JUNTA, ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO ÍRIS

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Una hermosa mañana en la Corporación Tsubasa, el cual era una de las más importantes empresas de Tokio detrás de la Corporación Hideki, había terminado una junta muy importante entre los administradores Hideki, donde se habían discutido acerca de una posible alianza, ya que por años ambas empresas habían estado en rivalidad por ser el número uno. De la oficina principal salían 4 licenciados con trajes grises y maletines, uno de ellos estiró los brazos al aire. 

—Esta es la primera vez que no me aburre una junta— Dijo dejando salir un suspiro, luego giró hacia uno de sus colaboradores con una sonrisa. –Además la alianza con la Corporación Tsubasa va por buen camino... quien haya dirigido la junta es un haz en este campo, me sorprendió... jamás había visto al señor Hideki tan interesando por la alianza... ¿quién será aquel contador?-Miró sobre sus hombros observando a un pequeño grupo de administradores aun  en la puerta de la oficina  y se fijo en aquel joven alto de cabello castaño de ojos cafés claros con un traje oscuro que sonreía a sus colaboradores, junto a él estaban su jefe el señor Akitama y el señor Hideki, el joven se despidió de ellos con una sonrisa, fue entonces que el joven que lo observaba se volvió hacia sus camaradas, hasta que uno de ellos dijo en un tono serio. –Es un buen contador... ¿se imaginarían si algún día llegara a trabajar con nosotros?- Dijo mientras agachaba la cabeza estaba un tanto preocupado. –Bueno eso sería genial... la empresa Hideki trascendería, llegaríamos por los cielos- Dijo otro de los contadores el cual era más alto que todos los que se encontraban ahí tenía el pelo rubio y los ojos azules. -¡Qué va!, el señor Hideki no contrataría a alguien que trabajara en la corporación Tsubasa, ¡Es una locura!- Dijo aquel chico que antes había observado al contador estrella. –Eso lo dices porque eres el consentido del Jefe, Sebastien- Dijo riendo el chico rubio dándole una ligera palmada en el hombro a Sebastien. Todos rieron y continuaron su camino, aunque a Sebastien le inquieto lo dicho por su amigo.

Mientras tanto ambos jefes de las empresas más poderosas de Tokio discutían también a cerca de la junta hasta que el señor Hideki preguntó con tanto interés. -¿Cuál es el nombre del joven licenciado que ha dirigido muy bien la junta?, me he quedado totalmente impresionado, es realmente talentoso. –Su nombre es Shirai Daisei, es uno de mis mejores empleados, a pesar de lo joven que es tiene un gran potencial, ese chico será muy grande en un futuro- Mencionó con todo el orgullo como un padre a su hijo cuando acaba de ganar un partido de fútbol, mientras sonreía y reía, el señor Hideki lo miro con un poco de hostilidad pero en unos instantes cambió su gesto por una sonrisa. –Y bien, disculpe por esta pregunta tan personal que haré pero, el joven Shirai ¿tiene familia? – ¿Familia?- Se llevó una mano a la barbilla y levanto la mirada hacia el cielo tratando de recordar. –Sí, me parece que sí, aunque ha estado distanciados de ellos además me parece que su madre murió hace algunos años-. –No, a lo que me refiero es que si tiene esposa e hijos. – ¿Esposa?, ¿Hijos?, es muy joven aun para ello, además tiene que pensar en su futuro, no debería de estar pensando en esas cosas aún, aunque ahora que lo recuerdo me parece que tiene  novia. –Ohh, me gustaría invitarlos a cenar, el Joven Shirai y  y sus  colaboradores pasado mañana, me encantaría comentar lo de la alianza- .Esto realmente puso muy feliz al señor Akitama, que le estrechó la mano al señor Hideki con amabilidad. –Eso es una fantástica idea, ahora le diré a Shirai. –No se moleste yo mismo se lo diré-. Del otro lado del edificio se encontraba Daisei listo para irse, estaba mirando su reloj. –Espero no llegar tarde... le prometí que esta vez llegaría a tiempo-. Se decía a sí mismo en un tono preocupado. –¡Joven Shirai!- Daisei giró y se sorprendió al ver al señor Hideki acercase hacia el. -¡Señor Hideki!... ¿Qué se le ofrece, en qué le puedo ayudar?- Dijo nervioso. –Verás estoy organizando una cena pasado mañana, y me encantaría que fuera... claro acompañado. – ¿Acompañado?-. –Si, he sabido que tiene una novia, puede acompañarlo. –"¿Yoshimi?"- Pensó sobresaltado Daisei pero sin pensarlo contesto. –Me encantaría estar ahí, muchas gracias por considerarme. –Pero si eres un gran muchacho...nos vemos pasado mañana- Se despide, Daisei no sabía muy bien lo que estaba pasando, pero regresando a la realidad miró a su reloj y salió corriendo.

ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRISWhere stories live. Discover now