Still me (Only you 2) ➸ Luke Hemmings

#21: Parque de atracciones

Rodé los ojos negando con la cabeza y me di la vuelta en dirección a la escalera que llevaba a la primera planta de la casa, donde estaba Julie ya lista esperándonos.

—¡Dios tanto se tardan!.— gritó histérica, como siempre.

—¡Julie calmate o te quedarás aquí toda ma tarde!.— grité en el mismo tono que ella.

Luke bajó corriendo las escaleras y habló.

—¿Ya están listas?.— preguntó tomando las llaves del coche que estaban sobre la mesa.

—Sí.— respondimos al unísono.

Salimos de la casa y nos adentramos al automóvil de Luke. Era inmenso.

—He traído uno de mis cds para escuchar.— dijo Julie alcanzándome el cd.

Lo miré y decía “Four” y más abajo “One Direction”.

Lo puse en el reproductor y comenzó a sonar la primera canción “Fireproof”.

—¿Sabes que Harry está en esa banda?.— dijo Luke mientras conducía.

—Wow, espera ¿Harry Styles? El chico del colegio.— dije tonta.

—El mismo.— respondió.— son conocidos en todo el mundo.

Las canciones pasaron hasta que el cd termino.

—¡Ahora va un cd mío!.— grité.

—¡Don't panic! ¡Don't panic! ¡Don't panic!.— repetía Luke haciéndome entender que quería que pusiera Don't panic: It's longer now! de All time low.

Lo puse y él dejo escapar un "yay" reí por eso.

...

—Bien Julie, recuerda todo lo que te he dicho, no te separes de nosotros, ¿ok?.— ordené.

Ella puso los ojos en blanco y aprobó con la cabeza.

Estábamos en la cola para comprar las entradas del parque, la cola era gigante, más de dos cuadras.

Estuvimos allí por una hora, hasta que compramos las entradas.

Entramos y todos los juegos aparecieron.

Era enorme, habían carruseles, montañas rusas, autos chocadores, hamacas voladoras, martillos, entre otras.

—¡Quiero subir a la montaña rusa roja!.— gritó Julie señalando hacia su izquierda.

Miré hacia donde señalaba y me quede mirando allí por más de un minuto antes de gesticular una palabra.

—Wow.— dije sin más.

—¡Sí yo también quiero ir!.— dijo Luke como un pequeño niño.

Genial, tendría que subirme yo también.

—¿Y qué tal si vamos a otro juego?.— pregunté tartamudeando.

—¿Tienes miedo?.— preguntó Luke tomando mi mano con delicadeza.

—Algo.— dije siendo sincera.

—No te pasará nada.— dijo animándome.

—No lo sé.— dije algo desanimada.

—¡Vamos Alex! No pasará nada, los juegos son seguros.— dijo Julie.

—¡Si no vomitas te compro un helado al bajar!.— dijo Luke besando mi mejilla sonoramente.

Al parecer todo este tiempo estuvimos en la fila y yo no me había dado cuenta, porque solo habían dos personas adelante nuestro, y en esta vuelta subiríamos.

—Pasen.— dijo el chico con en uniforme del parque.

Subí tambaleando al carrito en el cual estábamos Luke y yo, en el de atrás venía Julie con otro chico.

Apreté la mano de Luke antes de que el chico del uniforme colocara la barra de protección adelante de nosotros.

—No tengas miedo.— dijo Luke.— ganate el helado.— dijo provocando que riera.

El carro se empezó a mover al igual que los demás. Adiós mundo, si sobrevivo te debo una.

...

—Te dije que podías lograrlo.— dijo Luke mientras bajábamos de allí.

No había vomitado, pero creo que mi corazón se ha salido por mi boca al bajar esa gran elevación en la montaña rusa.

—Quiero mi helado.— dije haciendo un puchero.

—Ya que nadie vomitó ¡helados para todos!.— dijo Julie, y los tres reímos a carcajadas.

Nos movimos hasta la casa de helados hasta la casa de helados ubicada dentro del parque, yo pedí de chocolate, como siempre, Julie de arándanos y Luke de dulce de leche.

Nos sentamos Luke y yo en una banca, mientras que Julie al parecer, se había hecho un amigo, el de la montaña rusa, y ambos estaban sentados en un banco a unos seis metros de nosotros.

Teníamos una gran vista desde aquí, se podía ver el río y el sol ocultándose a lo lejos. Lindo atardecer.

—La pasé genial.— dije probando mi helado, que por cierto, estaba delicioso.

—Yo igual.— dijo besando mi mejilla.

—¿Mañana tienes que dar el concierto verdad?.— pregunté.

—Sí, tendré que levantarme temprano para ir al ensayo.— dijo y río.— eso es lo malo de ser cantante.— dijo lamiendo su helado.

Hubo unos minutos de silencio, pero no uno incómodo, si no todo lo contrario, era perfecto.

—¿Te quedarás a dormir en mi casa?.— pregunté de la nada.

—Sólo si tú quieres que me quede.— dijo sonriendo.

—Entonces es un sí.— dije y lo tome del cuello con mi mano libre para acercarlo un poco más a mí, y lo besé, fue un beso de lo más tierno.

Nos separamos y ambos seguíamos con nuestras frentes pegadas viéndonos a los ojos.

Sus ojos son perfectos...

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¡Nuevo capítulo! :)

-Mary xoxo