15

4.6K 420 71
                                    


—Hemos pasado toda la noche y parte de la mañana siguiéndolo.—Seis musitó entredientes y apunto de arrancarse su brillante cabello rubio.—¡No ha hecho nada! Absolutamente nada mas que sacar a su tonto perro al veterinario.

—Parece que estas de mal humor.

—No parece, Cinco. Estoy de mal humor. ¡Estoy apunto de explotar!—Soltó un bufido recargándose en el asiento de golpe.—Estoy harta de esperar. Si no habla, hay que hacerlo hablar.

—¿Estas segura? Sabes que eso siempre te deja agotada.—Le recordó su hermano, mirándola con los ojos entrecerrados, no convencido.

Seis asintió sin pensárselo dos veces y dibujando una sonrisa malévola.—Oh, ese idiota va hablar si o si.

—Solo recuerda no matarlo... aun.

┏━━━━━━━━━━━┓
☂️

┗━━━━━━━━━━━┛

Klaus había pasado una mala noche. No era la peor, de eso estaba mas seguro. Hazel y Cha Cha habían pasado toda la mañana torturandolo de diferentes formas para hacerlo hablar, sin embrago, Klaus no lo había hecho; aun podía soportar unos golpes mas.

Klaus, a unos segundos de caer inconsciente, había recordado cuales habían sido las peores noches que había pasado y en todas ellas, Seis se relacionaba. Las pesadillas donde ella desaparecía lo atacaban con brutalidad por las noches y solo conseguía aliviarlas drogándose. Y eso a veces.

Ya habían pasado mas de dos horas de que Klaus había despertado de su inconsciencia. Hazel y Cha Cha no habían desperdiciado ni un milisegundo para comenzar a torturarlo de nuevo, ahora lo estaban ahorcando.

—Numero Cinco y Seis ¿Dónde están?—Cha Cha le cuestionó apretando aun mas el lazo en su cuello.

—No—Klaus intentó responder, parecía que lo disfrutaba.—... te detengas. Ya casi llego.

—¿Acaso es una...?—Cha cha miro la toalla colgada de la cintura de Klaus, sin poder creer lo que sus ojos estaban viendo.

—Sip.—Afirmó Hazel. Cha Cha soltó un gruñido y lo soltó, haciendo que Klaus soltara un gemido grave.

—No hay nada como la linda estrangulación para que fluya la sangre, ¿Verdad?—Gimió tembloroso y con una sonrisita en su rostro.

Todo esto le parecía divertido, algo doloroso, pero divertido. "Si tan solo mi Solecito estuviera aquí" pensó mordiendo su lengua y soltando una risita traviesa. Oh, claro que si, a Klaus le encantaría que Seis lo hubiera estado estrangulando en vez de sus secuestradores.

—¿Que es tan gracioso, imbecil?—Hazel le dio un zape en la cabeza, ya cansado.

Klaus se encogió de hombros.—Bueno, para empezar pasaron las ultimas diez horas golpeándome hasta perder el sentido y no han aprendido absolutamente nada.—Hizo notar soltando una inaudible risa.—Digo, nadie me dice nada. La verdad es que soy la única persona en esa casa que nadie notara que falta. ¡Sorpresa! Secuestraron al tipo equivocado.—Exclamó burlándose de ellos.

Hazel volvió acercársele para darle otro golpe. Miro a Cha Cha con fastidio, ya no aguantaba ni un segundo mas a Klaus.—Por favor, haz que pare de hablar.

Cha cha se levantó de la cama con decisión. Quería jugar rudo, pues jugarían rudo.—Vamos a torturarlo con agua.—Ordenó cubriendo el rostro de Klaus con un trapo. Hazel se acerco con un cubo lleno y comenzó a vaciarlo en Klaus.

THE GIRL | Klaus HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora