Proposición.

1K 117 37
                                    

En la mesa había de todo: jugo de fruta, pan, queso, jamón, café, té, leche, verduras, fruta picada, etc . Probablemente Doppio jamás había visto su mesa tan llena de cosas. Y era solo un desayuno.

- ¿De dónde...sacaste todo esto?

- Lo compré mientras dormías.

- Pero si estabas sin ropa cuando desperté...

- Me la volví a sacar, me gusta que me mires.

- ¿Enserio? ¿Por qué?.

- Porque tu mirada me hace sentir querido.
Ahora siéntate que tienes mucho que comer.

- Esto es demasiado...no podré con tantas cosas en verdad.- el joven recorrió con los ojos todas las cosas que habían para comer, se veían deliciosas pero en verdad era mucho.

- Come lo que más puedas y el resto lo guardamos. Hay mucho espacio en tu refrigerador. Mmmh ¿Qué tal si vamos de compras a la tarde? Así cuando te venga a ver podré prepararte muchas cosas.

- Suena bien.- con una media sonrisa en su rostro el muchacho se sentó a desayunar.

Comieron en relativo silencio, a excepción de una que otra pregunta que se hacían mutuamente. De pronto el joven sintió un leve sonido de una vibración en algún lugar.

- ¿Qué es eso?

- Mí celular.- Diavolo parecía no prestarle atención.

- ¿Y por qué no contestas?

- Porque ya sé quién es y no quiero que me molesten cuando estoy contigo.- el mayor acarició suavemente la mano del chico.

- ¿Es del trabajo?.- el sonido por fin cesó.

- Era del trabajo.

- Podría ser importante.

- Es mí día libre y no quiero que.- el celular volvió a vibrar interrumpiendo nuevamente.- oh mierda ¡que insistente!.

- Mejor será que contestes.- el más alto decidió hacer caso y contestar.

- ¿Aló? Mierda Bruno te dije ayer que hoy no iba a atender nada...¿Qué problema?.- el pelirrosa decidió levantarse de la mesa e ir a conversar a otro sitio. Luego de un momento regresó.

- ¿Tienes problemas?

- Algo así ¿Terminaste de comer ya?

- Sip.

- ¿Qué quieres hacer ahora?

- Mmmh no lo sé, ¿Quién es Bruno?.- por alguna extraña razón le llamaba la atención saber quién era ese hombre.

- Trabaja para mí, es algo así como mí mano derecha. Es muy eficiente en verdad pero ahora mismo no quiero pensar en el trabajo. ¿Qué tal si vamos a recostarnos un rato antes de salir?

Cuando ya se encontraban en la cama, ambos tendidos mirando al techo, continuaron conversando.

- Doppio quisiera pedirte algo, en realidad es una proposición.

- ¿Q-qué cosa?

- Quiero que me acompañes a un evento importante en mí empresa, es el aniversario de la organización y me gustaría que vinieras conmigo. Es una gran fiesta donde van todos los funcionarios y socios.

- Una fiesta ¿Eh?. Jamás he ido a una fiesta, no me gusta estar rodeado de tantas personas.

- Lo sé, pero estarás conmigo y me aseguraré de que la pases muy bien.- le acarició suavemente la mejilla al joven y continuó.- sería muy importante para mí que me acompañes, nunca he llevado a alguien a esas fiestas.

I am the emperor [Doppio x Diavolo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora