#13

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Seokjin insistió en que no era necesario que se apareciera temprano en su apartamento ni mucho menos a ayudarlo, pero quedarse sentado en su casa solo esperando no hacía más que causarle ansias; antes de que pudiera detenerse a sí mismo ya estuvo parado frente a la puerta del apartamento con dos bolsas en manos: una con bocadillos y la otra con una botella de vodka.

Sin embargo no debió sorprenderle que incluso siendo apenas las siete todo el apartamento estuviera listo para la fiesta que se venía en algunas horas. Quizás el papel pegado a la puerta que alertaba a los vecinos del posible ruido ya había sido una señal de que todo estaba en posición.

Hoseok estaba ocupado en un rincón preparando una playlist, mientras que Seokjin, tras abrirle la puerta, siguió dando vueltas mientras daba los últimos toques al lugar.

Finalizada su tarea, el mayor soltó un suspiró y se volteó a mirar con atención a Park desde que había llegado al apartamento. Al instante alargó el gesto.

—¿Qué?

—Oh, no. Si quieres conquistar al chico Jeon no puedes estar así vestido —señaló caminando hasta él para empezar a rodearlo y echarle un vistazo—. Tus jeans están bien, pero esa camisa... ¿viniste a la iglesia o a una fiesta a poncharte a tu vecino?

—¡Seokjin! —regañó Jimin poniéndose rojo. Era cierto que había escogido una camisa bastante formal y que se había cerrado casi todos los botones pero...—. Estaba nervioso, ¿vale? Me puse cualquier cosa.

—Préstale algo mío —ofreció Hoseok sin levantar la vista de su computadora—. Tus camisetas le quedarán grandes en los hombros.

—Es verdad. Venga, joven padawan.

Así fue como pasaron al menos una hora peleando entre decidir qué era lo mejor para vestir en la noche. Seokjin hasta llegó a sugerirle crop-tops o camisillas demasiado abiertas a los costados, pero Jimin se negó rotundamente a ellos aunque estuviera acostumbrado a usarlos. Le daba algo de vergüenza imaginarse que Jungkook lo viera con algo tan atrevido y que piense que solo lo había vestido para seducirlo.

Igual no estaría muy equivocado, dijo una vocecita en su cabeza que ignoró.

Después de todas las discusiones sobre modas y pros y contras, finalmente acordaron con una camiseta negra de cuello muy pronunciado que mostraba lo justo y necesario de sus clavículas y pecho para que llamara la atención pero tampoco diera ideas equivocadas. El mayor le sugirió un choker y Jimin no pudo negarse.

Con la ropa fuera del camino, Kim lo obligó a pararse frente al espejo para arreglarle el pelo con los dedos y algo de spray. El mayor estaba de lo más indignado de que hubiera aparecido con el cabello simplemente cayéndole sobre la cara y luciendo como un niño con cabeza de coco. Unos minutos y tirones de pelo después, Seokjin logró separar su cabello de un lado y hacer que se mantuviera así, dejando su frente al descubierto.

No era un look nuevo ni nada, pero recién cuando estuvo lo suficientemente arreglado fue que Jimin entendió por qué las quejas de su hyung; ¿de verdad había pensado en que conseguiría atrapar la atención de Jungkook luciendo como recién levantado para ir a la iglesia? Probablemente los nervios lo cegaron antes de salir.

Abandonaron el cuarto y al poner un pie en la sala, Hoseok se volteó y le lanzó un silbido como halago, haciéndolo reír por la vergüenza. Seokjin se veía bastante orgulloso de su trabajo y tras darle una última mirada, volvió a lo que sea que estaba haciendo en la cocina con toda la comida y las bebidas.

Un poco sobre las diez fue que empezó el caos. Llegaron no solo quienes Jimin se esperó, sino que amigos del trabajo de Jin, otros conocidos de Hoseok y los otros miembros del grupito de Yoongi, además de él y Namjoon, obviamente. Taehyung trajo consigo a Jihyun, tal y como le había prometido y por último llegó Jungkook, luciendo como un ciervo perdido en medio del camino.

Curiosity saved the cat || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora