¿Cómo La Bella y La Bestia?

• CAPÍTULO 38 •

Aún narra ruggero

Era candelaria.

Dio pequeños pasas hacia mi.

No sé qué hacer. ¿La saludo? ¿Que hago?

No sé cómo, ni el porque, pero comencé a avanzar también hacia ella.

Nuestras miradas aún seguían conectadas, y sentía como todos los momentos que pasamos, se recopilarán en mi mente. Cómo si mi corazón empezará a latir como la última vez que la vi.

Pero si de algo no puedo olvidar, es que me engañó.

- hola, rugge...

Me sonríe.

- hola... ¿Que...haces aquí?

- pues... Me dijeron que harían una fiesta de disfraces aquí... ¿De que vienes vestido?

- oh... - y se me vino a la mente. ¡Karol! Ya no estaba alado mio, pues es obvio, es porque avance hacia ella - vine de "bestia"

- ¿Bestia? - ríe - no tienes nada de bestia, ¿Y ese milagro que te disfraste? Tú nunca te disfrazas

- es que no vengo solo, vine con alguien

Su cara se tornó seria

- ¿Quien?

- es Karol... Mi prometida.

Se le abren los ojos de golpe.

- claro... Tu prometida...

...

Narra Karol

Se fue.

Se olvidó por completo que estaba ahí. Me ignoró.

No me quede atrás y me fui hacia la barra de dulces, no tardó ni 5 segundos, agustin y Carolina ya estaban alado de mi.

Me sentía mal.

No sé porque... Pero no me sentía cómoda.

La miraba tan.... Tan... Ay no se... Pero nunca había visto que mirara a una persona de esa forma...

- candelaria.

Hablo Carolina detrás de mí.

¿Que?

- ¿Mandé?

- si, ella es candelaria, ella y ruggero anduvieron por mucho tiempo... Hasta le iba a pedir matrimonio y...

Dejé de escucharla.

Claro.

Ella es candelaria, de la que me habló la otra vez.

La que se fue y nunca más volvió a saber sobre ella

Claro.

Con razón ese brillo en sus ojos. Con razón la miraba de esa forma.

¿Que es lo que tiene esa mujer?

Osea, linda si es. Pero no tanto para andar babeando como un estupid...

- ¡KAROL! - me grita agustin, haciéndome sobresaltar

- ¿Ehh?

- ¿A dónde se fue tu mente amiga?

- ah...

- no dejes que te intimide ella - habla Carolina - será buena y tierna, pero ella tiene algo que tu no. - la mire desentendida - ¡El anillo! Ruggero te lo dio a ti por una razón y esa fue de que ¡Te quiere!