- Quiero besarte otra vez.
- Pero te vas a enfermar, tengo gérmenes...
- Si son tuyos no me importa.
- Está bien...pero...me intimida si estás sobre mi.- Diavolo se percató de que aún permanecía sobre el muchacho y cambió de posición. Ambos se acostaron de lado y quedaron frente a frente a la misma altura.
Pero el mayor no besó al chico de inmediato como este pensaba, sino que se le quedó mirando.- ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en el rostro?.
- No, solo que eres muy lindo.
- Me lo dices solo para que me sonroje.
- Si, pero también es la verdad. Quiero hacer algo, bueno...quiero que tú hagas algo.
- ¿Qué cosa?.- el joven comenzó a ponerse más nervioso.
- Bésame tú ahora. Me quedaré quieto y tú harás todo, ya te enseñé lo suficiente.
- Pero...no puedo hacerlo yo...
- Sé que vas a poder, estoy esperando.- el jefe cerró suavemente los ojos, claramente esperando el contacto con los labios del más joven. Este en cambio no sabía cómo hacerlo exactamente, no tenía esa clase de iniciativa.
Pero el deseo fue más fuerte que la razón de Doppio y poco a poco se fue acercando a los labios de Diavolo (que por cierto tenían el labial corrido).El beso que fue propiciado por Vinegar fue mucho más delicado que el anterior. Posó su labios en los de su acompañante e inició un tierno movimiento y rápidamente se puso en sincronía con el contrario. El chico quería meter su lengua en la boca del mayor, quería llevar el beso al siguiente nivel pero en ese momento dejó de tener el control del acto.
Diavolo no aguantó más y volvió a ponerse sobre el cuerpo del muchacho, pero de forma mucho más intensa que la anterior, lo inmovilizó con el peso de su cuerpo y con la presión que ejerció con su pelvis y de esa forma poseyó a su querido pecoso su boca y su cuerpo eran suyos completamente.
Ingresó su lengua en la boca del joven y de esa forma recorrió cada centímetro de ella: las paredes interiores y húmedas de sus mejillas, su lengua por encima y por debajo, su paladar. Vinegar intentaba imitar esos movimientos pero estaba siendo dominado. Era un beso muy sucio, silenciando cada gemido que Doppio intentaba realizar.
El joven llegaba a su límite, deseaba sentir algo de placer en su entrepierna que amenazaba con romper su ropa interior debido a la dureza de su miembro. Pronto el oxígeno comenzaba a faltarles y tuvieron que separarse.- Creo que...aprendiste a besar muy bien...
- Ahhh...al final tú me besaste y no yo a ti...
- ¿No te gustó?
- Me ... encantó enserio...- pero el joven quería más que besos, su mente se encontraba nublada tal como cuando se masturbó pensando en el jefe. No sabía si era excitación o producto de la fiebre de su resfriado pero antes de que Diavolo dijera algo más, Doppio dijo algo que en verdad lo sorprendió:
- Quiero más.
- ¿Más besos?
- S-si pero, quiero más que un beso...
- No pensaba irme sin hacer algo más.
- No te vayas porfavor... quédate conmigo toda la noche.
- Claro que me quedaré, el tiempo que quieras. Estuve separado de ti por mucho tiempo y ahora no me iré sin antes sentir que eres mío.
- ¿A qué te refieres con eso?
- A esto.- Diavolo quitó las sábanas que cubrían el cuerpo de Doppio y se acercó a su polera con intenciones de quitársela, pero el chico lo interrumpió. Era verdad que quería más, pero esa sería la primera vez que alguien lo vería semi desnudo y eso lo ponía inquieto.
- Espera...no quiero que me veas porfavor.- en realidad el chico no quería que lo viera sin polera, porque esta era la prenda que cubría su creciente entrepierna. Le daba demasiada vergüenza que el hombre frente a él lo viera erecto.
- Si quieres que hagamos "más", debes dejar que te vea...¿Tienes alguna cicatriz o algo que no quieres que vea?
- No...
- ¿Entonces?...mmmh hagamos algo. Cierra los ojos y así no te dará vergüenza.- Y así lo hizo el joven. Cerró sus ojos con fuerza y esperó a que su acompañante le quitara la ropa, este lo hizo con suavidad y cuando sacó la prenda por sobre la cabeza del pelimorado se quedó en silencio. Esto le causó curiosidad al menor y abrió los ojos lentamente, dándose cuenta que su erección era evidente y la tapó con ambas manos.
- ¿Q-qué sucede? Ya no te gusto ¿Es eso?
- En verdad...eres muy hermoso. Tienes pequeñas pecas en tus hombros y pecho, son realmente lindas.
- No las mires, no me gustan.
- A mí me fascinan. Quiero besar cada una de ellas y- se detuvo al dirigir su mirada a la parte baja del cuerpo del menor y clavó sus ojos en "esa" zona.
- Quita las manos.
- N-no...
- Saca las manos de ahí ahora.
- No me puedes obligar...
- Oh sí que puedo cariño, pero quiero creer que serás obediente como siempre lo has sido, de no ser así tendré que castigarte.
- No... serías capaz de lastimarme...
- No me pongas a prueba entonces, saca las manos de ahí Doppio.- el muchacho obedeció y lentamente sacó una de sus manos del bulto, pero dejó la otra cubriendo parcialmente la zona.
- Dije "manos", saca esa mano ahora.- el joven sacó lo último que podría cubrir su ropa interior y el mayor no dejo de mirar su entrepierna mientras hablaba.
- Dime ¿Por qué estás así?.
- Por...ti.
- ¿En verdad?
- Si, en verdad...quiero confesarte algo...- aprovechando que su vergüenza ya no podía seguir aumentando, quería confesar lo que había hecho hace días atrás.
- Hace unos días...y-yo...me... masturbe pensando en ti...
- ¿En verdad hiciste eso?
- Si...nunca lo había hecho antes, pues no había nada que me excitara en verdad, hasta que apareciste tú...y...había soñado contigo también...
- ¿Qué soñaste?.- Doppio no pensó que su confesión fuera a llegar tan lejos pero no podía reservarse nada. Cada vez que se guardaba algo como secreto, el jefe era persistente hasta conseguir la verdad.
- ¿Recuerdas esa vez que estábamos en el baño y yo confundí la situación y...pensé que querías que...yo...te....
- ¿Que me hicieras un oral?.- el joven enrojeció.
- S-si...bueno...en el sueño yo... hacía eso, o casi.
- Y dime Doppio ¿Quieres hacer ese sueño realidad ahora?
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I am the emperor [Doppio x Diavolo]
FanficUn joven solitario encuentra en alguien mayor algo que siempre estuvo buscando pero que evitaba a toda costa. Un ser dominante e imponente se apodera en cuerpo y alma de un joven tímido y sumiso.