La mañana transcurrió muy silenciosa, Joey y yo ni siquiera nos dirigimos la palabra y él ni siquiera tuvo la decencia de verme a la cara. Sólo se paseó por la casa con el ceño fruncido, como siempre.
Ahora tenía que entrar al instituto,Jacob no vendría hoy y loren tampoco.
No podría ser un peor día.
Traté de tener mi mente despejada, traté de no pensar en Pierce, ni en el... Bastardo que le hizo eso a Loren ni en el artículo que había visto esta mañana de otra chica que se había suicidado anoche.Sí, era el primer artículo que publicaban.
Esa situación me parecía demasiado extraña y sospechosa.
En la ciudad nunca hubieron suicidios, a excepción de hace muchos años cuando dos chicas lo hicieron, pero después de eso hubo calma total. Hasta ahora. Y no puedo evitar pensar en eso... ¿Por qué lo harían? ¿Acaso pasaban por un mal momento? ¿Alguien estaba provocando eso? ¿Por qué sólo eran chicas? ¿Por qué no chicos? ¿Por qué?.
En vez de llamarlo "suicidio" yo le llamaría "homicidio".
Pero ¿y si no era así? Siempre me he destacado por ser muy dramática, el drama circulaba en mi sistema como la sangre y mis especulaciones casi siempre resultan siendo falsas o erróneas. Casi siempre, eso no era novedad. Pero aún así tenía el presentimiento de que no era casualidad, de que mis teorías serían ciertas esta vez.Después de haber dejado a un lado mis sospechas y de haber saludado a medio instituto como si todos fuéramos amigos, llego al salón. Me sorprendo al saber que el único que está ahí sentado en la parte de atrás es Joey —¡Qué conveniente! — y siento que es el momento perfecto para hablarle.
Tomo una larga bocanada de aire y hablo: —¿Por qué no me hablas, Joey? — Él no responde nada y solo se limita a jugar un absurdo juego en su móvil — Joey, te estoy hablando.
Él voltea a verme por fin —Lo siento, por un momento olvidé que eras la maravillosa Skyler Waldorf Gray y que nadie puede ignorarte.
—Joey, sabes que eso no es así, yo sólo...
Él me interrumpe abruptamente —No quiero que lo vuelvas a ver —Dice en un tono frío y autoritario.
—Pero... ¿Por qué? —Pregunto en un hilo de voz. Él mete su móvil en su mochila.
Sé perfectamente que está hablando de Pierce, ¿de quién más si no?
—Porque él no es bueno para ti—Ni siquiera es capaz de verme al decirlo.
—Pero ¿Por qué? Si me das sólo una razón...
—¡Porque él es una mala persona! ¡Él sólo te hará daño! —da un fuerte golpe en la mesa haciéndome saltar en mi lugar, luego de eso se pone de pie lentamente —Y por tu propio bien, espero no vuelvas a verlo —Me señala con su dedo índice. Acusandome —Si de casualidad llega a casa, me llamas a mí y de paso le dejas claro que no quieres volver a verlo.
No soy capaz de pronunciar palabra alguna. Su tono autoritario jamás había salido a la luz. Jamás lo había visto tan enojado, por lo general sólo es frío y distante, pero esta vez es diferente; sus ojos reflejan furia, su mandíbula está tensa y sus puños están tan apretados que incluso puedo ver como se van poniendo blancos.
—Él No me lastimará —hablo al fin.
—Oh, claro que lo hará, creeme — habla Con tanta seguridad y con un toque de falsa diversión en sus palabras.
—No, él no lo hará porque quien lo lastimó fui yo, no él.
Joey busca mis ojos con rapidez y puedo apreciar sus bellas cejas unidas una vez más — ¿Cómo?
—Yo... Él... —No sé si debería decirle o si simplemente debería omitir información, así como él lo ha hecho desde que llegó aquí.
—No tengo todo el tiempo del mundo —pone sus ojos en blanco y se vuelve a sentar.
—Pierce y yo... Tuvimos ¿algo? —la duda es obvia en mi voz, en realidad no sé qué fuimos en realidad — Y pues yo... Lo lastimé, le rompí el corazón —un suspiro se escapa de mis labios—. Lo dejé cuando más me necesitaba.
