• CAPÍTULO 12 •

2.5K 124 26
                                    

Mire hacia mi alrededor... No lo veía

- ¿Te encuentras bien?

- sssi...

- ¡hola, Karol... Te necesito! ¡Te robó un momento a MI esposa, Sebastián!

¡¿DE DONDE MIERDA LLEGO?!

sólo sentí sus manos en mi cintura apretandome mucho hacia él...

Empezamos a caminar... Dejando atrás a Sebastián con la palabra en la boca... ¡¿Que se cree?!

O mejor dicho, ¡¿Que me va a hacer?!

Caminamos entre toda la gente bailando, buscaba a agustin con la mirada ¡¿Donde esta?!

...

Llegamos a una oficina un poco retirada de todo el sonido, casi no se escuchaba la música...

Tan solo llegamos, ruggero cerró la puerta con llave... Yo fui retrocediendo poco a poco, ¿Que me va a hacer?

Giro, y nuestras miradas conectaron...

- rugge... ¿Que hacemos aquí?

Da pequeños pasos hacia mi... Lentamente, pero en su mirada me puede decir que esta realmente enojado. Mierda

- te advertí que no me hicieras enojar...

- no hice nada... Malo...

Llegué hasta su escritorio... Rayos, ya no hay escapatoria...

(Rayos, ahora solo tienes la opción de disfrutar el momento)

- ¿Bailar jodidamente sexy? ¿Tropesarte "accidentalmente" al bailar?

- ehh... - se iba acercando lentamente a mi, con el ceño fruncido

- ¡¿Acaso te gustaría que hiciera eso con una chica?!

- ruggero... Tú y yo no somos... Nada... Estás en todo tu derecho... Al igual que yo...

Al parecer esas palabras le enojaron más... Llegó hasta a mí, podía sentir el ambiente tenso...

Me tomó fuertemente de la cintura

- ahh... - estaba completamente pegada a su cuerpo

Su mano se dirige a mi mejilla y me besa.

Me besa con desesperación y posesión...

Cerré los ojos, no me quedo de otra que... Dejarme llevar por el momento.

Sentí como tiraba de mi labio

- ahhh...

Hizo un movimiento haciendo que quedara mis piernas rodeadas es su cadera... El beso seguía intenso, me demostraba que estaba muy enojado, no tenía cuidado con lo que hacía... Me gusta

Me puso sobre el escritorio, haciendo caer al piso muchos papeles y de más cosas que habían

- ahh... Rugge...

- cállate...

Sus manos se fueron a mis piernas subiendo más y más... Hasta llegar a mis bragas, que por cierto ya estaban muy mojadas

- ¡Ey! - reproche cuando de un solo tirón me las rompió

Ríe burlón

Sus manos fueron a un cajón, y sacó una corbata... ¿Que hace una corbata en su cajón?

¿Cómo La Bella y La Bestia? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora