#14

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Probablemente era por la música que aún retumbaba desde el interior del apartamento o por lo borracho que estaba, pero no podía distinguir ni comprender nada de lo que los dos muchachos se estaban diciendo. Era como si solo movieran sus bocas y no salieran más que gruñidos; lo cual tampoco parecía del todo imposible, considerando el estado de ambos que estaba igual o peor que el suyo.

Intentó por todos los medios sacudirse un poco el mareo que llevaba encima para poder hacer algo, pero antes de poder estabilizarse lo suficiente, Yoongi lanzó un golpe.

En vez de tratar meterse en medio, a Jimin se le escapó algo semejante a un grito, pero que no llegó a serlo. Sabía que Yoongi golpeaba a Jungkook con más frecuencia de la que hubiera querido, pero definitivamente nunca se imaginó que lo vería en carne propia. No quería tener que ver una cosa así.

Sin embargo las cosas tomaron un giro cuando Jungkook, con reflejos increíbles incluso cuando estaba pasado de alcohol, detuvo el brazo del mayor antes de que pudiera acercársele a la cara y en respuesta, él mismo lo golpeó en la mejilla y mientras trastabillaba, lo empujó contra la pared para alejarlo de él. Yoongi permaneció recostado contra ésta por unos segundos, recobrando el sentido.

Jungkook empezó a acercarse de nuevo, abriendo y cerrando los puños, como probándolos. Tenía que detenerlos. Tenía que parar a Jungkook. Antes de que todo se fuera definitivamente a la mierda.

—¡Jungkook, basta! ¡Ya déjalo! —gritó Jimin avanzando finalmente. Era casi como si el golpe en el rostro lo hubiera recibido él, porque de repente se sentía lo suficientemente sobrio como para intervenir.

El menor se volteó al instante cuando escuchó su voz, pero no se esperó que su interrupción solo sirviera como distracción. En cuanto Jungkook apartó la mirada de Yoongi, éste se alejó de la pared y cargó con todo: un golpe al estómago de Jeon y cuando se dobló de dolor, otro en la cara. El menor cayó al suelo bruscamente, muy probablemente golpeándose algo más en el proceso.

Yoongi no pensó en detenerse. Incluso cuando el chico ya estaba en el suelo con la mejilla roja y algo de sangre saliéndole por un corte pequeño en el pómulo, él volvió a avanzar hacia él, listo para seguir con su paliza.

Ni siquiera Park supo de dónde sacó el valor para meterse en medio de ambos y hacer de barrera; por todo lo que él sabía, Yoongi bien podría golpearlo a él también. Nada lo detenía, estaba fuera de sí por la rabia y el alcohol, Jimin no era más que un obstáculo en su camino hacia lo que realmente quería y en sus ojos oscuros podía adivinar que no se detendría por nada ni nadie. Pero Jimin tampoco se movería. Aunque lo golpeara mil veces. Sus pies estaban clavados al suelo.

—Quítate, Jimin —ordenó Min escupiendo sangre hacia un costado. Al igual que Jungkook tenía una evidente herida en el rostro—. Ahora.

—No.

—Jimin.

—Ya déjalo en paz, es suficiente.

—Tú no tienes ni idea de lo que-

Yoongi se detuvo en seco. En primera pensó que quizás ese era el punto, dejar la frase al aire para dar a entender algo, pero luego notó que Min no lo estaba mirando a él ni a Jeon, sino a alguien detrás de ellos. Jimin se volteó justo a tiempo para ver a Namjoon salir del apartamento con la expresión más sombría que nunca vio en su rostro y acercarse a su amigo a grandes zancadas.

—Te pasaste, nos vamos —anunció Kim agarrándolo del codo con firmeza. Yoongi no se resistió—. Lo siento, Jimin. También tú, Jungkook. Han sido días difíciles.

Jungkook solo apartó la mirada, evidentemente enfurruñado. Jimin negó con la cabeza muy despacio.

—Sólo llévatelo, Namjoon. Por favor.

Curiosity saved the cat || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora