Afrodisíaco.

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Entraron al sitio y el ambiente era bastante particular: la luz era clara en los pasillos y los lugares que no correspondían a las mesas, pero en ellas la luz era tenue y agradable.

Las paredes eran de un rojo oscuro, que hacían que la iluminación tuviera un toque sensual.
El olor del ambiente no era común pero si muy agradable, Doppio no pudo adivinar qué era exactamente, se sentía extraño en ese lugar y pensaba que tenía una atmósfera demasiado íntima para ser solo un restaurante.
No quiso darle más vueltas al asunto y se dejó guiar por Diavolo hasta la mesa que tenía reservada, la cual estaba apartada de la entrada principal y en un lugar bastante privado, habían pocas personas a su alrededor.

Un camarero los atendió apenas tomaron asiento.

- Muy buenas noches señor...Diavolo ¿Verdad?.- el joven verificó en su pequeña agenda el nombre (aparentemente para revisar si la mesa reservada estaba siendo usada por la persona indicada)

- Así es ¿Qué vas a querer, amor?.- el joven pecoso comenzaba a sospechar que le decía cosas como "amor" o "cariño" en frente de otras personas con intenciones de hacerlo sentir avergonzado, lo cual lograba pues se sonrojó de inmediato.

- Ehh...no lo sé ¿No hay menú?

- No señor, aquí el cliente ordena lo que quiere y yo soy el encargado de decir si lo que usted desea está disponible o no, puedo limitarme a realizar recomendaciones.- el camarero miró fijamente a Vinegar. Este por su parte se encontraba más que perdido, si antes en otros lugares le era díficil decidir incluso con menú y esas cosas ahora que él debía ordenar a su gusto, no sabía ni siquiera qué pedir para beber.

- Ah... bueno, yo no lo sé en verdad...

- Cariño, si me permites puedo pedir por ti.-  Diavolo tomó suavemente la mano del joven que posaba en la mesa, exaltandolo.

- B-bueno.

El jefe ordenó en voz baja cerca del oído del camarero todo lo que iban a consumir en la cena.
Doppio se preguntaba el porqué de esa confidencialidad, pero como prefería eso a ordenar por él mismo los alimentos, no le dio mayor importancia.
Cuando el empleado se fue, el de cabellos rosados dirigió una intensa mirada a su tímido novio.

- ¿Te ha gustado el lugar?

- Está muy lindo ¿Qué comeremos?

- Me encantaría comerte a ti, pero por ahora diré que te va a gustar mucho lo que pedí.

- Quisiera preguntarte algo...

- Puedes preguntarme todo lo que quieras, no necesitas pedir permiso.- el jefe le dedicó una cálida sonrisa que animó al menor a preguntar.

- ¿ Por qué me dices "mi amor" en... público?

- Me gusta llamarte así.

- Si pero...es que...

- ¿Te incomoda porque somos hombres?

- Un poco...o sea...no, ehhh no lo sé en verdad pero... siempre nos miran raro cuando me dices de esa forma.

- ¿Las personas son las que te hacen sentir incómodo o son mis palabras?

- Yo...no lo sé.

- Doppio escúchame bien. Yo te elegí a ti como mi pareja no solo porque seas guapo, me encantas en todo sentido. Con mis palabras trato de demostrarte todo el cariño que siento por ti y con mis caricias también...me siento frustrado cuando no me dejas expresarme así.- la sinceridad del mayor dejó perplejo a Vinegar.
Se sentía culpable, no quería frustrarlo ni hacerlo sentir triste, él también lo había empezado a querer con mucha fuerza últimamente y quizá era tiempo de confiar más.

I am the emperor [Doppio x Diavolo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora