Fue recién horas después, cuando faltaba poco para que el sol comenzara a salir, que Jimin tuvo una oportunidad de oro con Jungkook.
El resto de los chicos se habían quedado dormidos en sus lugares, Seokjin en el sofá más grande, Hoseok en el suelo frente a él, Taehyung en un sillón y Jihyun llevaba ya rato que se había esfumado a su habitación (o, más bien, su madre lo había obligado a subir unas horas antes). Solo ellos dos seguían despiertos e incluso con todo el alcohol que habían consumido, ninguno de los dos podía considerarse borracho.
Cuando mucho Jimin estaba un poco mareado, pero la sensación solo llegaba a él cuando se levantaba e intentaba caminar. Jungkook tenía las mejillas coloradas y sus grandes ojos enfocados en el techo, como pensativo, mientras que él estaba tirado a su lado, mirándolo sin decir nada.
—¿Qué tanto me miras? —cuestionó Jungkook en medio del silencio, sin mover la cabeza, solo fijándose en Jimin de reojo.
El que lo haya pillado no hizo que se sintiera avergonzado o con la necesidad de apartar la mirada, la simple pregunta le pareció más una invitación a seguir observándolo que otra cosa, por lo que en vez de apartar la vista, Jimin rodó sobre su costado para mirar mejor el perfil del menor. Tenía una nariz algo grande, labios pequeños y una mandíbula bien marcada. Todo eso solo ayudaba a su atractivo.
Quizás esa combinación de características no fuera bonita en otra persona, pero en Jungkook funcionaba a la perfección y lo hacía indudablemente guapo.
—No lo sé, es raro que estés aquí, conmigo y mis amigos.
—¿Raro? ¿Te parece que no encajo? —Jungkook enarcó una ceja.
—No, es que siempre estás con Yoongi y su grupo. Además al principio no parecías muy contento de verme cerca —explicó Jimin sin pelos en la lengua, aunque tal vez era por culpa del alcohol—. De hecho hasta ahora no lo entiendo. Siempre estás pegado a Yoongi como chicle, pero no parece agradarte en lo más mínimo.
—¿Parece que no me agrada Yoongi o que esté pegado a él como chicle?
—¿Un poco de ambos?
—Pues tienes toda la razón —asintió el menor soltando un suspiro. Se apartó el pelo de la frente y siguió con la vista fija en el techo—. Lo mío con Yoongi es complicado. Creo que complicado ni siquiera empieza a describirlo.
Era su oportunidad. Había una gran chance de que seguir interrogándolo solo provocara que el chico se enfadara y saliera corriendo, pero Jimin no tendría otra oportunidad así, en la que Jungkook estaba evidentemente más flojo y menos a la defensiva. Valía la pena arriesgarse a que se enfadara por estar metiendo la nariz donde no lo llamaban. De todos modos podría averiguarlo como gato, pero prefería que él mismo se lo dijera, por respeto a su persona.
—Si no te agrada estar con él, ¿por qué lo haces? No quiero ser un entrometido pero es evidente que él te hace daño. ¿Por qué lo permites?
—Porque se lo debo.
—¿Se lo debes? ¿Le debes el que te golpee y maltrate?
—Le debo dejarlo hacer lo que quiera porque yo le hice daño.
—¿Físico o emocional? —quiso asegurarse Jimin. Igual sabía que no era lo primero.
—Emocional. Y eso es mil veces peor que tirarle un diente a alguien, ¿sabes?
—¿Qué fue lo que le hiciste, Jungkook?
Ante la pregunta, Jeon miró a su alrededor como para asegurarse de que nade estaba despierto o escuchándolo y una vez convencido, se giró para poder ver a Jimin a los ojos. Con una de sus manos toqueteaba la alfombra y hacía dibujos con un dedo, casi distraído, pero parecía ser más una respuesta a sus nervios que un impulso artístico.
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Curiosity saved the cat || KookMin
RomanceBuscando aliviar los dolores de su hermano menor, Jimin de alguna forma aprende a transformarse en gato durante su niñez. Ya crecidos, nunca más se vio en la necesidad de cambiar de nuevo, hasta que vio a su nuevo vecino llorando por su ventana. Sec...