Curiosity saved the cat || KookMin

#11

El primer mensaje fue el más difícil de todos.

Simplemente porque no sabía exactamente qué decir y tampoco estaba seguro de cuál era el momento adecuado para iniciar una conversación. ¿Era muy pronto hacerlo en ese mismo instante cuando su madre le había dado el papel? ¿Tenía que esperar hasta la tarde o hasta que anochezca? ¿Siquiera estaba bien hacerlo ese mismo día?

Sabía perfectamente que estaba siendo el tipo más ridículo de la faz de la tierra y que se estaba comportando como las heroínas de los dramas, pero no quería arruinar las cosas con Jungkook. Verlo de vez en cuando y pretender ser su gato estaba bien, pero no era suficiente y, además, era imposible saber hasta cuándo podría seguir con eso. Sus habilidades eran, a final de cuento, un completo misterio.

Acababa de borrar y volver a escribir un mensaje cuando la puerta de su habitación se abrió con cierta brusquedad.

Algo espantado dejó que su teléfono volara hacia su cama y se volteó hacia su hermano menor con una expresión que denotaba que segundos atrás estaba haciendo algo. Sin embargo, su siempre atento hermanito no pareció notarlo en aquella ocasión, parecía demasiado centrado en lo que sea que venía a decirle sin siquiera molestarse en golpear la maldita puerta.

—Tienes que ver esto —dijo Jihyun antes de que pudiera reclamarle nada o hacerle preguntas. Cargaba en un brazo su laptop y en la otra un álbum de fotos. Su pierna ya estaba bastante recuperada, así que caminar no era tan problemático—. Estuve revisando nuestro árbol genealógico e investigando online y ¿qué crees? Estoy seguro que alguno de nuestros parientes no muy lejanos tuvo o tiene tu misma habilidad.

Jimin lo miró un poco incrédulo, con una ceja arqueada. El menor tomó asiento en su cama y Jimin arrastró su silla hasta él para que pudiera plantarle el álbum de fotos en el regazo.

La foto que tenía frente a él estaba a color, pero la calidad era terrible. En ella se veía a un montón de gente, casi unas veinte, mirando a la cámara y sonriendo. Apenas reconoció a algunos tíos, abuelos y oh, sus bisabuelos.  La foto no tenía absolutamente nada de raro, sin embargo, lo que hizo que sus dudas crecieran.

—Es solo una foto, Hyunie.

—Sí, pero mira la siguiente —Jihyun cambió de página y le mostró una foto prácticamente idéntica, solo que las personas en ella no traían la misma ropa y también...—, en esta foto faltan algunos miembros de la familia, pero mira quién sí está ahí.

Su hermano señaló con el dedo un punto detrás de toda la familia y finalmente comprendió su punto: un gato estaba sentado junto a las macetas en el alféizar de la ventana de la casa. Era un gato grande, de pelaje largo completamente negro y de ojos amarillos, que miraba directamente a la cámara como si posara.

Jihyun volvió a cambiar de página y le demostró como por años aquel gato siguió apareciendo en las fotos familiares, a veces incluso en brazos de alguien. De vez en cuando aparecía otro gato tan peculiar como el primero. Luego se quedaron sin fotos.

—Jihyun, esto es... ¿en serio crees que alguien más puede hacer esto?

—Es muy probable. Claro que quizás esos gatos solo sean gatos, ¿pero no es raro que siempre que faltaba alguien en la foto, aparecía el gato? —interrogó Jihyun, se veía muy orgulloso de su hallazgo—. Estuve leyendo en internet a gente que dice tener habilidades parecidas o que cuentan que sus ancestros podían cambiar de forma, así que también está eso.

—Sin embargo la gente en internet miente e inventa cosas, hermanito —le recordó Jimin soltando un suspiro. Pero no perdía la esperanza—. Si en serio hubiera alguien como yo en la familia, creo que ayudaría mucho...