FALL© - Hopeless Autumn © [TERMINADA]

Chapter 31; Hospital, Zorras Y Odiobles

 

¡VAYAN A VOTAR! POR FAVOR

La alarma suena muy temprano, y me doy la vuelta. Levanto el brazo para
propinarle un manotazo y parar el odioso pitido que me está destrozando los oídos. Mi mano choca con una superficie suave y cálida, y abro los ojos de golpe para encontrar a Joey mirándome. Cojo la almohada para taparme de vergüenza, pero él me la quita de un tirón.

—Buenos días para ti también —dice con una sonrisa frotándose el brazo.
Le devuelvo la mirada mientras se me ocurre una disculpa.

« ¿Cuánto tiempo ha estado mirándome?»

—Estás adorable cuando duermes —bromea, y yo me incorporo tan rápido como puedo, convencida de que debo de tener una pinta bastante horrorosa, teniendo en cuenta que Noah y yo ensayamos hasta tarde y que me tardé mucho en dormir.

Me pasa el móvil.

—¿Para qué es la alarma?
La apago y me bajo de la cama.

—Tengo que ir al hospital—replico.
Él frunce el ceño.

—Está claro que lo tuyo no es madrugar —dice —¿A qué vas a ir al hospital?

Me hago una cola, en un intento por evitar que mi cabello parezca un nido de pájaros.

—Es que… no creo que te importe. —Me siento un poco culpable por hablarle de un modo tan borde pero, para ser sincera, era lo que esperaba de él.

Joey es así, borde, frío, aveces arrogante y la mayor parte del tiempo pareciera como si no le importara nada en lo absoluto, aunque tengo que atribuirle que trata de ser un poco más suave conmigo en ocasiones. Lo más probable es que sea porque al fin y al cabo ésta es mi casa.

—Este no es el caso. ¿Puedo ir contigo?

Miro a mi alrededor en la habitación mientras me pregunto si lo he oído bien.
Entonces me vuelvo hacia él con una mirada de sospecha.

—¿Al hospital?¿Donde van a haber muchas personas? Y ¿por qué ibas a querer venir? ¡Odias a las personas!

—¿Por qué tiene que haber una razón?, simplemente no tengo nada que hacer, deberías estar agradecida porque iré contigo. Te comportas como si estuviera tramando matarte o algo así. —Se ríe y se levanta, tras lo cual se revuelve el pelo.

—No, me comporto así porque lo más probable es que por llevarte, los enfermeros del hospital no me dejen volver por las malas vibras que transmites. No eres un buen candidato para convivir con esos adorable niños.

Trato de ignorar a toda costa el odioso comentario que hizo. No quiero arruinar su buen humor.

— Quiero ir — impone—. Prometo que seré bueno con ellos... Además, ellos no están en un estupido instituto lleno de estereotipos y egos absurdos. No creo odiarlos. Y por favor... Mira está cara —Señala su rostro—¿A poco no soy adorable?

—Bueno, me sorprende bastante verte de tan buen humor por la mañana… — Teniendo en cuenta que siempre te levantas como ogro —, que quieras ir conmigo a un sitio… y que seas agradable con las personas, teniendo en cuenta que las odias—admito.

— No odio a las personas... Por lo menos no a todas.

— Sí, eres tan adorable — murmuro con total sarcasmo.

Me aparto de él, tomo la ropa que me pondré y me dirijo al baño. Tengo que darme una ducha antes de ir a algún sitio.
Indiferente ante mi sinceridad, Joey sigue presionándome un poco más.