Capítulo 8: ¡Lárgate!

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Pobre animal, debe sentirse encerrado. Y ahora que lo pienso, no he visto ni una sola caca o pipi de él.

-Mmm... ¿Tobbey donde hace sus necesidades? -me siento en el sillón grande de la sala de Dylan. Él está enfrente, en su silla y junto a su mesa plegable.

-Donde sea. -suspira. -Normalmente lo saco a pasear en la mañana y en la noche para que haga afuera pero por ahora, todo el departamento es un baño para él. Es toda una hazaña el limpiar.

-¿Quieres que lo saque a dar una vuelta?

-No, no tienes que molestarte. -niega con su cabeza.

-No, está bien. Solo dime donde está la correa.

-¿Segura?

Yo asiento.

La correa está colgada en un gancho a un lado de la puerta de entrada. Apenas la toco, Tobbey empieza a saltar y dar vueltas como loco.

Si que le hace falta salir. Pobre Dylan, debe sentirse igual.

-No tardo. -digo y me pongo mi chaqueta antes de salir de su departamento. Lo llevo a pasear al parque en donde comenzó todo este lío. Esta vez voy atenta a todo lo que sucede a mi alrededor.

Hay un nuevo puesto de comida reemplazando a los hotdogs. Es un puesto de tacos. Tacos son mejores que hotdogs.

Tobbey se detiene en un árbol para orinar y luego hace caca. Olvidé cargar con una bolsa para caca.

Busco en la basura como toda una usurera y encuentro una bolsa de supermercado y la utilizo para recoger el pequeño regalo de Tobbey.

Camino unos 5 minutos más y regreso al edificio de Dylan.

Suelto al salchicha cuando la puerta ya está cerrada y corre a su recipiente con agua para beber.

Dylan está en la cocina. Sirviendo agua en dos tazas que después mete al microondas que está sobre la alacena.

Me acerco y me siento en un banco junto a la isla. -Estaba pensando... ¿no te has aburrido? De solo estar encerrado, me refiero.

Dylan se encoge de hombros, mirándome y niega con la cabeza.

-Por ahora, todo va bien pero solo han pasado 4 días. Pregúntame dentro de una semana más. -ríe bajo.

-Tal vez debería sacarte a pasear como a Tobbey. -bromeo.

-Buena idea. -ríe. Saca las dos tazas con agua caliente del microondas, de una por una claro y pone una frente a mí. -hay café y hay té. ¿Qué prefieres?

-Café, pero déjame buscarlo. -rodeo la isla y busco en las puertitas de abajo el café y un bote que dice "azúcar". -¿leche? -pregunto.

Dylan dice que no, pero yo si quiero así que la saco para mí.

Saco dos cucharas y le doy una a él.

-¿Hace mucho frío? -pregunta.

Esa pregunta es como para romper el hielo.

-Mas o menos. Estaba más frío ayer.

Asiente.

-Eh... ¿puedes venir mañana a la hora de la comida? Para que me ayudes a cocinar... -mueve la cuchara dentro de su taza de café negro.

-¿Y para asegurarte de que coma? -levanto una ceja hacia él.

-También. Mira... no está bien que dejes de comer...

-Oye, no sé qué creas sobre mí, pero si estás pensando que tengo algún trastorno alimenticio, no es así. Solo no tuve tiempo de comer hoy.

-Ok. Creo que debí haber preguntado si ya habías comido algo antes de pedirte lavar mi ropa.

Casuality or Causality? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora