I am the emperor [Doppio x Diavolo]

Juntos.

- Oye, ya va siendo hora de que despiertes mí dormilón.- Doppio fue arrancado suavemente de su profundo sueño por unos tiernos besos en el cuello que le estaba proporcionando su compañero de cama.

- Mmmh ¡No quiero!.- el joven se tapó completamente con la sábanas para seguir durmiendo.

- Son las 10:30 am, ya es hora de que desayunemos. En realidad hace rato que debimos hacerlo.

- Pero tengo sueño.- Vinegar gimoteaba como un niño que no quiere ir a la escuela. En verdad se encontraba cansado, sobre todo después de lo de anoche.

- ¿Cómo estás de tu resfriado?

- Bien creo. ¿Dijiste que son las 10:30?

- Si, te levantas o te levanto. Te quiero conmigo en la mesa.- Diavolo posó un tierno beso en los labios del muchacho, lo que hizo que por fin despertara del todo. Mientras el jefe se levantaba de la cama y se ponía algo de ropa, el chico dijo:

- Ya ya, me estoy levantando. Voy a ducharme por mientras.- el joven se vistió bajo las sábanas con su polera y su ropa interior que se encontraban en el suelo al lado de la cama.

- ¿Ducharte?.- el pelirrosado alzó una de sus perfectas cejas con una expresión seductora.

- S-si...luego puedes usar la ducha tú si quieres, tengo varias toallas limpias.

- Quiero ducharme contigo.

- No, porfavor.

- ¿Por qué no?

- Porque eso es algo muy... íntimo.

- ¿No me tienes confianza?

- No es eso, es que...

- ¿Quieres intimidad? Pues...la verdad he estado pensando esto hace días...

- ¿El qué?

- Quiero que seas mi novio Doppio, dime...¿Quieres ser mi novio?

- ¡¿Ah?!.- Diavolo hizo esa pregunta tan repentinamente que dejó al joven en blanco, al igual que un celular que se ha quedado sin saldo. Sintió mucha alegría pero no podía expresarla debido a su shock "¿Qué se supone que hacen los novios?". Al ver que el chico comenzaba a demorarse en responder, el contrario comenzó a impacientarse.

- Tú...no quieres al parecer.

- SI QUIERO. Pero espera... déjame procesarlo

- ¿Qué necesitas procesar?

- Que un hombre como tú me esté pidiendo eso...

- Oh, ven aquí.- Diavolo jaló de un brazo a Doppio hasta tenerlo en sus brazos y darle un profundo beso.

- ¿Y?

- ¿Y qué?

- ¿Quieres ser mí novio?

- Claro que sí... aunque, es muy repentino.

- ¿Te molesta que lo sea?

- N-no, claro que no...

- ¿Nos duchamos juntos?

- ¿Va a terminar en sexo?

- Ojalá, pero no voy a quitarte la virginidad en la ducha, relájate.

Ambos se dirigieron al cuarto de baño. Era completamente blanco: las paredes de cerámica, el techo, el lavamanos, las cortinas y hasta los recipientes del jabón lo eran.

- Déjame desnudarte yo mismo, adoro tocar tu suave piel y tus pecas. Por cierto, no sé para qué te vestiste si dormimos desnudos y todo.

- Pero eso no significa que me vaya a pasear sin ropa frente a tus ojos todo el día.