su mano encima de la de el.—Encuentra a alguien que lo adore tanto como yo.

Reginald dejo a un lado el estuche y se acercó a su esposa hasta quedar cara a cara. Ella aprovechó la oportunidad para acariciar cada línea de su rostro, tratando de memorizar todo detalle.—No puedo hacerlo. Debe haber otra manera.

—No la hay. Yo moriré aquí... pero tú no. No lo permitiré. Le mundo te necesita, Reggie. Ahora, vete.—Le pidió.

Reginald tomó la mano de su esposa entre su mano y la acercó hasta sus labios para ahí depositar un tierno y triste beso. Sabía que esta era la ultoma vez que vería su rostro, sabía que lo iba ser durante un gran largo tiempo hasta que muriera y pudiera reencontrarse con ella nuevamente.

┏━━━━━━━━━━━┓
☂️
┗━━━━━━━━━━━┛

HOY...

—¿Qué demonios está sucediendo? ¿Que fue ese ruido?—Cuestiono Seis despertando de golpe y levantandose de un salto. Klaus inmediatamente pasó su brazo por debajo del de ella y la ayudo a salir de su habitación.

—¿Esas explosiones vienen de....?

—Vanya.—Le interrumpió Pogo.

—¿Vanya? ¿Que tiene que ver? ¿Ella está aquí? ¿Esta bien?—Seis miro a todos esperando una respuesta rápido.

—Señorita, Freya, en este momento debemos ir a un lugar seguro de la academia. Después, podrán explicarle todo. Pero en esté momento estamos en peligro.

Klaus no esperó una respuesta positiva de ella, ni de nadie más. Tomo por las piernas a Seis y la cargo en sus brazos antes de apresurarse a salir de allí junto con Diego.

—¡No olviden a mamá!—Les grito antes de llevar su mirada al mono.—Pogo, yo...

—¡Vaya, ahora!—Le interrumpió apresurandolos.

—¿Que demonios está pasando?—Dijo aferrándose al cuello de Klaus, debido a que todo se movía como si hubiera un temblor.

—Es Vanya. ¡Yo le dije que no era una buena idea dejarla encerrada allá abajo!—Klaus dijo entredientes, sintiendo un ligero rencor hacía su hermano Luther.

THE GIRL | Klaus HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora