CAPÍTULO 11 UN DÍA CON SABOR A CHOCOLATE

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En las Oficinas de la Corporación Hideki, daban la bienvenida a Daisei, el señor Hideki, y sus colaboradores. 

—Es un honor tenerte aquí joven Shirai—Dijo el señor Hideki mientras le daba un abrazo y luego dirigiéndose a sus colaboradores los presentó a uno por uno, Inue Takeshi, Tenshi Izuka, Adrien Brown y Sebastien Miller, todos ellos aproximadamente de 30 y 35 años, excepto por Sebastien quien tenía 28 años todos estaban felices por el ingreso de Daisei excepto Sebastien quien estaba algo incómodo con su presencia, y se preguntaba como un niño como Daisei había logrado ingresar a la Corporación así de fácil era algo indignante.

—Este es tu primer día pero tienes que conocer las instalaciones de la empresa y el papel de cada uno, por eso Sebastien te dará un pequeño recorrido— Esto no se lo esperaba Sebastien, pero tenía que hacerlo, y acercándose a Daisei fingió una amable sonrisa. —Sería un honor guiarte Shirai, vamos— Y al darse la vuelta esa sonrisa se le borró.

Daisei lo siguió, aunque la verdad se sentía un tanto incómodo, la tensión entre ambos se podía cortar con un cuchillo, el recorrido duró aproximadamente 30 minutos y al final lo dejó en su nueva oficina, el cual era enorme, 3 veces más grande del que tenía anteriormente con una gran vista hacia los jardines de la corporación, al señor Hideki le encantaba los árboles de cerezo detrás de la empresa había un enorme jardín, el cual era el centro de la empresa con hermosos arboles de cerezo, y en medio una fuente, Daisei estaba impresionado siempre había admirado la vegetación japonesa, volvió su vista hacia su extensa oficina, frente a él se hallaba un gran escritorio de cristal en forma de media luna, una silla cómoda, de lado de la puerta se encontraba una cafetera, 4 libreros grandes, las paredes estaban pintados en tonos blancos y negros Daisei en verdad estaba muy impresionado.

—Si Yoshimi estuviera aquí cambiaría la pintura de la pared por otra más llamativa y con vida— Dijo para sí mismo en tono bajo, dibujándose una sonrisa en el rostro, pero no evitó que Sebastien lo escuchara.

— ¿Yoshimi?, así que ese el nombre de tu novia, la payasita— Por el duro tono que uso enfadó un poco a Daisei, quien se vuelve a verlo con una mirada seria Sebastien lo miró de la misma manera.

—No te preocupes no tengo nada en contra de tu novia, aun así me parece sorprendente que ustedes dos estén juntos, una pareja bastante peculiar nunca había visto algo así... pero en fin te dejo para que te instales y comiences a trabajar— Dicho esto Sebastien se va, Daisei se quedó solo en su amplia oficina, después de dejar todas sus cosas, colocó sobre su escritorio una fotografía de él y Yoshimi, quien sentándose sobre la cómoda silla la observo dibujando una gran sonrisa en el rostro, apoyó su barbilla en la palma de su mano que a su vez estaba apoyada en la mesa.

—No puedo creer que gracias a ti he podido llegar hasta aquí, en verdad eres grandiosa, no puedo imaginarme una vida lejos de ti— Musitó con una dulce voz. Comenzó a trabajar, estaba muy feliz por su nuevo trabajo, estaba dando otro paso en su vida, y aun faltaban muchos más, su vida sin duda iba por un buen camino y deseaba que siempre fuera así.

Mientras Sebastien se dirigía a su oficina el cual estaba un piso abajo, en el pasillo se topó con el señor Hideki a quien saludo con profesionalidad, el señor Hideki hizo lo mismo y con una sonrisa preguntó —El joven Shirai ¿ya se instalo? — Sebastien asintió forzando una sonrisa.

— Que bueno, ese joven es todo un prodigio para esta empresa, te pido que le muestres todo lo relacionado con ella, necesita sentirse cómodo y que mejor que tener un buen amigo en la empresa— Sebastien se sobresaltó al oír aquello miró al señor Hideki sin dar crédito a lo que estaba escuchando.

— ¿Amigo? — Pensó, ¿cómo alguien como él sería amigo de un novato como Daisei?, Sebastien estaba acostumbrado a estar entre personas importantes y maduras no a ser niñero de un novato, enderezó su postura y se aclaró la garganta pensando en las palabras que diría.

ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRISWhere stories live. Discover now