¿Cómo La Bella y La Bestia?

• CAPÍTULO 57 •

- ¿Si? ¿Que es lo que quiere hablar conmigo?

- cariño, quiero hablar sobre tu relación con Ruggero. - tragué saliva - verás... Mi hijo desde que lo adoptamos siempre ha sido una persona muy seria, él nunca nos dijo ningún "te quiero" y no lo culpo, creo que nosotros no le hemos dado el suficiente amor que se merece... Te seré sincera Karol, la primera vez que te vi entrar por esta puerta no creí que fueras una persona importante para la vida de ruggero... Pero todos mis pensamientos cambiaron al verlo sonreír después de mucho tiempo. Eres la primera novia de él que conocemos personalmente, bueno, también conocimos a candelaria... Pero ella solo hizo que se metiera en muchos problemas... llegó a tener una pelea con Federico en un centro comercial, no sé si eso ya te lo haya contado. Bueno lo que yo quería llegar a decirte o más bien A darte, son las gracias. En serio muchas gracias Karol, Pues gracias a ti he visto a mi hijo mucho más feliz... Malamente mi esposo Bruno le ha enseñado que el trabajo es lo más importante, pero tan sólo llegaste tú y... - sonríe - le cambiaste la vida a mi hijo, le diste un tremendo cambio a su mundo... Cuando ambos se separaron días después de su boda, cuando te enteraste que tu padre estaba vivo... Nunca había visto a ruggero así... Estaba devastado, no salía del cuarto, incluso no se metía a bañar - reímos - yo sé que él puede ser un poco agresivo, puede ser algo grosero, incluso un poco posesivo con sus cosas... Pero él te ama, creo que te ama más de lo que me ama a mi o a lo que ama a sus hermanas... - me tomo una mano - y créeme que no sólo has cambiado a mi hijo... Desde que tú y tu padre llegaron a nuestra vida, la manera de pensar de mi esposo es diferente a cómo era antes... Pues él sólo pensaba en trabajo, ahora gracias a eso puedo ver sonrisas en esta familia... En serio muchas gracias Karol te lo agradezco de todo corazón, yo no soy nadie para preguntarles donde estuvieron todo este tiempo... Pero me alegro mucho, me alegro mucho que mi hijo se tomara dos semanas de vacaciones, el trabajo ya lo estaba asfixiando...

- amm... - traté de hablar pero me interrumpió

- Yo sé que tú amas a mi hijo, lo amas demasiado porque a pesar de que ha tenido muchos errores... Sigues estando con él, apoyándolo en todo momento. Te has convertido en alguien importante para esta familia, has abierto las puertas de la felicidad de mi hijo... Te lo agradezco mucho Karol... Te digo todo esto como madre de familia, pues es como si hubieras reparado todo el daño que teníamos - sus ojos empezaron a cristalizar - te aprecio mucho, y les doy mi bendición a ti y a mi hijo para que duren mucho... Cualquier cosa que pase entre ustedes dos, no dudes ni un solo momento que el amor es más fuerte... Ustedes pueden luchar contra todo. - pequeñas lágrimas empezaron a caer de sus ojos

- señora Yo quiero mucho a su hijo, tenga por seguro que esta vez nada ni nadie va a interponerse en nuestro camino. Le doy mi promesa

Con sus ojos aún con lágrimas me da una sonrisa tan grande, abre sus brazos para acercarme a ella... - gracias, es todo lo que tengo que decir para ti... Gracias por todo Karol... - me deja abrazar - hay que ir a la cocina que ya va  a llegar la pizza... - reímos - anda vamos - le sonrío, me toma de un brazo para empezar a caminar hacia el comedor.

Y ahí fue donde vi a mi queridísimo novio, sentado a un lado de su queridísima ex novia platicando como si no hubieran un mañana... Con unas grandes sonrisas en sus rostros. Por un momento la mirada de ruggero conecto con la mía, su sonrisa se borró al instante al verme de la mano de su madre. Antonella me suelta de la mano para dirigirse a la cocina a traer las cosas. Llegaron Bruno, mi padre y Antonella con una lasaña y un un vino. Yo me senté a un lado de mi amigo... Les diré cómo es que estamos sentado todos. En la punta de la mesa esta Bruno, a sus dos lados esta mi padre y su esposa... Alado de mi padre está candelaria la cual ruggero está a un lado de ella. Después está sentada Sofía... En la otra punta está Miranda, seguida de mi amigo Agustín... A un lado mío no hay nadie, supongo que se va a sentar Federico.