¿No estás cansada? ¿No te cansas de toda esta situación?
Porque las personas somos animales de costumbres nos guste o no. Tenemos mejores temporadas en las que sonríes más, tienes más ganas de hacer cosas, quieres más... Empiezas a pensar que las cosas empiezan a ir mejor, que estás empezando una nueva racha y que ese puede ser tu momento. Empiezan a pasar cosas buenas, te empiezas a sentir más motivada, tus esfuerzos comienzan a dar frutos... Pero cuando estás casi llegando a estar bien, cuando ya puedes rozar lo, un simple y pequeño detalle puede hacer que todo eso bueno que has comenzado a construir se derrumbe. Tu buen humor empieza a aparecer menos, te empiezas a cabrear sin motivo alguno. Y sabes que eso no es bueno. Te empiezas a encontrar, de nuevo, sin ganas de nada.
Y es ahí cuando volvemos a viejas costumbres como comer poco y dormir mucho. Llorar por las noches y pasarnos las horas muertas con música. El móvil deja de sonar y, si lo hace, dejamos de contestar. La gente no se da cuenta pero tú estás volviendo a recaer. Y esa misma gente que no se da cuenta de que te pasa algo es la misma que comienza a alejarse de nuevo. Sólo si tú estás de buen humor ellos se acercan pero si tú no eres la primera en dar el paso no pienses que ellos lo harán, ni mucho menos que harán algo por ti aunque tú des todo de ti.
Por eso pregunto, ¿no estás cansada de todo esto? ¿De ser siempre igual? ¿De sentirte siempre tan vacía?
Querido yo, esta carta va para ti.
Que el sentirse así es la moda. Todos dicen ser diferentes pero en realidad todos somos iguales, tristes y vacíos por dentro que fingen estar bien, o puede que incluso solo finjan estar vacíos porque hoy en día la moda es ser suicida. Ser un marginado social. Por eso, muchas de estas cosas las puedes encontrar en 1549 libros de esta aplicación, ¿por qué iba a ser este diferente? ¿Porque lo estás escribiendo con sentimientos de verdad? Por favor solo tienes dieciocho años y ya te crees toda una sentimental. Pero en realidad solo eres una adolescente más, penosa y aburrida que va llorando por las esquinas a causa de nada salvo las hormonas, que cuando se ríe piensa que está haciendo algo bien para los demás pero en realidad es una puñetera egoísta que miente más que habla. Ahora que se ve más sola que la una porque sus dos mejores amigas han conseguido novio no para de quejarse por todo y está demasiado desesperada. No eres capaz de alegrarte realmente por ellas.
Igual que cuando preguntas a tus demás buenas amigas si están bien, solamente es una falsa preocupación porque, aunque no lo parezca, de tonta no tienes ni un pelo. ¿Recuerdas aquel papel de mentirosa compulsiva? Cielo, no era un papel, en realidad te estabas representando a ti misma.
Eres penosa, de verdad que sí. Solo esperando aquí sentada a que llegue tu mamá y te diga que no pasa nada, que todo está bien y que está orgullosa de ti. Esperando a que se emociones porque te has vuelto mayor de edad, porque te vas a graduar de bachillerato y porque vas a entrar a la universidad. Pues déjame decirte que ella solo llorará cuando la entregues un cheque con tu primer sueldo y que se lo pueda gastar en recompensa por haberte estado aguantando tanto tiempo. Eso o cuando la des la noticia de que te vas de casa, ¿sabes qué? Creo que ese es su único y verdadero sueño. Deshacerse de ti, igual de fácil que lo tuvo tu padre hace unos años. La pena que vives con ella, que sino estoy segura que te dejaría tirada ¿o a caso no has visto que ya ni se preocupa por ti?
Cierto, todo eso lo pienso, todas esas cosas se me pasan todos los días por la cabeza, cosas como que no soy una buena amiga, no soy una buena hija, una buena hermana. Que no valgo la pena y soy completamente inútil. Que soy inútil hasta para seguir mis propios pensamientos porque a pesar de pensar todo eso sigo luchando por seguir adelante.
Porque el estar triste, alegre o ambas en el mismo día no es una moda. El llorar por nada tampoco lo es. Y es que somos personas que sentimos y padecemos tanto los buenos momentos como los malos. Que obviamente hay días que estamos más sensibles y otros que parecemos estar más fuertes. Pero estamos cortados por el mismo patrón, y aunque no hemos pasado por todas las cosas que han pasado las personas de nuestro alrededor si están mal podemos ayudarlos o por lo menos escucharlos. Igual que estoy segura que siempre habrá alguien que quiera escucharte en tus malos momentos.
Es cierto que muchas veces he llegado a pensar que soy una egocéntrica, incluso he notado cómo me cambia el estado de humor cuando hablamos de mí y cuando hablamos de otra cosa. Igual que me doy cuenta de que la mayoría de las veces solo hablo de mí misma. Pero estoy trabajando en ello. Porque nadie es perfecto.
También tengo mis propios miedos, fuera de los que la gente sabe, pero son más comunes de lo que piensas, así que no tengas miedo en reconocerlos. Tengo miedo al rechazo, al defraudar a mi familia y al fracaso. Pero son las cosas más normales que una chica de 18 años pueden sentir cuando están a punto de ocurrir tantos cambios en su vida. Otro miedo más, los cambios. Me puede gustar más o me puede gustar menos mi vida, pero odio los cambios y me cuesta adaptarme a ellos. ¿Mi mejor forma de afrontarlos? Terapia de choque, me encuentro directamente con ellos.
Pues claro que me gustaría poder decir que tengo novio, que tengo la mejor familia del mundo y que estoy todos los minutos de mi vida riendo. Pero no es así, no tengo novio y aún así me alegro de corazón por mis amigas. Mi familia no es ni de lejos la mejor del mundo, solamente he visto a llorar a mi madre con películas y jamás la he oído decir que está orgullosa de mí. Y por supuesto no me estoy riendo día sí y día también, al contrario, ahora mismo estoy medio llorando sola en mi cuarto con la música puesta. Animal de costumbres. Pero en cuanto vaya a recoger a mi hermano tendré que sonreír de nuevo.
Vida solo hay una, pero no voy a decir que somos nosotros los que decidimos cómo vivir la porque no es cierto. Simplemente hagamos que nuestros días sean mejores y que los malos simplemente pasen. Si sientes que tienes que llorar pues llora, si sientes que tienes que gritar pues grita y si sientes que tienes que hablar con alguien hazlo.
Yo no lo he hecho, y no creo que siga mi propio consejo al pie de la letra, pero estoy segura que tú que estás leyendo esto puedes sentirte identificada, porque estoy segura que eres una hermosa rosa que solamente tiene que salir a enseñar al sol quién brilla más.
Y si tenéis que desahogaros podéis contar conmigo, aunque no nos conozcamos de nada, porque a veces contar tus secretos a desconocidos es la mejor cura para la auto-presión.
El peor enemigo del hombre no es la sociedad ni lo que le rodea, sino él mismo.
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Cartas para él.
РазноеEste libro no es un diario, no es una novela, simplemente son cartas que me gustaría dedicar a muchas personas, no necesariamente a ex novios o chicos que me han gustado o me gustan, sino que pueden ir dedicadas a mi padre, a mi hermano, a mi primo...