Capítulo 14: ¡Quiero bañarme!

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-Yo... eh... ¿Si? Solo... te quedaste dormido. -saco mi mano de la suya, que está caliente y no se si es mi imaginación pero parece que está temblando.

-Oh, perdón. Estaba soñando... algo raro. No importa. ¿Qué hora es? -endereza su espalda y bosteza.

Yo sigo un poco extrañada por su reacción. ¿Qué estaría soñando?

-Como la una. Mmm... ¿quieres que te ayude a... -no termino la pregunta pero señalo la silla de ruedas.

-No, no. Si puedo...

-¿Qué soñabas? -no puedo contenerme la pregunta.

-Nada. Solo un sueño con personas desconocidas.

-Bueno... perdón si hice que te asustaras. -me levanto del sillón y recojo la basura y el bowl con las papitas sobrantes y llevo todo a la cocina.

-No me asustaste. -se acerca ya sentado en su silla y pone las dos botellas de cerveza vacías sobre la isla. -es que esa no es manera de despertar a alguien.

-¿Y cuál es la manera de despertar a alguien? -me lavo mis manos ya que mis dedos quedaron de color naranja y con olor a Cheetos.

-No lo sé, con un poco más de tacto. -Dice.

-No tengo la culpa que tengas sueños raros. Te desperté bien, tampoco es como si te hubiera sacudido mega fuerte.

-Lo hiciste. De repente en mi sueño había un terremoto debido a tu sacudida.

-Claro que no...

-¡Si! Es como cuando estás soñando que estás orinando y te despiertas y de verdad tienes ganas de ir al baño.

Bueno, eso pasa. Una vez soñé que estaba en medio de un tiroteo, y había un montón de sangre, cuando desperté mi período acababa de comenzar.

-Ok, a la próxima que tenga que despertarte lo haré con más "tacto" -digo suavemente la palabra tacto.

-Gracias. -asiente. -ve a dormir.

-Ok, má.

Él pone los ojos en blanco y niega con la cabeza.

Él se va por el lado que da hacia su cuarto y yo al mío.

Dylan

El domingo por la mañana, huele a café, no recuerdo haberle puesto tocino en la lista de compras que le hice al inicio de la semana. Debió comprarlo ayer con toda las galletas y dulces que compró.

Voy hacia la cocina, Lydia está reproduciendo música con el aparato de "Alexa" que tengo en la cocina y está limpiando, cantando y bailando.

No nota que estoy ahí hasta después de unos minutos y cuando me ve se asusta y grita y se pone tan roja como un tomate.

-¿Podrías avisar que estás presente? Alexa, para la música. -dice. 

-Necesitas clases de baile. -no, no las necesita pero si admito que baila bien no sería divertido.

-No empieces a molestar porque si no, no te mostraré lo que conseguí. –sube y baja sus cejas.

-¿Qué conseguiste? -pregunto.

Abre un cajón de la alacena y saca una bolsa... de bolsas y las pone sobre la isla.

-¿Bolsas?

Asiente sonriendo.

-Bolsas. -saca una de ellas y la extiende, es una bolsa para la basura, pero es más alargada y menos ancha.

-Mmm... ¿woow?

Casuality or Causality? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora