• CAPÍTULO 56 •

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¿Qué mierda hace Candelaria aquí? - madre ¿Porque está aquí candelaria? - escuché que ruggero preguntó

- hola Ruggero - se para para caminar hacia él, ellos dos terminaron al final como amigos, la última semana que estuvimos en buenos aires ella iba a la casa. Mierda, sentí como Agustín me tomaba de la mano para darme apoyo.

- ¡RUGGERO! - grita Sofía bajando de las escaleras corriendo, se abrazó de sus piernas - ¡Te heche de menos hermano!

- iiug... Quítate cosa - bromeó, pero luego la cargó en brazos... Después bajó Miranda, y así estábamos todos. Bruno y Antonella hablando con mi padre, Sofía en brazos de Ruggero mientras que platicaba con Candelaria, Miranda estaba caminando hacia nosotros después de haber recibido a ruggero.

- Hola Karol - me saluda con beso en la mejilla, le sonreí - hola... Amm...

- Agustín - ríe mi amigo - ya nos hemos visto antes

- oh, lo lamento, no suelo recordar a todas las personas lo siento

- no pasa nada - sonríe

- Bueno, yo soy Miranda Pasquarelli, soy la hermana mayor de ruggero

- ¿Mayor? Pero si te vez muy joven - la hace reír - tienes una muy linda sonrisa

- oww, muchas gracias, tu también eres muy bonito - jajajajaj - digo, Amm... Tú.. también tienes una risa muy bonita - oww, le está coquetando ¡Que lindo!

- Gracias Miranda... - Miranda se le queda viendo a mi amigo, casi casi se lo comía con la mirada jaja mientras que Agustín estaba en su mundo viendo la casa

- ¡Pues hay que cenar! - grita Bruno - creímos que iban a llegar antes, por eso no hemos cenado

- Si, pero hay que cenar algo ligero porque ya es noche - interviene Antonella

- No se diga más... ¡Pizza! - ay padre, reí

- Papá, Antonella dijo que algo lige... - Sofía no me dejó terminar la palabra, pues gritó demasiado fuerte

- ¡SIII! ¡PIZZA! ¡TE QUIERO TÍO MIGUEL! - se baja de los brazos de Ruggero para ir a los de mi padre, todos reímos

- Entonces... ¿La pedimos o la hacemos?

- es mucho trabajo hacerla Antonella ¿Crees que aún haya pizzerías abiertas?

- No lo sé Bruno, voy a llamar - dicho eso, Antonella se marcha por el teléfono.

- Miguel, que te parece si preparamos una lasaña

- ¡Me encantaría Bruno! ¡Vamos! - Sofía se baja de sus brazos... Los estaba viendo a ellos que no me percate que Bruno venía hacia mi

- Hola linda - besa mi mejilla

- Bruno - sonreí

- Me da mucho gusto que regresaran, los extrañamos a los dos - me sonríe - amm... Karol, yo no se... Que es lo que le estés haciendo a mi hijo, pero sea lo que sea, no dejes de hacerlo. Él te ama...

- Y yo lo amo a él

- Me alegro por ambos - sonreí, de reojo vi como ruggero al hablar con candelaria frunció el ceño al ver que su padre hablaba conmigo, no lo culpo, es muy raro hablar a solas con Bruno. Suelo hacerlo con todos menos con su padre - bueno pues, no dejes que algo o alguien cambie su amor. Ustedes están hechos el uno para el otro...

- ¡Bruno! ¡Rápido que te va a tocar el mandil de flores! - grita mi padre riendo, Bruno también ríe

- Tu padre tiene un gran carisma ¡Ya voy! - le sonreí

¿Cómo La Bella y La Bestia? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora