CAPÍTULO 6 LA LUZ QUE ÉL BUSCA

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Justo después de haber hablado con aquella chica en la biblioteca Daisei se dirigía a casa, de alguna manera le habría venido bien haber hablado con aquella chica estaba contento que su imagen se le vino a mente y se detuvo. 

— A decir verdad tiene unos ojos muy brillantes y bonitos... quizá me he estado cerrando por mucho tiempo, ya había olvidado lo que era hablar con alguien— Pensó mientras miraba hacia el cielo, y una brisa de aire acariciaba su rostro. 

— Mamá,  hoy conocí a una nueva amiga... estoy feliz— Dijo mientras sonreía, emprendió de nuevo su camino, sin embargo un auto que venía a gran velocidad frenó estrepitosamente a lado de él, donde salieron 2 sujetos de apariencia sospechosa, (uno de ellos era calvo con varias cicatrices en el rostro, anteojos oscuros, mientras el otro tenía el pelo largo, ojos color grises, mirada malévola, tenía tatuado todo el brazo), y a la fuerza lo introdujeron al auto, Daisei no sabía lo que pasaba pero forcejeo para liberarse, pero le fue casi imposible, qué podría hacer frente a dos hombres fuertes,  uno de los sujetos sacó un arma y tiró a Daisei al suelo, apuntando el arma sobre la cabeza exclamo en tono amenazante. 

— Más te vale que estés quieto si no quieres morir... oye trae la cuerda— Le ordenó a su compañero con voz severa, mientras este se dirigía al auto, Daisei lo siguió con la mirada al ver que el tipo se introducía en el auto dejo de forcejear. El tipo que lo estaba sujetando lo dejó de presionar contra el suelo, aquel chico se había dado por vencido. 

— Eso, muy bien, eres un chico inteligente... ser el primogénito de una adinerada familia tiene sus desventajas no deberías caminar solo joven Blacksley— Esto sobresaltó a Daisei cómo ese tipo sabía quién era, pero de alguna manera le molestó que haya mencionado ese apellido.

 — Pero lo que más me sorprende es que el heredero del "negocio familiar", no sepa defenderse, pensé que serías igual a tu padre, ya veo que no— Su voz mostraba decepción. 

— En eso tienes razón no soy igual a mi padre...— Dijo Daisei en un tono frío, el hombre dibujó una sonrisa desdeñosa, y luego se dirigió hacia el hombre aun en el auto.

— ¿Qué pasa con esa cuerda?—  Pregunto ya impacientado, el hombre le respondió desde el auto. — ¿Cómo puedo saber donde está?, si hay muchas cosas aquí dentro, descuida no escapará—  Esta tan confiado, Daisei sonrío desdeñosamente y sin el sujeto lo esperara, Daisei logró darle un golpe al tipo con la cabeza en la mandíbula, el sujeto retrocedió Daisei le dio un segundo golpe en el estomago, se puso de pie rápidamente, aunque al principio se tambaleó, logró reunir toda la energía posible en sus piernas para salir huyendo, el sujeto estaba muy furioso que lo persiguió seguido de su compañero que al darse cuenta de esto dejó lo que estaba buscando para apoyar a su compañero.

Daisei corría sin parar ni mirar hacia atrás, cómo es que esos sujetos sabían que él estaba en Japón, cómo sabían que era hijo de Nicholas Blacksley. Ya era tarde el sol estaba por ponerse, no había personas, Daisei no sabía qué hacer, solo rogaba que las piernas no le fallaran, no quería voltear, aun así sentía los pasos de sus persecutores acercase más y más, miró hacia el parque, quizás podía perderlos ahí así que se introdujo. Los árboles estaban algo juntos, pero los atravesaba, sin ver atrás, aun así sus persecutores no se darían por vencidos, pero consiguió dejarlos atrás, al salir del parque con mucho cuidado iba a cruzar una avenida, un auto negro con cristales oscuros se detuvo frente a él, de la misma manera que lo había hecho el anterior, el se detuvo en seco. 

— No puede ser— Se lamentó Daisei, ya no sabía a dónde correr. Del auto salió un sujeto con traje y anteojos oscuros sosteniendo un arma, lo cargo y apunto hacia Daisei, el se quedó inmóvil, el sujeto caminó rápido hacia él, Daisei trató de retroceder. 

ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRISWhere stories live. Discover now