Still me (Only you 2) ➸ Luke Hemmings

#34: Siempre estaré contigo

—¡Hey! ____.— sentía que alguien sacudía uno de mis brazos pero lo ignoré por completo.— Vamos despierta.— dijo, pero seguí ignorándolo.— Te he hecho el desayuno, si no te despiertas me lo dejaré para mí.

Ya que se trataba de comida decidí abrir mis ojos, pues valía la pena ¿O no?

—Hola Mike.— hablé desperezándome.

El dejó la bandeja con una taza y galletas sobre mi regaso.

Lo miré sonriente para agradecerle, pero el hecho de que tenía una bolsa en la cabeza me llamó la atención.

—¿Por qué tienes una bolsa en la cabeza?.— dije tratando de no reír.

—Estoy colorando mi cabello.— dijo e hizo una pose de chica, no pude evitar reírme.

—¿De qué color será ahora?.

—Rojo.

—Genial.— dije y él sonrió.

—Come eso, no has comido desde ayer.— finalizó saliendo de la habitación.

Tomé una galleta y la comí de un mordisco, eran de chocolate, muy deliciosas.

Cuando me había terminado todas las galletas y me propuse tomar el café con leche, que me había preparado Michael, sentí un gran dolor de estómago, sentía que mi garganta ardía, tenía inmensas ganas de vomitar.

Dejé la taza y la bandeja sobre la cama, como pude, y salí corriendo en dirección al baño, que por cierto, quedaba en el living de la casa.

Entré al living, donde estaba Michael mirando el partido de fútbol, y pude ver la puerta del baño, corrí hasta allí y entré.

Michael venía detrás mío, me arrodillé en el suelo frío y él tomó mi cabello mientras vomitaba.

Me levanté y lave mis dientes para sacar el gusto horrible de mi boca, Michael me miraba sin entender lo que ocurría.

—¿Tan horrible soy haciendo desayunos?.— preguntó triste.

—Estaba delicioso, no sé que ocurre conmigo, Michael.— dije preocupada.

—De seguro fue porque no habías comido hace algunas horas, no te preocupes.— dijo tocando mi hombro.

Una semana después…

—¡Oye estás haciendo trampa!.— gritó Michael, a quien había derrotado en su propio juego de xbox.

—¡No sabes perder Clifford!.— dije riendo.

—No es gracioso, ya no jugaré.— dijo dejando el control en el sillón en el que estábamos sentados y por último se cruzó de brazos, tal y como lo haría un niño pequeño.

—Michael.— dije acercándome a él más, como si eso fuera posible estando sentados los dos uno arriba del otro en un sillón para una persona.

—¿Qué?.— me miró frío, ¿acaso se había molestado tanto por perder?

—¿Revancha?.— dije.

—Revancha.— dijo y tomó su control otra vez.

Jugamos otra vez al juego de carreras de autos de Michael, pero otra vez gané yo.

—¿¡Estas jugando conmigo!?.— me miró enojado otra vez.

Reí dejando su control y el mío de lado.

Me di vuelta para mirarlo, aún sentada sobre sus piernas.

Él estaba cruzado de brazos, Michael es como un niño de cinco años cuando no gana un videojuego de la xbox.

—No te enojes Clifford.— dije apretando sus cachetes.

—Sueltame.— dijo mirándome mal.

—¿Me perdonas?.— pregunté poniendo la cara más tierna posible.

—No.

—¡Vamos!

—No.

—Entonces tendré que convencerte.— dije subiendo y bajando las cejas.

Él río negando y pasó sus manos por mi cintura.

—Te quiero.— dijo.

—Y yo a ti Mikey.— dije rozando mi nariz con la de él.

Narra Michael;

Quería besarla, era lo que más quería hacer en ese momento, pero lo único que hice fue hacerme para atrás, su cara fue terrible.

—Lo siento, Alex.— dije.

—Está bien Michael.— dijo bajando de mis piernas.

Se acomodó la ropa y fue directamente hacia la mesa de algarrobo del comedor, alejándose de mí.

Se había enojado.

Me levanté de allí me la seguí sentándome junto a ella.

—¿Por qué estás así?.— pregunté tratando de no sonar "rudo".

Ella comenzó a llorar y se cubrió la cara con las manos.
Realmente no sabía que le estaba pasando.

—Alexandra, hablame por favor.— dije sacando sus manos de su cara.

—Creo que estoy embarazada.— habló entre sollozos.

—¿Qué?.— dije, las palabras no salían de mi boca, ¿ella estaba embarazada?.

—Que creo que estoy esperando un bebé.— dijo secando sus lágrimas.

Lo único que pude hacer fue levantarme y abrazarla. Su llanto no cesaba, era cada vez peor, estaba destruida.

—Siempre estaré contigo Alex, siempre.— dije secando sus lágrimas.

________________________

¡Nuevo capítulo!

-Maryxoxo