• CAPÍTULO 44 •

1.7K 125 13
                                    

Narra Ruggero.

Camino de un lado a otro por toda la habitación principal. Han estado hablando ellos dos afuera por ¡Una puta hora y media! ¡No se de lo que han estado hablando tanto rato! Y cuando me asomo a la ventana solo puedo ver a Karol reír con ese imbecil. Agh, no lo puedo creer ¿Cómo es que salió de la prisión ese hijo de puta? ¡Si se supone que le dejaron mucha cantidad de fianza!

Hace unos minutos hablé a mi gente de buenos aires, realmente todo esto me resulta muy extraño. Así que lo mandé a investigar.

Suena mi teléfono...

- ¿Si? ¿Diga?

- Señor Pasquarelli, creo que tenemos información muy importante

- Dime.

- el señor Ezra Fitz salió de la prisión Dos días después de ser arrestado, pagaron su fianza anónimamente

- ¿¡Quien podría pagar tanto dinero solo por sacar a ese Bastardo?! ¡Espero que ya me tengas esa información!

- de hecho, si la tenemos señor. Investigamos a fondo este tema, y encontrarnos algo

- ¡Dime! ¿¡Quien fue?!

- Fue la señora Mónica Sevilla - ¿Que mierda?

- ¿Está seguro de eso? ¿No se estarán equivocando de persona? Esto... No... No tiene sentido

- los mejores investigadores de buenos aires lo dijeron señor - Esto realmente no tiene nada de sentido, es imposible que la madre de Karol esté involucrada con ese imbecil que está allá afuera, nada de esto cuadra ¡Nada! - ¿Señor?

- está bien, sigan investigando más a fondo, quiero saber ¿Porque pagó esa cantidad por liberarlo?

- está bien señor, lo mantenemos al tanto

- gracias - colgué

Lo que me acaban de decir Me dejó en mucha duda, ¿Será cierto que Mónica tiene algo que ver con Ezra? Pero... ¿Porque? ¿Qué es lo que está tramando esa mujer? ¿Desde cuando conoce a Ezra? ¿Cómo sabía exactamente dónde estamos? ¿Le quiere hacer daño a Karol? Son tantas preguntas las que hay en mi mente, pero sin ninguna respuesta. lo que tengo que hacer ahorita es ir por Karol y decirle todo. Aunque creo que no me va a creer, pero nada pierdo con intentarlo.

Abrir la puerta y los vi parados charlando animadamente en un rincón

- Karol es tarde entra ya. - me giraron a ver.

- ya voy ruggero, en un momento

- ahora.

- te dije que en un momento voy, déjame despedirme - me reto con la mirada, pero no dejaré que se quede un momento más aquí con ese imbecil. Así que fui hasta donde ella, la tomé de la mano e hice que caminara - ¡EY! ¡Ruggero! ¡¿QUE TE PASA?! - ignoraba sus reproches - ¡DÉJAME IMBECIL! ¿¡ESTAS SORDO?! - la aventé adentro de la casa para luego cerrar la puerta

- Karol, tenemos que hablar. Vamos a la habitación

- ¡NO VOY A IR A NINGÚN LADO CONTIGO!

¿Cómo La Bella y La Bestia? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora