¿Cómo La Bella y La Bestia?

• CAPÍTULO 22 •

Acaso Me... Me... ¡¿Gusta Federico?! No no no no. Eso es imposible

- Karol ¿Pasa algo?

- ehhh... No... Vámonos.

- mmmm... ¿Te pasa algo con mi primo - ¿Que?

- ¿Que? No... Obvio no, como crees ruggero

- menos mal. Entonces limpiate la baja que te cae al verlo.

- JA JA JA ya vámonos.

Giro en dirección al coche, pero me toma de la cintura, volteandome quedando cara a cara... 5 segundos pasó, y unió nuestros labios en un beso.

Un beso...

Malditos besos... Son jodidamente adictos.

¿Que está pasandome?

¿Mis hormonas me están traisionando o que?

Se aleja de mi despacio...

Con una sonrisa en su rostro, y si algo me gusta más que sus besos, es su hermosa sonrisa.

- menos mal que no te gusta, - se pone las manos en la cintura apuntandome con su dedo índice en forma tiernamente - porque sino tendré que hacer que te olvides de el. - me roba un beso fugaz quedando yo en shock - a besos si es posible.

Espera... ¿Que?

¿Acaso es ruggero el que me está hablando?

En verdad sus cambios de humor me traen dolor de cabeza.

Estoy en completo shock.

Me guiña el ojos y me abre la puerta del copiloto.

Entró aún en estado de shock. Y después entró él con una sonrisa

- ¿Que hiciste con ruggero?

Fue lo único que pude decir

- ¿Ruggero? Pues... Soy yo jejeje, ¿de que hablas tontuela?

- no. Tú no eres así... Enserio tus cambios de humor me traen dolor de cabeza.

- vez... - tiene una sonrisa de oreja a oreja- no soy tan malo como piensas.

- mmm... ¿A dónde vamos?

- no lo sé... ¿A dónde quieres ir? Hoy no iré a la empresa. Creo que todo va en orden.

- ¿Porque no te llevas con Federico?

Y esa sonrisa tan hermosa que tenía, se le ah borrado

- por qué no.

- porque no, no es una respuesta

- no quiero hablar de eso. ¿A dónde quieres ir?

- mmm... Otra vez tus cambios de humor.

- no son cambios de humor Karol, solo que hay preguntas que me haces demasiado tontas que no son de mi agrado

- mmm...

- bueno, iremos a la casa a que empaques.

- ¿Tan rápido? Por cierto, ME REUSO A DORMIR CONTIGO.

- jajaja - ríe burlón - ¿Quien te ha dicho que duermes conmigo?

Mierda.

- pues tú le dijiste a Bruno porque no querías que Federico estuviera en la habitación

- era solo un decir, no quiero compartir una habitación con ese imbécil, además - sonríe burlón de nuevo - como si nunca hubieses dormido en la misma cama que yo.