Capítulo LVI

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La alarma sonó, apagando la con pesadez mientras mantenía aún los ojos cerrados y no quería abrirlos, quería seguir durmiendo un poco más para reponer fuerzas mismas que no tenía desde hace tiempo por el pedido trabajo que se cargaba y solo quería seguir durmiendo un poco más, de no ser porque la alarma de su celular sonó haciendo que los abriera y solo reincorporando se para tomar su celular y apagarlo notando que ya era la hora para levantarse.

Un día más de trabajo, un día más donde debía soportar a esos inversionistas y aunque lo tuviesen estresado no importaba mucho, solo se levantó de la cama para dirigirse al cuarto de baño y darse una ducha que le vendría bien después de la tremenda borrachera que se cargaba, lamentaba haberse ido tomar unos tragos con el loco de su amigo que solo quería beber para celebrar un gran éxito que tuvo y lo termino arrastrando.

Lamentaba haberse dejado convencer, pero, no le podía hacer el feo a él y menos mandarlo al carajo siendo su amigo fiel y cercano, el agua de la ducha lo ayudaría a despertarse un poco, ya se bebería un café cargado o comería algo para bajarle a la cruda que llevaba.

Pensando en su pequeño novio, después de doce años, o mejor dicho, doce años que no sabía nada de él, ni siquiera le daban ni una pequeña noticia o algo seque estuviese bien, su prima se limitaba solo a hablar cosas triviales o de como le iba en su vida en cambio cambiaba de tema como actitud a una más seria que ya era mejor no preguntar, lo mismo iba con su amigo que se callaba mirándolo con seriedad para solo cambiar de tema.

Su amigo le recomendó olvidarse del azabache, ya que no valía la pena o eso era lo que quería hacer.

Perdió contacto con esa chica de lentes, como con la peli naranja y le extraño al principio, ni siquiera podía hacer algo, su mamá le recomendó que lo mejor que podía hacer era seguir su vida como su hermano, como si le ocultan algo más y de paso la madre del azabache lo miraba con pena para seguir viéndolo sin decirle mucho. Nadie le decía nada, era como si solo recordar al azabache o decir sobre el fuese malo para el, o el hizo algo de lo que no se enteró y no sabía que había sido eso exactamente, pero, no importaba nada de lo que hiciese ahora solo iba a ir a la empresa para atender los negocios.

Vistiéndose más cómodo con su camisa, sus pantalones de color negro y con un saco encima, mientras recogía sus cabellos largos que tenía mirándose en el espejo para tomar su celular y sus llaves tanto de la casa como de su auto, ya que hace años había perdido el miedo y ahora conducía, recordando la última conversación que había tenido con el azabache y su sonrisa que no iba a volver ver más como ese mensaje que le mando hace ochos años atrás, el último que recibió y lo desconcertó mucho más por las palabras que leyó que aún no tenía ningún significado para el.

°

°

Había acabado de venir de casa de su amigo para terminar con lo de su tesis final y recibía un mensaje antes de entrar a casa, era de su novio que últimamente estaba extraño, hasta cuándo hablaban por teléfono.

Levi:

Siempre fuiste un mentiroso,

un simple mentiroso. Yo te

defendía mucho y creía en ti

para que solo jugases con mis

sentimientos Jaeger.

¡Te odio y no sabes cuánto!,

no quiero saber de ti más.

Esto termina.

Eso le desconcertó y aunque mando mensajes no le contestaba más.

Así se la paso los últimos días hasta que simplemente un día lo bloqueo y lo elimino como si nada.

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