¿Cómo La Bella y La Bestia?

• CAPÍTULO 29 •

Narra ruggero

Una semana

Una maldita e infernal semana a pasado.

Karol a cambiado mucho. Eso no me gusta, se que ha cambiado por mi. Por mi maldita culpa.

Ahora se porta muy seria, me llama por usted, y ya casi no veo su hermosa sonrisa que me contagia

Sólo la veo sonreír cuando está con Sofía, agustin o Federico.

Ahora estoy mirándola.

Estamos en mi oficina, le puse un mini escritorio afuera, pero ahora está checando unos papeles que le pedí.

A tomado muy enserio su trabajo. Y aunque eso es bueno, no se porque no me siento bien.

Necesito hacer algo para que vuelva a sonreír y a contagiar su alegría.

Conforme a Ana, no la he visto, y no le mentí a Karol, en verdad ella me besó.

Oh ow.

Se dio cuenta que la estoy mirando.

Mierda.

- ¿Pasa algo señor Pascarelli?

Auch, justo en el corazón.

- no.

- ¿Porque me mira?

- ya mero es hora de que vallas a la casa a hacer tu curso de prepa.

- oh, si, aún falta 2 horas, no se preocupe llegaré a tiempo.

Me pare sin dejar de mirarla a los ojos.

Ella se quedó quieta, está nerviosa, se le ve en la mirada.

me siento a un lado de ella.

- ¿Hay algo más señor?

- ¿Porque me llamas señor? - le di mi sonrisa coqueta - llámame de tú, creí que ya lo habías entendido.

- si, pero ahora es mi jefe

- siempre eh sido tu jefe. - me hacerque a ella.

- si, pero ahora es en verdad jefe, jefe.

Me hacerco más a ella.

Me encanta ponerla nerviosa.

- ¿Que está pasando amor?

- nada. Y pensándolo bien, mejor me voy a tomar un taxi para... Para... Ir a la casa a las clases de linea

Se para nerviosa

Me levanté al igual que ella

- te acompaño

Tome las llaves rápido y abrí la puerta

- no. Digo, es que yo puedo sola

- no pasa nada... Amor, quiero acompañarte, es más, vamos a comer ¿Te apetece?

- veo como suspira y se hacerca a mi - no tenemos que decirnos "amor" en privado, eso sólo es para cuando estemos en publico.

Dolió.

Dolió que me dijera eso.

¿Porque? No lo sé. No tengo respuesta para aquello.

Cerré la puerta y me hacerque a ella.

Ahora soy yo quien se pone nervioso.

¡¿QUE ME ESTA HACIENDO ESTA MUJER?!