¿Soy la única que tiene la sensación de que todo lo que pide llega tarde?
Quiero decir, todo lo que en algún momento pasado quise está llegando ahora, quizás sea el universo intentando castigarme por pedir aquellas cosas que no debería.
Resulta irónico que cuando pierdes el interés por aquello que deseabas aparece sin tú seguir queriéndolo. Así me pasó con él, el chico por el que estuve dos años de mi vida perdidamente pillada por él resulta que, ahora que no estoy interesada, es el que tiene interés. Pero también es irónico cómo el deseo de tener algo te ciega de lo que realmente es. Es comparable con los oasis del desierto, te pasas horas y horas andando en busca de agua, incluso días, lo deseas tanto que tu propia cabeza te hace ver un oasis con agua, para que puedas beber y saciarte hasta el punto de tener la barriga hinchada de tanta agua. Pero en verdad esa pesadez en el estómago es la cantidad de arena que has ingerido pensando que era agua. Igual que cuando quieres demasiado a alguien, no ves la clase de persona que es porque tú misma tapas las partes malas, le quitas las imperfecciones para ver solo aquello que tú quieres ver.
Mi querida y preciosa flor se está empezando a marchitar, su flor compañera está apunto de abandonarla cambiándose de jardín...
Jamás había pedido que mi preciosa rosa pasara por esa situación, no se merece eso. Amaba tanto ver sus pétalos florecer y crecer que no llegué a pensar en que aquellos rayos de sol que la alumbraban o aquellas gotas de agua que la regaban haciéndola ser aún más perfecta la dejaran jamás, incluso si no podía ser yo quien estuviera a su lado siempre me alegré de su felicidad.
Pero por desgracia sí está pasando y aquello que pedí de que nunca sufriera por amor y volviera a encerrarse en su capullo de pétalos o sus espinas crecieran hasta hacerla casi imposible para los demás seres de la tierra poder apreciarla parece que se ha tornado al contrario. Pensaba que la siguiente noticia que tendría de ella sería que se mudaría con su flor compañera, pero me equivoqué. Al parecer el hecho de que sus raíces crecieran en lados diferentes sí es algo que ha perjudicado a su relación.
Solo espero que pueda ser feliz pase lo que pase.
Podría poner miles de ejemplos, pero siempre llegaré a la misma conclusión, siento que las cosas me llegan tarde, ya sean para bien o para mal. Siento que paso mucho tiempo esperando por algo que no va a pasar y acabo dándome por vencida, pero cuando menos necesito que aparezcan en mi vida es cuando más lo hacen.
No me gusta la sensación de necesidad que el desear algo deja en mí, no me gustan los estragos que causa al intentar liberarme de ella, pero cuanto más intento no obcecarme con algo más parece volverse en mi contra.
Necesitar... una palabra que nos acompaña desde que nuestros padres nos forman, desde que aparecemos en el predictor confirmando el embarazo, porque desde ese momento todo el mundo comienza a decir "necesitará...".
Necesitar... yo solo me necesito a mí misma, sin perderme por el camino. Sin sentir que llego tarde a todo en esta vida, sin sentir que voy por detrás de aquellos que me rodean...
Sin tener esa sensación de decepción hacia mí misma que guardo conmigo constantemente.
Las cosas no llegan tarde, tú no llegas tarde, simplemente las cosas no tenían que pasar en ese exacto momento.
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Cartas para él.
De TodoEste libro no es un diario, no es una novela, simplemente son cartas que me gustaría dedicar a muchas personas, no necesariamente a ex novios o chicos que me han gustado o me gustan, sino que pueden ir dedicadas a mi padre, a mi hermano, a mi primo...