—O sea que tú... Y él... — Su mirada está perdida y sus dedos me señalan y luego señalan a la nada. Y viseversa.
Asiento con la cabeza y me siento junto a él — Me alejé de él y lo rompí en el proceso.
—Yo... Él... —parece shokeado — Pierce se enamoró de ti —vuelvo a asentir con un poco de cautela —Eso explica porqué actuó así en la casa... Es decir... Lo he visto con chicas y les importa una mier...
—¿Qué chicas? — lo interrumpo y mis cejas se frunce instintivamente.
¿Celosa? ¿Dónde?
—Ya sabes... Chicas... —Parece algo nervioso y sus ojos verdes evitan mi mirada de nuevo.
—Pues ahora siento menos haberle roto el corazón —me cruzó de brazos, enojada.
—Que perra eres. —mis ojos se abren de par en par, asombrados — Le rompiste el corazón a alguien que, se supone, no podía amar —. Da una risa amarga —No sabes como me arrepiento de haberte besado. Si tan solo hubiese sabido que tú...
No lo dejo terminar porque mi mano se estampa contra su mejilla —¿Cómo te atreves? —me pongo de pie, botando la mesa que teníamos frente a nosotros a mi paso —¡Eres un idiota descerebrado! ¡Yo no te pedí que me besaras! —le grito más que alterada.
Nunca en la vida me había llamado alguien así, nadie aparte de... Pierce. Pero esa es una historia para otro día.
» Yo jamás te hubiese besado si tú no hubieras empezado desde un principio — doy un alarido de frustración y quito mi cabello de mi cara — ¡Ugh! Si no me hubieras besado, probablemente esto sería más fácil, pero no. Tuviste que hacerlo y ahora no hay día en que no quiera complacerte, en que no quiera conocerte, pero tú sólo eres un Odioble distante, frío, cortante y... —chillo de frustración otra vez — y guapo. ¡NO sabes como te od...
No puedo terminar mi frase porque, sin que me hubiera dado cuenta, Joey se para frente a mí rápidamente, toma mi cara entre sus manos y me acerca a su pecho, una de sus manos pasa a mi cintura mientras la otra se mantiene en la parte de atrás de mi cabeza y me aprieta contra él.
Me abraza.
Nunca había recibido un abrazo de Joey, ni siquiera lo había tenido tan cerca, incluso en el beso no estuvimos tan cerca como ahora. Y me gusta. Me gusta la calidad de su abrazo, me gusta su aroma y sus brazos levemente musculosos ceñidos a mí cuerpo. Me gusta Joey.Me dejo llevar y lo abrazo también, con fuerza y necesidad, no estaba preparada para ésto y ahora, con todo lo que ha pasado últimamente, lo necesito. Tampoco sabía que lo necesitaba hasta que alguien me dio uno y ese alguien era él. Él chico que nunca habla de sí mismo, que es mejor escuchando que hablando. El chico con el que he estado obsesionada desde que tenía como cinco años. Era él. Siempre había sido él y desde un principio lo supe. Lo supe desde que entré a su habitación cuando él no estaba, encontré en su maleta de viaje algunas fotos de él de pequeño, estaba con unas gafas gruesas y algo graciosas, su cabello estaba más claro casi rubio y estaba con su kit de química en una de las fotos, en otra, por otro lado, estaba con un kit de magia, sombrero y capa de mago. Se veía adorable. Y ahí supe que era él.
Inmediatamente mis sospechas de que allí guardaba algún tipo de droga se fueron por el caño. Jamás debí dudar de él, pero agradezco haber irrumpido su espacio privado porque así pude saber quien era en verdad.Él era mi Bowlie. Mi pequeño "mate".
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FALL© - Hopeless Autumn © [TERMINADA]
JugendliteraturLibro #1 de la Serie #EstacionesFaltantes A estos personajes los odiarás con toda tu alma, pero que eso no te detenga... dicen que todos tiene una perspectiva diferente ¿no? Él haría lo que sea para enamorarla. Ella intentaría lo que sea para aleja...