Al ver quién era el que lo llamaba, Doppio en verdad se sintió observado ahora que su orgasmo y excitación se habían ido y solo habían dejado como rastro un agitado y jadeante joven.
Su fantasía de que Diavolo lo observara le causaba vergüenza y culpa en estos momentos, pero debía admitir que disfrutó de lo que había acabado de hacer como ninguna otra cosa que haya realizado anteriormente.Exaltado, como si el jefe lo hubiese encontrado en el acto mismo, tomó su teléfono celular y se apresuró a contestar:
- A-aló, aló ? ¿Si? D-doppio al habla.- su voz era agitada, jadeante y entrecortada.
- Hola, oye...¿Qué te sucede? Te escuchas muy agitado, como si hubieses estado corriendo o algo así.
- E-estoy bien... tranquilo, yo...tuve una...¡pesadilla! Si...y desperté recién.
- Te escuchas bien sospechoso eh, pero me alegra no haberte despertado. Me dieron ganas de llamarte mientras desayunaba, espero no te moleste.
-¿Desayuno? ¿Qué hora es?.- el joven pecoso miró el reloj ubicado en su mesita de noche el cual para su mala suerte se había quedado sin baterías y se detuvo a las 2 de la mañana.
- Son las 7:30 de la mañana, hay sol por dios ¿Vives en un búnker?.- Diavolo reía con gracia, mientras que Vinegar observó sus cortinas aislantes de luz que cubrían su gran ventana. Odiaba que el sol se colara por las mañanas y lo despertara de golpe, pero cada vez consideraba más el hecho de cambiar las dichosas cortinas por unas algo menos oscuras para así saber por lo menos si era de día o de noche.
- Lo siento, tengo cortinas que aislan la luz, no es que viva bajo tierra como un gusanito.
- Yo solía tener de esas hasta que me desorientaban igual que a ti y las cambié. Los gusanitos no son tan tiernos como tú.- ese comentario hizo ruborizar al joven, pero el mayor no lo pudo notar obviamente.
- ¿Qué harás hoy aparte de trabajar?
- Estaré muy ocupado... probablemente no podamos vernos hoy ¿Me perdonas por eso?.- Doppio se decepcionó. Quería ver a su amigo hoy pero no se podía, lo iba a extrañar.
- No te preocupes por eso, yo entiendo. Otro día podremos.
- Claro que si. Te llamaré cada vez que pueda, cuídate porfavor...- la repentina preocupación que sentía el mayor por el chico hizo que este sonriera dulcemente.
- Gracias, tú igual.
- Debo dejarte ahora, comenzaré a trabajar desde temprano. Adiós Doppio.
- Adiós.
Diavolo cumplió lo que dijo y llamó al joven cada vez que podía por varios días. Cada mañana llamaba al chico para disculparse por no poder encontrarse con él debido a su agobiante trabajo. Por su parte, Doppio no se molestó al respecto pero si comenzaba a deprimirse un poco más.
Se dio cuenta que verlo le hacía falta. Se había convertido en alguien muy importante en poco tiempo y conforme pasaban los días lo fue necesitando aún más.
Las llamadas consistían en comentarios acerca de cómo estuvo el día del jefe y las cosas que hacía. Este se contactaba con Vinegar todos los días por lo menos unas 4 veces durante la jornada. Pero las intenciones del mayor eran otras.Diavolo quería que el pecoso se soltara más con él. Sabía que su proximidad lo ponía nervioso, que lo intimidaba y quería saber más de él a toda costa. Sus preguntas se tornaron más y más personales, pero ni siquiera así el joven quería responderlas. Un incidente hizo que por fin dijera algo.
Había pasado aproximadamente 2 semanas y media desde que no se veía con su amigo. El chico de cabello morado se sentía triste, si bien el mayor era constante con sus llamadas, la necesidad de verlo en vivo lo estaba torturando.
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I am the emperor [Doppio x Diavolo]
FanfictieUn joven solitario encuentra en alguien mayor algo que siempre estuvo buscando pero que evitaba a toda costa. Un ser dominante e imponente se apodera en cuerpo y alma de un joven tímido y sumiso.