ENTRE EL COLOR GRIS Y UN VASTO ARCO IRIS

CAPÍTULO 12 LA BELLA SONRISA DE UN NIÑO

Un par de días después del incidente Yoshimi no entraba ya a la Corporación Hideki para no encontrarse con Sebastien, le había dicho que ya no molestaría más y eso se refería a que no lo vería más, Daisei durante esos días tenía más trabajo que lo normal por lo que ahora Yoshimi era quien lo esperaba fuera de la Corporación, Daisei le había dicho que lo esperar en su oficina, pero ella se negó no quería interrumpir en su trabajo qué diría el señor Hideki, así que mejor decidió esperar fuera de esta. Sin embargo esa tarde el cielo estaba nublado, Yoshimi miró hacia la enorme bolsa con estampados de unicornios con nubes que tenía a lado, estaba lleno de material que posiblemente se mojaría.

—¡Por favor Dios de la lluvia contente solo por hoy... No ves que no tengo paraguas y tengo mucho material aquí, no quiero que se maltrate!— Musitó cerrando los ojos y uniendo las palmas de sus manos, las personas que pasaban por ahí solo la miraban extrañados y como si el cielo la hubiera escuchado comenzó a llover, Yoshimi solo suspiró, comenzó a mover sus cosas hacia la entrada donde la lluvia no daba, pero se sentía muy frío el aire comenzaba a sentirse más fuerte, una de las recepcionistas la noto y la invitó a pasar pero Yoshimi se negó dentro de ese palacio había un gran ogro al que no quería encontrar.

—Señorita es mejor que entre o se resfriará... Además no creo que su bolso vaya a resistir más— Dijo tratando de convencerla, Yoshimi no tuvo más opción que entrar, la recepcionista la apoyo con su bolsa, no se explicaba el porqué cada vez que la veía siempre llevaba consigo una bolsa aun más grande que la anterior, Yoshimi explicó que no quería entorpecer el trabajo de los demás, la recepcionista sonrío amablemente y la guió hacia una sala donde no había nadie y lo mejor estaba en el primer piso, no tenía que subir escaleras o por ese aparato del terror. La sala era pequeña y cálida con un par de sofás cómodos y una mesa pequeña en el centro además había una cafetera y un recipiente con dulces.

—Puedo esperar en el pasillo, no es necesario que moleste a los licenciados que visiten esta sala— Dijo Yoshimi nerviosa señalando hacia el pasillo.

—El señor Hideki preparo esta sala para usted, puede ocuparla mientras espera al joven Shirai cada vez que venga... Por favor siéntase libre de usarla— Al escuchar aquello Yoshimi se abrumó, ¿el señor Hideki había preparado una sala para ella?, iba a hablar pero la recepcionista se adelantó.

—Últimamente el personal ha tenido mucho trabajo y es un desgaste esperar en el pasillo, palabras del señor Hideki, además es por el accidente de hace unos días... Dijo que no quería causar otra situación como esa, por lo que no volverá a pasar— Esto asombró mas a Yoshimi, la recepcionista hizo un ademán para invitarla a sentarse, Yoshimi se sentó en uno de esos grandes y cómodos sillones, antes de que la recepcionista se fuera la detuvo.

—Disculpa ¿sabes cuánto tiempo más demorará la reunión de Daisei? — La recepcionista pensó por un momento. —El Señor Hideki también está en esa reunión... Creo que demorará algo de tiempo, ese tipo de reuniones suelen ser así, creo que unas 2 horas más—

— ¿2 horas?, ¿Qué haré en 2 horas? — Pensó tan pronto giró su mirada hacia su enorme bolso a un lado y sonrió, era el tiempo suficiente para hacer material para los niños, teniendo un espacio grande, si era cierto que el señor Hideki estableció ese lugar para ella, sería un desperdicio no utilizarla, comenzó a realizar el material con una gran sonrisa en su rostro, amaba realizar material didáctico para esas pequeñas mentes pero con una gran imaginación por lo cual se esforzaba al máximo para sorprenderlos día a día, era un gran trabajo pero lo hacía con mucho amor.

Tan solo 20 minutos y la sala estaba llena de retazos de papeles y diversos materiales de papelería. Mientras uno de los licenciados pasaba por ahí con un café en las manos miró curioso hacia donde estaba Yoshimi y se acercó.