• CAPÍTULO 36 • - "3/4"

1.4K 94 11
                                    

Al sentir el beso de ruggero sobre mí cuello, me levanté rápidamente de la silla.

- ¡¿Que haces idiota?!

Se iré coqueto y se levanta para quedar frente a mí... Se hacerca más y más... Para luego agacharse y quedar a mi nivel de altura.

- amo que te pongas nerviosa por mi contacto, eso quiere decir que aún causo lo mismo en tí. - se pone a su altura de nuevo.

- ¡Claro que no! ¡Y no tienes ningún derecho a tocarme!

- ay Karol... Karol, Karol, Karol. Realmente espero tus disculpas, ansío con emoción que me des un regalo de afecto. - me guiña el ojo, habla en doble sentido.

- eres un imbecil. - me di media vuelta dándole la espalda, me crucé de brazos.

Aunque digamos que fue una muuuuy mala idea hacer eso, pues escuché que dio un paso hacia mi, me tomó de la cintura apegándome a su cuerpo. Oh no.

- ¿Lo sientes? - ahh... Pude sentir un bulto sobre su pantalón que chocaba contra mi espalda- me excitas mucho cuando usas esa mini falda, ¿Ya te lo había dicho antes? - cerré los ojos. Se hacerca a mi cuello y me da aún beso húmedo - linda, dejemos todo esto en el pasado, vallamos a la mansión y... Déjame hacerte sentir en las nubes... ¿Que te parece? Tu y yo... Follando de lo más rico, como la ves en buenos aires, que te di duro sobre el escritorio, esa ves que me dijiste... - me susurra en el oído - "soy solo tuya" ¿Lo recuerdas? La vez que te di por atrás... - ríe coqueto - y seamos sinceros Karol... Aún sigues siendo mía... Lo fuiste, lo eres, y lo seguirás siendo.

Me aleje de él rápidamente - eres un imbecil - lo mire con odio - ¿¡Que te pasa por tu mente?! ¿¡Crees que puedes llegar y decirme eso?! - me reí cínica - WoW, creo que tienes el ego muy por encima, creo que alguien debe explotar tu burbuja para que así pongas los pies sobre la tierra. - su cara cambió a seriedad

- bien, creo que he sido muy bueno contigo - da otro paso firme hacia mi - trate de darte una oportunidad, una mínima y estúpida oportunidad para que te retractaras de todo lo que estás haciendo. - da otro paso hacia mi, quedando ya demasiado cerca - pero eres demasiado terca e inmadura. ¡Ni siquiera conoces a ese imbecil! ¡Ni siquiera lo conoces como para que le hallas contado todo sobre nosotros! ¡Tampoco para que hallas puesto todo eso en tu informe! ¡¡Diablos Karol!! ¡¿Me estás autodemandando por secuestro?!

- ¡Nadie te dijo que podías leer mi informe!

- ¡Pero lo hice! ¡Y sabes exactamente qué voy ganar! ¡Lo sabes! ¡Eres la persona que más me conoce! ¡Que más sabe cómo soy en realidad! Entonces... ¿¡Porque?! ¡¿Porque haces todo esto en mi contra si sabes que la única que va a quedar mal aquí eres tú!?

- ...

- ¡Contéstame! ¡¿Porque?!

- ... ¡Que te importa! ¡Que diablos te importa porque haga todo esto!

Da otro paso hacia mi, me toma do los brazos apretandolos, duele, está enojado. Puso su frente contra mi frente

- eres la única maldita persona que conozco, más terca de este mundo. Deberías de tenerme aunque sea un mínimo de respeto, o sino, tendré que tratarte como trato a cualquier persona. - me aprieta más pero no puedo demostrarme débil frente a él

- no te tengo miedo. - le susurré

- Deberías. Pues, como lo dije, eres la persona que me conoce perfectamente, y sabes bien lo que soy capas de hacer cuando alguien no me respeta. - se aleja de mí, tirando de mis brazos. Auch, dolió.

Dió media vuelta, y se alejó de mí, yéndose hacia la parte de afuera. Dejándome ahí parada. Sin saber lo que acaba de pasar... Acaso... ¿Intentó seducirme? Y luego... ¿Me amenazó?

Diablos, este hombre si que está loco. Realmente loco...

Acomodé mi blusa, y salí del lugar. No sé a dónde iré, pero se que solo tengo 5 minutos, solo necesito tomar aire fresco.

Tan solo salí, y visualicé a ruggero hablando por teléfono.

- No me interesa lo que tengan que hacer, Pero no voy a perder contra ellos... - al parecer habla sobre el caso - ¡Claro que es mi ex esposa! ¡No seas imbecil!... ¡Con mayor razón no puedo perder contra ellos!... - se quedó callado escuchando a la otra persona - mira, si no me consigues ahora mismo que metan a la cárcel a este imbecil, te juro por mi vida que haré hasta lo imposible porque estés en la ruina... ¿¡Entendido?! - colgó. - malditos empleados imbéciles - se quejó, dio media vuelta y me miró. Yo lo mire con el ceño fruncido, me miró mal, para luego dar de nuevo media vuelta e irse.

Agh, diablos

(¡¿Porque te metiste en este lío?! ¡¿Eh?!)

Ay subconsciente, ni yo sé porque hice esto. El chiste es que ya estoy dentro, y tendré que dar todo de mí para ganar este caso. Ruggero no es la única persona que tiene poder, yo también lo tengo... Tengo que ingeniarme algo. No puedo perder, no, no contra ese imbecil.

Pero... ¿Que puedo hacer?

¿Cómo La Bella y La Bestia? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora