¿Cómo La Bella y La Bestia?

• CAPÍTULO 76 •

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NARRA RUGGERO

Después de hacerle el amor a Karol, fuimos a la cocina para cenar, hace mucho que no cenamos en casa, o al menos eso es lo que siento yo - ¿Quieres que te prepare el sándwich con o sin Tomate? - me pregunta cortando rebanadas de queso

- Si porfavor. - me llevó el plato con el sándwich, lleva puesta mi camisa que traía puesta hace rato, yo tengo el torso desnudo, pero sé muy bien que a ella le queda mucho mejor la camisa que a mí... Se sienta a un lado mío despues de darme un beso en los labios

- hubiera preparado otra cosa que no fueran sándwiches

- Esto está bien, claro, al menos que quieras que te lleve a cenar... Si es así podemos salir, acaban de abrir un restaurante cinco estrellas que me recomendaron unos colegas

Lo que dije parece causarle gracia - Para nada, sabes que a mí no me importan los restaurantes cinco estrellas ni nada de eso, de hecho me gusta más estar aquí, comiendo sándwiches a tu lado

- me encantas Karol, me encantas toda tú, y tu manera de ver la vida

Sonríe- Tu también me encantas... - nos quedamos platicando unas largas horas ahí en la cocina, hasta que decidimos irnos a dormir a la habitación. Qué agradable se siente estar con ella... En verdad le echaba mucho de menos.

(...)

Ya es de mañana, me he levantado yo primero ya que le daré la sorpresa que he comprado la casa que ella quería... Sé que es muy pronto comprar otra casa, Pero creo que es lo mejor. Hice la transferencia desde mi computadora, ya tenemos la casa... Fui de nuevo la habitación, donde ella aún sigue durmiendo boca abajo con su pelo alborotado y sus largas piernas saliendo de las sábanas. Saqué mi teléfono y tomé una foto de ella, es tan linda. Decido no molestarla ya que ayer hizo un viaje largo, tal vez quiere descansar un poco más. Me dirijo a Mi pequeña oficina de la casa, donde hago unas cuantas llamadas para la mudanza. Le hable también a Miguel para avisarle que hoy nos mudaremos, Y a dónde nos mudaremos.

Son las 12 de la tarde. Eh mandado a personas para que me empaquen el cuarto de Karol y lo dirijan la nueva casa, ya después harán lo mismo pero con mis cosas, no me tengo que preocupar por los muebles ya que ya viene amueblada la casa. Subi de nuevo a mi habitación, mi hermosa sorpresa fue ver a Karol justamente en la misma posición que la vi esta mañana. Me acerque a ella, y lentamente la besé... Primero en la frente, luego en su nariz, en su barbilla, sus cachetes, Y por último... En los labios. Me alejé de ella para verla, ver cómo se va levantando de a poco.

- Mmh... Buenos días - mi reí

- serán buenas tardes señorita Sevilla

- ¿Qué hora es?

- ya es mediodía, y hoy tenemos un día muy largo...

- ¿En verdad tenemos que ir a trabajar hoy? -me hizo pucheros- ¿No te quieres quedar mejor en casa?

- Mmmh... No pequeña chiflada - la volví a besar ahogando su pequeña risa

- Bien, iré a mi habitación y en un momento salgo

- ¡No! - se quedó quieta - Digo, ya tengo tu ropa en el baño, solo entra a cambiarte

- ¿Me has escogido mi ropa? - ríe, la verdad no le puedo decir "oye fíjate que si vas a tu habitación no va a haber nada, todo está en la nueva casa que por cierto es una sorpresa jaja qué curioso ¿No crees?"

- Si amor... - dejó que se levante y se dirige al baño

- en un momento salgo ¿Okey? Ves preparando el desayuno