Para su mala suerte, la "próxima" no parecía a punto de darse. Durante dos o tres semanas se la pasó hablando por medio de mensajes con Jungkook, siempre de forma coqueta de parte de ambos, pero sin realmente llegar a ningún lado.
Aunque eso sonaba bien, porque era algo bueno, lo cierto era que no habían avanzado más que eso, porque sin importar cuánto Jimin intentara acercarse, Jungkook siempre parecía escapársele de entre los dedos. Siempre siendo arrastrado de un lado al otro por Yoongi y su grupo, recibiendo apenas un gesto de disculpa de parte de Jeon cada vez que sucedía.
Por supuesto que siempre luego de aquellos intercambios breves hablaban de ello por mensaje, y no importaba cuánto Jimin le insistiera sobre el tema de alejarse de Yoongi y además ponerlo en su lugar si no la estaba pasando bien en su grupito, el chico no cambiaba su postura al respecto; él juraba que estaba bien y que no era necesario armar revuelo por algo tan "minúsculo".
Por otro lado, seguía visitando al chico en su casa transformado en gato, pero ya no con la frecuencia de antes. Más que nada porque era difícil encontrar a Jungkook en su habitación durante las horas que él seguía despierto. También porque algunas noches parecía serle imposible asumir su forma gatuna, casi como si su cuerpo se negara a ello.
Sabía que estaba siendo demasiado entrometido y que estaba tratando de salvar a alguien que no quería ser salvado, pero Jimin no podía quedarse de brazos cruzados sabiendo lo que Jeon estaba pasando.
Por eso mismo aprovechó que Hoseok le pidiera que acompañara a Jin a casa para confiar en él, que parecía siempre decir muchas tonterías, pero la mayoría de las veces terminaba teniendo razón.
—No es que no aprecie tu compañía, pero en serio creo que Hoseok exagera pidiéndote que me acompañes a casa —se quejó Seokjin tras colocarse la chaqueta de cuero negra que Jimin reconocía ser de Hoseok y se sacudía el pelo níveo con una mano—. Puedo cuidarme solo perfectamente, par de alcornoques.
Incluso con el insulto, Jimin podía sentir su cariño y agradecimiento en sus palabras.
—Él lo sabe perfectamente, pero mejor prevenir que lamentar —dijo Jimin encogiéndose de hombros. Sus asuntos de pareja no eran demasiado relevantes para él en ese instante—, además, más que nada quería pedirte un consejo o algo.
Eso despertó totalmente su interés. Tras apagar todas las luces del local y cerrar la entrada con llave y ponerle el candado a la puerta, Seokjin se le colgó del brazo tarareando por lo bajo, evidentemente emocionado por lo que fuera a contarle.
—A ver, cuéntale a tu hyung qué pasa.
—Es sobre Jungkook.
Incluso en la oscuridad de la noche, los ojos de Seokjin brillaron interesados. Era tan cotilla que no podía evitar enternecerse por ello; nadie que viera a su hyung pensaría que sería un chico tan tonto y suavecito como un peluche. Siempre iba vestido como un vándalo y su cabello blanco y los piercings tampoco ayudaban a su imagen. Irradiaba un aura de peligro y la mayoría de las veces intimidaba a la gente, pero su exterior no representaba quién era.
En vez de responderle, el mayor solo asintió con la cabeza, apresurándolo a que siguiera con lo que estaba diciendo.
—Bueno, es que me preocupa mucho, ¿sabes? Hablamos mucho por mensaje y es obvio que también le atraigo, pero nunca se aleja de Yoongi —Jimin soltó un suspiro del solo recordarlo y Seokjin esperó a que siguiera—, y no es por celos, es que me doy cuenta de que Yoongi lo lastima. No solo emocionalmente, sino que física también.
—¿Y lo que quieres es...? —apremió Jin intentando entender. Sí, le había pedido consejo, pero no le estaba diciendo sobre qué exactamente.
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Curiosity saved the cat || KookMin
RomanceBuscando aliviar los dolores de su hermano menor, Jimin de alguna forma aprende a transformarse en gato durante su niñez. Ya crecidos, nunca más se vio en la necesidad de cambiar de nuevo, hasta que vio a su nuevo vecino llorando por su ventana. Sec...