Dime que sí.

1K 112 106
                                    

- Oye despierta ¿No que tenías tanta hambre?.- Doppio se encontraba al lado de su novio, con la cabeza apoyada en su hombro y aparentemente dormido. Aún estaba desnudo de la cintura para abajo pero se encontraba tan exhausto que no se daba cuenta.

- No estoy durmiendo, solo tengo los ojos cerrados. Y no, no tengo hambre...era mentira.

- Lo sabía, pero...son las 13:30 PM y creo que ya va siendo hora de almorzar. Tengo hambre y compramos demasiadas cosas para prepararte algo muy rico.

- Mmmmh, un ratito más porfavor.- se acurrucó más al lado del jefe, señal de que no quería levantarse aún.

- Oye...¿Aún estás asustado?

- ¿Por qué?.- el joven abrió uno de sus ojos para observar la expresión de Diavolo, se veía preocupado.

- Por como te traté, fui muy rudo y lo siento.

- No, ya no estoy asustado...no te preocupes más.- Vinegar abrazó tiernamente al más alto.

- Te quiero mucho Doppio.

- Yo también te quiero mucho...oye ¿Y mí ropa?.

- Esta bajo la mesa.

- ¡¿Me estuviste mirando todo este tiempo?!.- el joven rompió el abrazo rápidamente y se tapó la entrepierna con ambas manos.

- Si...¿Qué tiene de malo? Me gusta tu cuerpo, es el más hermoso.

- No, el tuyo es el más hermoso.

- ¿Te lo muestro?.- Diavolo alzó una ceja y aparentemente hablaba enserio, sonaba bastante tentadora esa propuesta.

- Mejor almorcemos ¿Si?

- Está bien, ordenemos todo.

Ambos dejaron las bolsas de compras en la mesa para desempacar. Mientras ordenaban las cosas en los muebles y en el refrigerador Diavolo le hacía algunas preguntas a Doppio acerca de sus preferencias culinarias.
También le preguntaba acerca de su vida privada y el muchacho por su parte se mostró mucho más abierto y confiado esta vez.
Con cosas tan pequeñas como ordenar los alimentos o con las anteriores llamadas telefónicas que habían sostenido, el jefe fue conociendo mucho más al joven del que se había enamorado y este por su parte sentía lo mismo.

En esta oportunidad el jefe volvió a cocinar. Era bastante hábil en la gastronomía, preparó un delicioso plato de pasta.
Cuando terminaron de comer siguieron conversando en el sofá. Estaban sentados y el mayor abrazaba por la espalda al más joven con ambos brazos.

- Y ¿Has pensado en lo que te pedí?

- ¿A qué te refieres?

- Lo de la fiesta de aniversario de mí empresa.

- ¿Cómo se llama tu empresa?

- Passione.

- ¿Y tiene que ver con finanzas?

- Pasión por el dinero (?)

- jajaja, bueno pues es un nombre muy apropiado para ti.

- Gracias señor Vinegar, pero ahora deje las evasivas y respóndame ¿Será mi pareja en la fiesta?

- ¿Y qué debo hacer en ella?

- Nada, estar conmigo y quizá hacer amigos, todos son amables o por lo menos lo intentan.

- Háblame de tu círculo más cercano.

- ¿Enserio te interesa? Mmmh bueno. Con el que más hablo es con Bruno, mi mano derecha, el es muy agradable e inteligente pero...

I am the emperor [Doppio x Diavolo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora