—¿Me perdonarías? Por favor Alex.— habló luego de una pausa bastante larga.
—¿Acaso pretendes que te perdone así como así? Esto no es una novela romántica Luke.— escupí furiosa ¿Qué se creía?
—Entiendo.— dijo incómodo. Jugueteaba con sus manos mientras no tenía un punto de vista fijo.— Me gusta tu casa.— habló.
—Gracias.— hablé sin más.
—Por favor Alex, no me trates así, sólo quiero solucionar nuestros problemas, sabes que te amo y aún que me trates así lo seguiré haciendo.— habló clavando su vista en mí.— ¿Podríamos empezar de cero?
—Estoy cansada de empezar de cero, al final todo termina destruyéndose.— dije un poco más calmada.
—Te pido una última oportunidad.— hizo una breve pausa.— y si la vuelvo a joder no te molestaré más, nunca más.— habló como si su vida dependiera de mí y mi decisión. Lo único que él hacia era observarme detalladamente, esperando a que alguna palabra saliese de mí.
—La última.— hablé con una leve sonrisa en mi rostro. Pude ver como la cara de Luke se iluminaba de alegría.— pero eso no quiere decir que seamos algo.— agregué.
—Ya lo seremos.— habló con felicidad. Tomó mi mano y soltó algunas palabras.— ¿Te gustaría ir a algún lugar conmigo?.
—Me encantaría.— dije regalándole una sonrisa.
—¿Y a dónde se puede ir aquí?
—Que no sea una provincia muy conocida no quiere decir que no haya nada aquí.— dije con una mueca.
—Entonces ¿A dónde podemos ir?
—No lo sé, tú me has invitado, se supone que tendrías que saber a donde ir.— reí.
Él se quedó un rato en silencio, mirando hacia un punto fijo.
—¿Recuerdas nuestra primera cita?.— Me miró con una gran sonrisa.
—Fue el mismo día en cual conocí a los chicos.— sonreí al recordarlos.
—Fuimos al parque.— habló con la vista puesta en un punto indefinido.
—Ese día no regañaron y nos castigaron.— hablé rodando los ojos.
—Y te convencí de salir y dejar de ser la niña que no rompe un plato.— dijo y dirigió su mirada hacia mí.— deberías de agradecerme.— habló mirándome bastante feliz.
—¿A qué se debe tanta felicidad?.— comenté algo confundida.
—Me gusta recordar los buenos momentos que pasamos juntos.— dijo bajando la mirada.
—¡Ese día nos paró el policía y Liz te súper regañó!.— reí al recordarlo.
Él río y cubrió su cara con las manos.
—¿Recuerdas que más pasó ese día?.- habló él.
—¿No?.- solté confundida.
—Ese día nos acostamos juntos por primera vez.— se levantó dejando ver su rostro ruborizado.
Se veía muy tierno. Luke es de esas personas que nunca olvida esos pequeños detalles de sus “días memorables” es muy detallista, y eso lo hace aún mejor novio, aunque actualmente no seamos más que amigos, o eso creo.
—Amo como recuerdas las pequeñas cosas.— hablé dejando escapar una sonrisa de entre mis labios.
—Amo cuando sonríes, y también cuando te pones nerviosa por mi presencia.— dijo sin dejar de verme.
Él tenía razón, el solo hecho de que él esté junto a mí me ponía los pelos de punta.
—Ven, ya veré a donde iremos.— dijo y se levantó estirando su mano para que lo siguiera.
Tomé su mano y me dirijo hasta la salida de la habitación.
—¿Y como iremos?.— hablé detrás del rubio.
—¿Acaso no tienes un automóvil?
—No.— aclaré con una mueca incómoda.
—Entonces habrá que agilizar las piernas.— dijo tirando de mi brazo provocando que casi me caiga.
Ambos corríamos por los pasillos del hotel como la típica novela romántica en la cual a la chica no la dejan salir con el chico rebelde, con la única diferencia que es que Luke no es ningún rebelde, yo lo clasificaría como “niñito de Liz”.
Luke hizo un movimiento bastante raro y me tomó de las piernas cargándome en su hombro mientras mi cabeza quedaba colgando en dirección a su espalda.
—¡Luke Hemmings!.— grité en medio de algo así como una risa desesperada.
—¡No grites o nos oirán!.
No era una buena hora para andar gritando por los pasillos de un hotel repleto de gente, así que opté por callarme.
Subimos al ascensor y por fin mis pies tocaron el suelo nuevamente.
—Te odio.— susurré mientras Luke apretaba unos números en el tablero del ascensor.
—Eso no fue lo mismo que dijiste ese día que estuvimos a solas en casa.— dijo y guiñó uno de sus ojos.
Mis mejillas ardían de vergüenza.
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-Mary xoxo
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Still me (Only you 2) ➸ Luke Hemmings
FanficÉl había dicho que yo era todo para él, y que jamás moriría nuestro amor a pesar de la distancia, pero tal vez eso no sea la verdad... "distancia no es sinónimo de olvido" solías decir. No se aceptan adaptaciones, se original. Copyright © - Todos l...