• CAPÍTULO 66 •

2.7K 122 24
                                    

Desprevenidamente me tomó de la mano haciendo que me parara, pero delicadamente

- ¿A dónde van hijo? ¿No vas a desayunar?

- ahora volvemos madre - me sacó de ese lugar, caminamos y caminamos por los pasillos, me tomaba de la mano muy delicado para no dañar mi herida. Llegamos a una pequeña terraza que daba hacia el patio de enfrente.

- No

- Ruggero...

- Sabes Perfectamente que separarnos no es una opción, no te dejaré ir así nada más. Es un No definitivo

- no nos vamos a separar, solo nos vamos a dar un tiempo ¿Okey?

- Es lo mismo, no soy imbecil

- No me está gustando la manera en como hablas, no soy tuya, no soy un objeto - caminó hacia mi acorralandome entre él y la terraza

- Eres mía

- ¿Volvemos a lo mismo?

- Tu misma lo dices cuándo te hago el amor. "Oh rugge, soy tuya" - imitó mi voz

- Pasquarelli... - dije amenazante

- Dime que no me amas. Solo con eso te dejaré que te vayas

- Te amo - hice una pausa - por eso tenemos que separarnos... Te pueden hacer daño por mi culpa

- ¡Tu me haces daño diciéndome esto! Karol, la última vez que nos dejamos caí casi en una depresión, no salí de la casa de mis padres, me embriague por una semana... ¡No me bañaba!

- No debes depender de mi

- No dependo de tí. Pero eres una parte muy fundamental para mí vida - se hacerca más - no te vayas de mi lado Porfavor.

- Creo que debemos de pensar con claridad

- ¡Mierda! ¡Casi me muero estos cuatro días porque no despertabas! ¿¡No te das cuenta?! ¡Mi vida sin ti no tiene sentido! - tomó mis brazos haciendo que los colocará alrededor de su cuello, tomándome de la espalda baja sin dañar la herida - Quédate

- Si me quedo, te pueden matar

- Si te vas... Me muero - tragué saliva - además conmigo estás a salvo ¿No vez lo que acabo de hacer? ¡Entré a una balacera solo para sacarte! ¡Daría mi vida por tí! - al no tener respuesta mía, solo suspiró - bien ¿Quieres un tiempo? Te daré un tiempo, el tiempo que tú quieras - se aleja de mí. - pero tú no te vas - ¿Que? - me voy yo. Aquí estás a salvo... Te vas a quedar aquí

- Me voy a ir a mi casa

- esta es tu casa, no fue una pregunta, te estoy dando una orden. Mañana mismo no estaré aquí, me iré a tu departamento que deseguro ya ni te has de acordar de él... - ohh, es cierto, tengo un departamento jeje - iré a hacer mis maletas. - dio media vuelta, pero le tomé la mano para que no se fuera. Diablos, esto es más difícil de lo que pensé

- No es necesario que te vayas.

Camina hacia mi quedando de nuevo muy cerca - entonces no te vayas tú tampoco - no dije nada <suspira>

- me iré yo a la casa de mi padre. ¿Okey? - antes de que dijera algo, me fuí, caminando por el largo pasillo de esta gran casa

- ¿¡Entonces ya no me amas?! - se me rompió el corazón al escuchar esa frase, pues su voz se había quebrado. Se que le dolió, lo sé, pero nos va a doler más si algo le pasa. Este es mi problema, es mío contra mi madre, se que ruggero hace mucho para protegerme pero, ¿Quien lo protege a él? O sea, se que su seguridad lo hace también, pero, se ahorraría todos estos problemas si no fuera por mí.

¿Cómo La Bella y La Bestia? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora