—Ya es demasiado que tu familia arruine tu vida pero ¿arruinar a otra familia?... Eso es imperdonable... Sólo tú puedes cambiar tu destino... Ser feliz o ser un Lobo más en la oscuridad es tu decisión— Sus frías y preocupantes palabras salían de sus labios mientras sus manos apretaban el cuello de la camisa de su mejor amigo, mientras este lo miraba con frialdad como si no estuviera escuchando ninguna palabra, no tenía ninguna expresión, al notarlo aflojó su agarre y se alejó unos pasos, bajó la mirada, ya había comprendido la decisión de su mejor amigo, sus manos se hicieron puños y apretaron con fuerza.
—Si así lo has decidido que así sea... Nicholas solo te pido que no arruines las vidas de las personas que te quieren... Así como quienes dicen ser tus seres queridos están haciendo contigo... Aunque nuestra amistad se rompa eso no quiere decir que te de la espalda cuando más lo necesites... Y cuando te des cuenta de tu error ahí estaré—
Los labios de Nicholas se curvearon ligeramente hacia arriba en una sonrisa desdeñosa. —A estas alturas no necesito ningún amigo... En este estilo de vida los amigos también pueden ser tus enemigos... No confíes en nadie o corres el riego de que te lastimen... ¡No necesito a nadie!
Sus palabras hicieron eco en el callejón, el joven frente a un Nicholas, ambos con apenas 17 años de edad en ese entonces, lo miraba con pesar y dolor queriendo cambiar un poco lo roto que ya estaba pero estaba consciente de que no podía, no sabía cómo, no dijo nada más solo giró sobre sus talones y se marchó.
"Mi libertad es el derecho de hacer lo que las leyes me permiten" (Montesquieu) una frase anotada en la portada de su libro favorito sobre Leyes el cual tenía la costumbre de siempre llevar consigo a cualquier parte, al trabajo, a la hora de comer, antes de dormir, el libro era una parte de su vida, su angustiosa, ordenada y ocupada vida. Recién llegaba a su trabajo a las 5 de la mañana en ese conocido y famoso edificio policial con infraestructura antigua estilo inglés por fuera y un estilo un poco más moderno por dentro resaltando los colores beige y blancos dándole un toque relajante y menos estresante por todo el trabajo que se acumulaba.
En la mano llevaba su libro mientras en la otra una taza de café el cual jamás podía faltar, mientras dejaba ambas cosas sobre su mesa llena de papeles y carpetas de casos que necesitaban revisarse tan detalladamente ordenados. Su asistente quien recién llegaba también se acercó con una nueva carpeta para entregársela, el hombre lo tomó mientras se sentaba en su cómoda silla de cuero, antes de abrirlo se dirigió a su asistente.
— ¿Cómo van los casos de los bares clandestinos? — Preguntó Cross, ese era su nombre, Mathew Cross el mejor detective y Jefe de la Policía, temido por los criminales, a pesar de que ahora se centra más en trabajar dentro de la oficina, en sus tiempos atrás era el mejor policía, valiente y decidido no se le escapaba ningún criminal y era muy astuto e inteligente en sus operativos, no dudaba en ningún momento, no importa qué tipo de criminal se le ponía en frente, el los acababa y los llevaba ante la justicia. El asistente se quedó callado ante la pregunta, Cross le dirigió una mirada seria poniendo nervioso al joven quien tragó en seco antes de responder.
—No queda casi ninguno señor— Contestó finalmente, la voz le temblaba. Cross abrió los ojos más de lo normal por la sorpresa, abrió la carpeta, dentro se encontraban fotografías de establecimientos incendiados otros destruidos por completo.
—Todos funcionaban con apoyo de la mafia, habían noches en los cuales se reunían en uno en específico para hacer negocios, pero de un día a otro estas reuniones se dejaron de hacer apareciendo bares destruidos o incendiados, afortunadamente esto se realizaba cuando no había nadie dentro... Cada uno de ellos pasó por lo mismo con 15 días de diferencia... La policía están investigando para saber quienes son los culpables o si se trataba de una venganza—
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ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRIS
RomanceCada uno decide la manera en como ve al mundo, aun si no somos esclavos del destino tampoco debemos serlo de nuestros secretos, es así como se desarrolla la historia de Daisei y Yoshimi quienes a pesar de su historia lucharan juntos contra todas l...