* CAPÍTULO 3 *

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—Eres mía.

Esa persona que me acaba de comprar, tiene algo en su mirada que me llama la atención. Es como si se hubiera ganado un premio, o no lo sé... Pero...

—Karol, ven porfavor.

Me dice la señora que me había recibido ayer. Me baje del escenario hacia donde estaba ella.

—Karol, vez por tus cosas. Ya mismo te vas con el.

—¿Ya? ¿Ahora?

Veo que la persona que me compró, se hacerca mirándome con una sonrisa

—no va a ser necesario Carmen. —Le dice a la señora —no tengo tiempo de estarla esperando, allá va a tener ropa. —dirige su mirada hacia mi—Vámonos.

—No, tengo que ir por mi ropa.

—Que te he dicho que nos vamos ahora.

—Y que yo te he dicho que quiero ir por mi ropa, mínimo por mi ropa interior.

—Oh que necesia. Ya vez, te espero en dos minutos en el auto.

Me dijo esa persona, a lo lejos se veía que era dulce, pero ya veo que es muy malo.

En fin, después de que se fue yo me dirigí a dónde anteriormente era mi "dormitorio" lo digo entre comillas porque solo dormi una noche ahí.

Cuando entre al cuarto me encontré con Paola recogiendo sus cosas.

—¿Estás feliz?

—Si Karol, hace mucho que no salgo de aquí, además me dijo la señora que me compró para que sea como su hija, me a contado que ella tenía una hija pero desgraciadamente falleció. Y bueno, pues ahí entró yo. —me sonríe—He visto que te compraron por 5 millones. ¿Quién es?

—Aún no se su nombre, pero no puedo creer que halla gastado tanto por mi.

—Si, la verdad pensaba que iba a ganar el otro. Hasta que vi como sonreía el que te compró, me dio como escalofríos cuando dijo "no me la vas a ganar" había como algo en su sonrisa que... Uuf... No sé cómo describir, pero la verdad es que es guapo, le calculo unos 21 años.

—jajaja, uuhh hablando de él. Me dijo que me quería allá afuera en dos minutos, se ve que es frío

—¿Frío? ¿Que acaso no viste como te sonreia siempre?

—si, pero cuando bajé, se pudo muy serio y grosero. No quería que me llevará mis cosas, dijo que ahí donde iré tendré ropa

—¡Oh te tocó un riquillo que padre!

—No lo sé—le sonrió—tal vez y solo me quiere para diversión, tal vez por eso me sonreía.

—Pues en todo caso, ya tienes mi número de teléfono, me hablas cada que quieras que alguien te escuché —se para y toca mi hombro—voy a estar para ti en cualquier momento que desees hablar. ¿Está bien?

Que linda que es.

Le devolví la sonrisa a lo que eso fue como una despedida. Después de tomar mis cosas y de despedirme de Paola. Ya habían pasado creo que más de 5 minutos.

Uff espero que no me valla a regañar.

Cuando salí, lo vi en la mera entrada usando su celular, estaba dentro de un coche negro en la parte trasera. Parecía que estaba enojado... Ups jejeje

Un señor de traje se baja de la parte del conductor y me abre la puerta, a lo que el señor deja su teléfono y me mira. Y si, lo confirme con solo mirarme. Esta enojado.

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