CAPÍTULO 3 DAISEI

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"Quien desee ver el arcoíris, deberá estar dispuesto a pasar por la tormenta..."  Cita sacada de Pinterest, ya que no encontré al autor original. 


Era un lugar muy oscuro, al parecer una tormenta se avecinaba, el viento comenzaba a soplar con fuerza, había una mansión, de ella salía una mujer con lágrimas en los ojos, llevaba una maleta, detrás de ella se aproximaba un pequeño niño que entre llanto la llamaba,  pero ella no se detenía, pronto aquel desolado niño antes de pode alcanzarla fue tomado por un brazo evitando alcanzar a su madre y lo condujo dentro de la mansión cerrando la puerta y perdiendo a su madre de vista. En ese momento Daisei despertó, lo primero que vio fue el techo blanco de su apartamento, notó que de sus mejillas corrían algunas lágrimas, sentándose sobre la cama se llevó una mano a la cabeza. 

—He tenido el mismo sueño otra vez— Dijo para sí mismo en un tono melancólico. Estuvo sentado por un buen rato sobre la cama antes de voltear a ver el reloj: 5:00 am, ya no podía dormir así que se puso de pie para alistarse a ir su nuevo trabajo en la empresa Hideki por ello estaba muy feliz pero en el fondo sentía una gran tristeza. En el camino iba pensando en aquel triste y nostálgico sueño y los deseos que tenía por olvidar su pasado.


Daisei Blackesley ese era su nombre antes de mudarse a Japón y adoptar el apellido de su madre hace 10 años. Antes de todo eso, comenzaremos por el principio. Aproximadamente 16 años atrás él vivía felizmente junto a su familia en Inglaterra en una de las áreas más prestigiosas, su padre era dueño de varias empresas, pero ni a Daisei ni a ninguno de sus hermanos se les permitía visitarlo. Su padre Nicholas Blackesley era un hombre de carácter duro, estricto, frío que casi siempre estaba en su despacho o fuera de casa, por lo que  casi no tenía tiempo para su familia. Acostumbraba a vestirse de negro, con galantes trajes de sastre, un hombre maduro de 35 años, casi nunca se le veía sonreír o reír, seguía el ideal de "El más fuerte conquista el mundo", bastante perfeccionista, consideraba al tiempo valioso, decidía por sus colaboradores ya que estos le temían, incluso decidía por su familia, cuando salir y cuando no, que clases tomar y que no, cómo hablar. Era un hombre muy respetado, pero también bastante temido por las empresas rivales. Ya que aquel talentoso hombre de negocios ocultaba algo peligroso.

Daisei tenía 4 hermanos menores que él, Sofía, que en ese tiempo tenía la edad de 8 años de edad, una niña bonita de pelo rubio y ojos verdes, bastante mimada y especial en ciertas cosas, obsesionada con el orden y la limpieza, amante de las muñecas de porcelana, tenía demasiados en su habitación que apenas si caía ella en su cama a la hora de dormir. Lys de 6 años, muy tímida y bastante berrinchuda, pero que siempre estaba jugando con lodo o agua, siempre acababa de arruinar sus lindos vestidos de encaje. Dylan de 4 años, bastante apegado a su madre y temeroso de todas las cosas especialmente de los insectos y animales, además de enfermizo por ello en casa no se les permitían tener ninguna mascota. Y Natalia de 2 años que dormía todo el día. Su padre tenía todo el poder sobre ellos, siendo él la persona que les colocó aquellos nombre, excepto Daisei quien es el único con un nombre de origen japonés ya que ese nombre se le fue otorgado por su abuelo materno al que no había visto más que en 2 ocasiones ya que había fallecido cuando él tenía 6 años, casi no viajaban a Japón para visitarlos por el trabajo de su padre.

Su madre Shirai Midori una mujer muy hermosa, de ojos brillantes, amable y bondadosa, que siempre tenía solución para todo, siempre con una actitud positiva y sonriente, que a diferencia de su marido amaba los pequeños detalles no  le importaba las cosas materiales, se preocupaba por el bien de sus hijos, se preocupaba más por ellos que por ella misma, le encantaba leerles cuentos en las noches, aunque a su esposo no le gustara por que odiaba todo lo fantasioso, y divertido además de que para apoyarla con el cuidado de los niños contrató a una niñera quien pasaba todo el tiempo junto a Midori. Daisei la admiraba mucho y siempre se preguntaba, ¿cómo una mujer como ella pudo enamorarse de una roca como su padre?, al hacerle esta pregunta a su madre ella sonreía y le decía. "Tu papá es un gran hombre... a pesar de lo duro que puede ser, guarda en su interior hermosos sentimientos, solo que le da miedo demostrarlos".

ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRISWhere stories live. Discover now