ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRIS

CAPÍTULO 23 SECRETO

Al despertar, Liam tenía la vista borrosa, lo primero que vio fue el techo de madera, sus manos lentamente comenzaron a tentar las suaves sábanas dándose cuenta de que estaba en una cama, trato de levantarse pensando que estaba en un hospital, pero el ambiente era distinto, estaba en una habitación, pequeña pero ordenada, la pared estaba adornada de pequeñas flores dibujadas, un pequeño escritorio con muchas carpetas, la ventana estaba abierta dejando pasar los primeros rayos del sol. Trató de ponerse de pie pero solo sintió un agudo dolor en su costado, se llevo una mano hasta su herida y se percato de que esta estaba vendada, el dolor fue aun más fuerte que le obligó a derrumbarse de nuevo, fue alertado cuando la puerta se abrió levantando un poco la cabeza. Yoshimi entró a la habitación con una bandeja en sus manos donde traía una taza con té y un plato con fruta picada, al verlo despierto sonrió más tranquila.

—Me alegro que ya hayas despertado ¿Cómo te sientes?— Preguntó amablemente dejando la bandeja a un lado mientras que Liam solo la observaba serio y un poco desconcertado, hasta que por fin hablo.

— ¿Dónde estoy? — Preguntó en tono frío e intimidante, Yoshimi se volvió hacia él sin que su tono voz hiciera desaparecer su sonrisa.

—Estás en mi casa, después de lo que pasó ayer, no podía dejarte tirado ahí, así que te traje a mi casa... Gracias por haberme salvado, estaba muy asustada— Contestó desviando la mirada mientras se acomodaba un mechón de pelo detrás de la oreja. Liam con esfuerzo logró sentarse sobre la cama mientras una mano posaba sobre el vendaje.

—No tienes que agradecer, pero la próxima vez no camines sola en la calle a esas horas, aunque también debería agradecerte por salvarme— Yoshimi asintió, él trató de levantarse pero Yoshimi se lo impidió.

—Espera, aun no es muy recomendable que te levantes, no fue una herida grave pero más vale prevenir no querrás que la herida se abra... Además no dejaste que te llevará a un hospital—. El roce de la mano de Yoshimi en su pecho, causo en Liam un sentimiento de desagrado que hizo que la apartara de manera agresiva, sobresaltando a Yoshimi.

—No hace falta que me toques, estoy bien, necesito irme— Murmuró hostilmente, sin ver a Yoshimi.

Yoshimi se alejó pero eso no le impidió que se pusiera frente a él y lo mirara con seriedad.

— Acabaste siendo lastimado, es muy peligroso que te pongas de pie aun, te recuerdo que se puede abrir la herida, no seas terco y mejor recuéstate no eres un niño pequeño has caso— Pero Liam chasqueó la lengua molesto de que lo trataran de esa manera, sin hacerle caso se puso de pie.

—No tienes que preocuparte, estoy bien— Pero al dar un paso sintió dolor y cayó sobre una rodilla, Yoshimi se asustó acercándose de inmediato. — ¡Lo ves te lo dije! ¿Por qué no escuchas? — Le reclamó ayudándolo a sentarse de nuevo sobre la cama.

— ¡Esto no me puede estar ocurriendo!... Ayer hice el ridículo de mi vida al dejarme herir por esos sujetos... pero admito que jamás había protegido a alguien— Se dijo a sí mismo en tono frustrante cubriéndose el rostro con las manos. Yoshimi no tenía la mínima idea de lo que estaba hablando, lo único que entendía es que era realmente extraño y un poco arrogante y terco.

—Debes quedarte en cama por ahora, escucha hoy tengo que ir a trabajar pero regresare lo más rápido posible para ver como estas, si tienes hambre hay comida en el refrigerador, puedes tomar lo que gustes, pero por ahora te traje un poco de fruta picada— Dijo acercándole el plato junto con el tenedor, Liam lo tomó aun viéndola de forma extrañada, ella le sonrío pero antes de irse Liam la tomo de la muñeca.

—Oye ¿a caso eres tonta o ingenua?, una tonta ingenua ¿Cómo puedes dejar a un desconocido solo en tu casa?, no sabes quién soy, podría ser un ladrón o un asesino— Dijo en tono frío, Yoshimi lo miró con el semblante serio y luego miro hacia la mano que la sostenía de inmediato Liam la soltó.