FALL© - Hopeless Autumn © [TERMINADA]

Chapter 36; Post-fiesta

Aviso super hiper mega importante: Vayan a leer el capítulo 25, había olvidado publicarlo y es esencial para la historia, no tomará más de un minuto leerlo. Es corto, pero esencial.

Al despertarme necesito un momento para recordar los acontecimientos de la noche anterior que me llevaron a este estúpido dormitorio. Jordyn sigue dormida, roncando sonoramente con la boca abierta. Como morsa.

Me pongo rápidamente los zapatos, cojo el bolso y salgo del cuarto. ¿Debería llamar a la puerta de Travis o intentar buscar a Hunter?

Y luego una pregunta que debería haberme hecho desde que Hunter me presentó a ese chico ronda por mi cabeza: ¿De donde conoce Hunter a esos chicos? Jamás lo había oído hablar de ellos, pensé que él iría a otra ciudad a estudiar, con su hermano.

Esquivo los cuerpos durmientes que hay en el pasillo y me dirijo al piso
inferior.

-¿Hunter? -lo llamo con la esperanza de oír una respuesta.

Hay al menos veinticinco personas durmiendo sólo en el salón. El suelo está repleto de vasos de plástico y de basura, lo que hace que me resulte difícil desplazarme a través del desorden, pero también me doy cuenta de lo limpio que estaba el piso de arriba a pesar de la gente que había allí.

Me encantaría ver a Travis recogiendo toda esta porquería, y, al imaginarlo, me entra la risa.

-¿Qué tiene tanta gracia?

Me vuelvo y me encuentro a Travis entrando en la cocina con una bolsa de basura en la mano.

Al parecer, lo he invocado.

Pasa el brazo por la encimera y deja caer los vasos en el interior.

-Nada -miento-. ¿De dónde conoces a Hunter?

No me contesta y continúa limpiando.

-¿De dónde lo conoces? -pregunto de nuevo, esta vez con más impaciencia -. Entre más rápido me digas por qué eres su amigo, más rápido me callo.

-Bueno..., no recuerdo dónde lo conocí, simplemente un día empezamos a ser amigos de fiesta ¿Ahora si te puedes callar? -Dice con una sonrisa maliciosa.

-No, pero tú tampoco -le espeto, y su mandíbula se tensa.

Se acerca a mí, abre el armario que tengo junto a mí y saca un rollo de papel de cocina.

-¿Dónde está la parada de autobus? ¿Está cerca? -pregunto sin esperar una respuesta.

Murmura algo que no alcanzo a escuchar, pero estoy segura de que no fue lindo por la expresión en su rostro.

-Sí, a una manzana—. Dice ahora más fuerte.

Lo sigo por la cocina -. ¿Podrías decirme dónde está?

-Claro. Está a una manzana de distancia. -Las comisuras de su boca se curvan hacia arriba, burlándose de mí.

Pongo los ojos en blanco y salgo de la cocina. Está claro que la cortesía que Travis mostró anoche fue una excepción, y que hoy piensa atacarme para enmendar lo que ayer no. Después de la noche que he pasado, no soporto estar cerca de él.

Ya conozco a los de su tipo. Muy bien.

Me dispongo a despertar a Jordyn, quien lo hace con sorprendente facilidad y me sonríe. Me alegro profundamente de que esté lista para salir de esta maldita casa de fraternidad.

-Travis dice que hay una parada de autobús por aquí cerca -le digo mientras bajamos la escalera juntas.

-No vamos a coger el autobús. Uno de estos idiotas nos llevará a casa, al fin y al cabo no vivimos tan lejos -dice, y apoya la mano en mi hombro.

Cuando entramos en la cocina y vemos a Travis sacando algunas latas de cerveza del horno, Jordyn se pone autoritaria.

-Travis, ¿nos puedes llevar de casa ahora? Me va a explotar la cabeza.

-Claro, dame un minuto -dice él, como si hubiese estado esperándonos todo el tiempo.

Durante el trayecto de vuelta a nuestro conjunto, Jordyn se pone a tararear la canción que está sonando a través de los altavoces y Travis baja las ventanillas, a pesar de que le pido con educación que las suba. Se pasa todo el camino callado, tamborileando absorto el volante con sus largos dedos. Aunque no es que yo haya estado prestándole mucha atención, porque, como ya dije, conozco a los de su tipo. Muy bien.

-Luego me paso, Jordyn -le dice a mi compañera cuando ella baja del coche.

Ella asiente y se despide de él con la mano -Adiós, Skyler -me dice Jordyn con una sonrisa maliciosa.

-¿Dónde queda tu casa? -. Pregunta sin siquiera mirarme.

-Por éste camino y luego a la derecha -. Le indico con el tono más borde que puedo.

Travis sigue mis indicaciones y cuando al fin puedo ver mi casa. Al llegar a ésta, Me bajo del auto no sin antes dar las gracias y despedirme de Travis, aunque éste sólo asiente y se va.
Atravieso el jardín hasta llegar a la puerta de mi casa, busco en mi bolso las llaves y luego abro.

-¿DÓNDE MIERDA ESTABAS? -. La gruesa voz de Noah perfora mis oídos y mi estómago reacciona al sentir esos no tan típicos murciélagos.

Me doy la vuelta para enfrentar a las personas que, al parecer, han estado preocupadas por mí.

Loren, Carson, Blake, Ariel, Jacob, Mario, Brandon e incluso Joey y Hunter están aquí. Algunos rostros representan alivio y en cambio muchos otros demuestran el enojo que recorre sus cuerpos.

-¡Eres una estúpida! ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? Pensé que te habían hecho algo malo... No quiero ni imaginar que te pase lo mismo que... Eso no importa. Pero ¿Tienes idea de lo mal que estábamos todos? -. Grita Loren con desespero.

-No vuelvas a hacer eso nunca más en tu maldita vida-suplica con voz melodiosa, Jacob y se hace paso entre los demás para abrazarme - Me preocupé mucho por ti.

Puedo escuchar lo débil en su voz en eso último.

-Es que olvidé avisarte -me disculpo- Te amo, Jackie .

-Y yo a ti, Sky - besa mi frente y se aleja un poco.

-¿Por qué no atendías tu teléfono móvil? -puedo notar el incremento del enojo en la voz de Noah.

-Se apagó.

-¿Por qué te aléjaste? -Pregunta esta vez Joey con el ceño fruncido.

-Porque mientras tu bailabas con esas chicas encima de la mesa, Noah estaba con esa otra chica en la cama y Hunter estaba con esos chicos; yo estaba con una ebria Jordyn en la habitación de un extraño que, por cierto, era un patán.

-Creí que no irías -se defiende Noah.

-Y ¿por eso follaste con esa? ¿Por qué creías que no iba a ir? ¡Eres increíble!

-Te juro que yo solo fui a recostarme un rato y ella de repente entró.

-Si, claro. No me interesa en lo absoluto, tu no tienes que darme explicaciones.

-No vuelvas a ir a una fiesta de esas - Me advierte mi querido primo Mario.

-El próximo año no saldré de ellas-me burlo.

-Deberías ir a descansar-sugiere Joey.

-Si, porque todo fue tu culpa-lo acuso-. Gracias a todos por preocuparse, pero solo he dormido cuatro horas así que... -- me abro paso hacia las escaleras-. Los dejo, queridos míos.

Y sin más que decir... Me voy a mi habitación.

A los 30 votos subo el siguiente capítulo.
Esta vez sí cumplo jaja.